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El general paraguayo Lino César Oviedo ratificó ayer en los Tribunales que se sintió engañado y estafado por el periodista César Sánchez Bonifato, que publicó una entrevista que motivó la decisión del Gobierno de trasladarlo a una estancia en Tierra del Fuego. Su abogado, Federico Pinto Kramer, aclaró que la denuncia del militar, presentada el lunes, no busca de ninguna manera retrasar su traslado a la provincia sureña adonde deberá viajar hoy a la mañana. El secretario de Seguridad Interior, Miguel Angel Toma, confirmó el traslado de Oviedo y consideró que las razones de salud presentadas por el oficial paraguayo un tratamiento de implante capilar no eran suficientes para dilatar su permanencia en Buenos Aires. Una gran cantidad de periodistas aguardó ayer a la tarde el arribo del general Oviedo a los Tribunales de Comodoro Py. Pero el automóvil de Oviedo no se detuvo al ingresar, a las 17, por una puerta lateral. El militar los saludó desde lejos al descender del Chrysler blanco en que se movilizaba. Después de casi tres horas, utilizó otra maniobra para desorientar a la prensa y salió por una puerta distinta a la que había entrado. Los periodistas corrieron para alcanzarlo, pero el militar se retiró rápidamente en otro automóvil. El motivo de su presencia ante el juez federal Carlos Liporaci, era justamente ratificar su denuncia contra un periodista. Oviedo aseguró que la entrevista que publicó el diario La Nación no existió como tal y que se sintió engañado y estafado por Bonifato y una mujer que se habrían identificado como simpatizantes oviedistas. Y aseguró que el diálogo que mantuvo con ellos apareció luego publicado. Oviedo insistió en que él se limitó a recibir a una joven que dijo ser hija de una ciudadana paraguaya gravemente enferma. El juez dará ahora vista a los fiscales Luis Comparatore y Patricio Evers, para que dictaminen si corresponde el inicio de una causa judicial, o si por el contrario, sugieren el sobreseimiento. Pese a las declaraciones de Oviedo, lo cierto es que ésta no era la primera entrevista que le hizo Bonifato al militar paraguayo, lo que hace poco creíble a sus argumentos. El cirujano plástico José Juri, que le hizo un lifting e implantes capilares a Oviedo había planteado que el frío de Tierra del Fuego podría afectar este tratamiento. El mismo Oviedo argumentó que el traslado dificultaría la educación de sus hijos por lo cual pedía una prórroga. Toma desestimó estos argumentos y consideró que ninguno constituía un obstáculo ni le impedía atenderse los implantes con los profesionales de la zona y de la misma forma garantizar eventualmente la educación de sus hijos. El secretario de Seguridad indicó que si bien originalmente va a instalarse en una estancia que está alejada de los centros urbanos, nada obsta para que en el futuro pueda él mismo encontrar otro lugar más cercano a alguna zona urbana y, consecuentemente, tener cerca los servicios de educación y otros, como para vivir normalmente con su familia. El ministro del Interior, Carlos Corach, aclaró que el militar podrá viajar a Buenos Aires cuantas veces lo requiera y luego regresará a su lugar de residencia. Mientras su esposa argentina y sus tres hijos permanecerán momentáneamente en Buenos Aires, Oviedo partirá hoy a las 10 a Tierra del Fuego donde el Poder Ejecutivo fijó su residencia por entender que violó las reglas del asilo tras formular declaraciones periodísticas de carácter político. Si Oviedo se resistiera a viajar, perdería su condición de asilado. Oviedo viajará a Río Grande en un avión Fokker de la Fuerza Aérea, custodiado por dos agentes de la Policía Federal y la seguridad de la estancia donde se alojará estará a cargo de una docena de gendarmes.
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