Por Horacio Cecchi Desde San Nicolás Las sospechas sobre la
vinculación policial en la tragedia de Villa Ramallo no proviene únicamente del juzgado
de Villafuerte Ruzo. Ayer, los abogados de la familia de Martín Saldaña, el delincuente
que apareció ahorcado en una celda de la comisaría 2ª de Villa Ramallo diez horas
después de ocurrida la masacre, se mostraron convencidos de que detrás del asalto
al Banco Nación estuvo la mano de la policía, y vincularon la dudosa muerte de
Saldaña a la intención de silenciarlo. Hoy se fijará la fecha para la
exhumación y posterior autopsia de su cuerpo, que probablemente sea mañana. Ayer, los
tres médicos legistas que realizaron el primer estudio sobre el cadáver ratificaron su
tarea ante el fiscal provincial Vicente Botteri. Simultáneamete, el juez federal Carlos
Villafuerte Ruzo tomaba declaración al policía de la Federal que entregó personalmente
la llave de la bóveda a los asaltantes a cambio de la liberación de Ricardo Pascualli,
el tercer rehén que salió con vida antes de la masacre.
Siempre dijimos que en todo gran robo siempre está detrás la mano de la policía,
sea en la venta de información, en la inteligencia, en la venta de armas, para mantener
la zona liberada o el aguante posterior, o por participación directa en el robo,
sostuvo María del Carmen Verdú, abogada de la familia de Saldaña. Está
demostrado en los últimos asaltos a los bancos, en la masacre de Andreani, en infinidad
de casos.
No tengo la menor duda sobre la vinculación policial en el caso dijo su
colega, Daniel Stragá. Pudieron haberlo asesinado para silenciarlo. Esta no era una
superbanda. Saldaña realizaba pequeños robos y la prueba está en que dentro de su
bolsillo se encontraron anillos y relojes tomados a los rehenes.
En la autopsia que ya fue ordenada por el fiscal Botteri, los familiares de Saldaña
intentarán obtener, entre otras, una muestra de piel de la planta del pie izquierdo que
presenta marcas puntiformes. Queremos saber a qué se debieron
dijo Verdú. Nos llama la atención que a los tres peritos se les haya pasado
por alto. La muestra es clave: el tejido podría demostrar el paso de corriente
eléctrica, lo que determinaría que Saldaña fue torturado antes de morir y confirmaría
la hipótesis de que su muerte no se debió a un suicidio. Fuentes judiciales consideraron
que mañana habrá fecha para la exhumación y horas después se realizará la segunda
autopsia, con la participación de peritos por la parte damnificada.
Entre tanto, ante Villafuerte se presentó el oficial principal Roberto León, de la
Federal de San Nicolás, que horas antes de la masacre entregó a uno de los asaltantes
que llevaba una capucha negra, la llave de la bóveda antes de ser liberado
Ricardo Pascualli, el último de los rehenes que salió del banco por sus propios medios.
León sostuvo que no se preveía una fuga y que la negociación iba en
buenos términos. Todos pensábamos en un final feliz, contradiciendo la versión
del negociador Juan Bressi, Pablo, de los Halcones, quien había sostenido que después
del tercer rehén liberado, la negociación se trabó y ya no se pudo avanzar.
Ayer, una versión judicial señalaba un dato desconocido: que durante la noche del jueves
17, Saldaña habría disparado a Hernández a una pierna, durante una de las tres peleas
que mantuvieron los asaltantes entre ellos, en las veinte horas que permanecieron dentro
del banco.
Quien habría detallado las tres peleas fue uno de los topos de los Halcones,
que lograron introducirse en el cielorraso del banco. Reptaron en la oscuridad, entre las
chapas del techo, iluminándose con las luces de sus relojes. Uno de ellos limó las
tuercas del plafón de una lámparafluorescente y luego levantó el aparato sin ser
advertido. Desde allí observó todo. De todos modos, fue en vano. Después sonaron los
disparos.
NUEVA INHIBICION PARA INVESTIGAR A VILLAFUERTE
RUZO
Abogados otra vez al sorteo
Por H. C.
El
penalista de San Nicolás Juan Murray se excusó ayer del cargo de conjuez para seguir la
investigación contra el juez Carlos Villafuerte Ruzo, después de la denuncia por
triple homicidio por omisión presentada por Aníbal Ibarra. Murray fue
designado por sorteo el martes, después de que Villafuerte se excusara de investigarse a
sí mismo y que otro juez federal de San Nicolás hiciera lo mismo por mantener
lazos de amistad con Villafuerte. Mañana se procederá a un nuevo sorteo.
A las dos menos diez de la tarde, Murray se retiró del juzgado federal de Villafuerte con
el Código Procesal en su mano izquierda. A esa hora ya había anunciado al juez su
decisión de inhibirse en la investigación. Murray señaló dos motivos determinantes:
Después de la masacre, emití opinión extrajudicial sobre la actuación del
juez, durante un programa del canal de cable local al que fue invitado. El segundo
aclara de alguna manera cuál fue aquella opinión vertida durante el programa: Murray es
asesor del diputado provincial del Frepaso Tomás Zuelgaray, además de ser afiliado y
militante. Aunque Ibarra se presentó como particular -sostuvo, es obvio que
pertenece a la misma fuerza política. No podría yo ser juez e investigar su
denuncia.
El martes, Murray salió sorteado con la bolilla 1 sobre una lista de diez abogados
presentados por la Cámara Federal de Rosario, después de que Villafuerte trasladara el
expediente al juez federal en lo civil José María Acosta, quien a su vez se eximió por
ser amigo de Villafuerte. De todos modos, Murray permanecerá en el cargo, formalmente,
hasta que se realice el próximo sorteo, mañana, entre los nueve abogados restantes.
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