Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes son los candidatoslatinoamericanos. Norman Mailer, John Updike, GünterGrass y Milan Kundera también tendrían posibilidades.
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Por Alejandro Claps Desde Estocolmo El Premio Nobel de Literatura, que se anunciará hoy, bien podría dar reconocimiento a la obra de un autor latinoamericano, y los nombres que más suenan son los de Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes, según los expertos. El hecho de que se haya adelantado la adjudicación del premio al último jueves de septiembre, en lugar del primer o segundo jueves de octubre, como es habitual desde hace 90 años, se debe a que esta vez hubo consenso, admitió ayer Horace Engdahl, presidente de la Academia Sueca de Letras, situación que no se estaba dando en las anteriores ediciones. Tanto el mexicano Fuentes como el peruano Vargas Llosa llevan años entrando en todas las quinielas literarias a la hora de anunciar el premio anual. Ambos ya alcanzaron las distinciones más prestigiosas que se ofrecen para la literatura en español: el Cervantes y el Príncipe de Asturias. Como señaló un comentarista del diario sueco Svenska Dagbladet: Fuentes y Vargas Llosa son escritores grandes, serios y épicos. En las especulaciones también cobra importancia el hecho de que en los últimos años han sido los europeos quienes acapararon el máximo galardón del mundo de la literatura, con lo cual se sospecha que en esta edición habrá una ventaja para los escritores americanos. No se descarta entonces que uno de los dos engruese la lista de las grandes figuras de las letras en lengua castellana que se han llevado el premio: el guatemalteco Miguel Angel Asturias (1967), el chileno Pablo Neruda (1971), el colombiano Gabriel García Márquez (1982), los españoles Juan Ramón Jiménez (1956), Vicente Aleixandre (1977) y Camilo José Cela (1989) y el mexicano Octavio Paz (1990). Entre los demás aspirantes están bien situados para reclamar el reconocimiento de la Academia Sueca los estadounidenses Norman Mailer y John Updike, a la vez que no se descartan la posibilidades del brasileño Jorge Amado. En cuanto a los asiáticos se manejan los nombres del chino exiliado en Francia, Bei Dao, y el indonesio Pramoedya Anata Toer. El abanico de presuntos candidatos europeos abarca nombres tan conocidos como el del alemán Günter Grass, el checo Milan Kundera o el albanés Ismail Kadare. Tomas Transtroemer, un poeta sueco, es otro escritor cuyo nombre era mencionado ayer aquí como candidato. Ha recibido el apoyo público de los ya galardonados poetas Seamus Heany, un irlandés que fue premiado en 1995, y Joseph Brodsky, un ruso nacionalizado estadounidense que fue Premio Nobel de 1987 y que murió en 1996.El hecho de que ningún escritor de los países nórdicos haya recibido el premio desde 1974 es mencionado por la crítica literaria local como motivo suficiente para que la Academia Sueca se incline por un crédito de la zona. Además de Transtroeme les dan buenas posibilidades al danés Villy Soerensen y a los estonios Jaan Kros y Vilma Belsevica. El belga Hugo Claus, quien fue galardonado con el Gran Premio de Literatura de la Comisión Europea, es otro nombre en danza. Asimismo se menciona a los franceses Michel Tournier y Jean Marie Le Clezio, al igual que el holandés Cees Nooteboom, y el marroquí que escribe en francés, Tahar Ben Jelloun. Evidentemente, demasiados nombres para un solo premio.
SE ESTRENA AQUI UN CONCIERTO DE CARLOS
FRANZETTI Por Diego Fischerman La idea del milenio se expresa en el recorrido de este concierto, en el que la estructura clásica se basa en materiales populares, explica el pianista y compositor Carlos Franzetti. Orquestador de Portraits of Cuba, el álbum de Paquito DRivera que ganó el Grammy 1997, y, antes, de uno de los discos más importantes de la última época de Roberto Goyeneche, este argentino radicado en Nueva York estrenará hoy en Buenos Aires su Milenium Concierto para flauta y orquesta. A las 21 y en el teatro Alvear, Guillermo Scarabino dirigirá esta composición en tres movimientos (Sainete, Asfalto y Neón y Milenio Porteño) en que el solista será Jorge de la Vega. El espectáculo, bautizado Ocaso de un siglo en Buenos Aires, incluirá, además del concierto de Franzetti, un repertorio de tangos en arreglos para trío que De la Vega tocará junto con el bandoneonista Néstor Marconi y el contrabajista Daniel Buono y para flauta y orquesta.Una de las apuestas de Franzetti en su obra consistió en omitir el emblemático bandoneón. Trabajé la amalgama de los timbres de oboe, corno inglés y clarinete, con el fagot ocasionalmente tomando el papel que en el bandoneón tendría la mano izquierda. Esa mezcla se la robé a Paul Hindemith, que la usa en Nobilissima Visione. Siempre hablábamos con Piazzolla de que esos instrumentos sonando juntos se asemejaban a un bandoneón. Los tres movimientos, según su autor, remiten a tres momentos del siglo: Sainete tiene que ver con la milonga y con la figura de Angel Villoldo como referencia pero también, desde lo formal, con el Rondó, que era la forma de los tangos de 1900. Asfalto y Neón es un homenaje a los tangos clásicos y a la vanguardia que empezó a articularse a mediados de los 50. Milenio porteño alterna una sustancia de tango con una especie de eco minimalista, con el sonido del fin de siglo.Tanto Franzetti como De la Vega coinciden en que el tránsito entre el tango y la llamada música clásica es fluido. Será porque en el tango las cuerdas son habituales, aventura el flautista. O porque las formas y las armonías del tango son las de la música clásica, completa el compositor. En las orquestaciones de tango, incluso en la música de Piazzolla cuando escribía para orquesta, las cuerdas siempre quedan bien; en cambio, con los vientos todo es mucho más forzado, dice De la Vega, quien además aclara que este concierto está increíblemente bien escrito y, por otra parte, creo que es lo más complicado que tuve que tocar en mi vida. Este Ocaso de un siglo en Buenos Aires (que contará con Ernesto Acher como presentador) forma parte de las jornadas acerca de el papel de los intelectuales y los artistas en la organización de la cultura, desarrolladas por el Centro Cultural Ricardo Rojas. Con entrada libre (las localidades deberán ser retiradas con anticipación en la sala del Alvear, Corrientes 1659), el concierto pone de manifiesto algo que De la Vega descubrió hace años, cuando estudiaba en Alemania. Tocaba sonatas en trío de Bach y mi maestro me dijo que eso no tenía sentido, que tenía que buscar mi propia voz; a partir de allí descubrí el tango.
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