Página/12 en EE.UU.
Por David Cufré Desde Washington Las provincias tienen
que despilfarrar menos y hacer más esfuerzos, enfatizó ayer aquí la máxima
autoridad del organismo, Michel Camdessus, en una declaración que anticipa con absoluta
transparencia por dónde vendrán las futuras exigencias del FMI. Todos los que
tienen que hacer un ajuste dicen que esa demanda es insoportable. En la Asamblea escuché
ese argumento de los representantes de 85 países, insistió, al dejar en claro que
el FMI será inflexible con el gobierno central y, sobre todo, con las administraciones
provinciales, respecto de la cuestión fiscal.
Camdessus asumió personalmente el anuncio de los términos en que se dará la
negociación de un nuevo programa con la Argentina. Tras clausurar la Asamblea conjunta
con el Banco Mundial, dijo sin medias tintas lo que funcionarios de menor jerarquía
insinuaron durante la última semana. Las provincias argentinas tienen que avanzar
hacia el equilibrio, puntualizó, sin importar las justificaciones para demorar
severos ajustes de gastos.
Aunque Camdessus prefirió no hacer menciones específicas, y sostuvo que todas las
provincias tienen problemas, el FMI está especialmente preocupado por el desborde
del déficit fiscal en Buenos Aires. Sobre este punto se generó un áspero debate
político, a menos de un mes de las elecciones, porque el duhaldismo interpretó como un
ataque de la Alianza que se haya puesto en cuestión la administración del distrito del
candidato del PJ (ver aparte) en un encuentro con técnicos del Fondo.
En el nuevo programa con la Argentina, el FMI quiere imponer una meta global de déficit
fiscal, que incluya el de la Nación y las provincias. El argumento de los técnicos del
organismo es que en los últimos años acordó compromisos con los gobiernos centrales de
distintos países, pero que los desbordes se produjeron en los distritos provinciales.
Para acotar esos desequilibrios, la institución presiona a la Argentina, como hizo antes
con Brasil y México, para que consolide sus cuentas nacionales. En otra
palabras, descarga sobre los gobiernos la responsabilidad de controlar las provincias, con
las cuales no puede fijar acuerdos ni compromisos. José Luis Machinea, al reunirse con
Tomás Raichmann y Teresa Ter Minassian, los funcionarios del FMI que monitorean la
economía argentina, rechazó esta demanda.
Camdessus también se refirió al economista de la Alianza. Dijo que es historia
antigua su paso como presidente del Banco Central durante la hiperinflación de
1989. Como ya se enfrentó a la agonía de la híper, estoy convencido de que no
querrá repetir esa experiencia, señaló el director gerente del FMI al plantear
sutilmente que Machinea deberá ajustarse a las demandas de los mercados si desea no verse
ante una nueva crisis. En ese sentido, dijo que el año que viene puede haber un
crecimiento fuerte en la Argentina, si el nuevo gobierno toma las medidas apropiadas y
aprovecha el entusiasmo del primer momento. Respecto de la concertación impulsada
por Duhalde, Camdessus recordó irónicamente que todos los candidatos en todo el
mundo quieren bajar impuestos. No es un peligro, y de por sí es una idea
agradable. Pero hay que ver cómo se la implementa, aclaró. Camdessus también se
permitió palabras elogiosas para Roque Fernández. El ministro Roque (sic) tiene
buenas razones para sentirse orgulloso. Ha enfrentado una crisis con responsabilidad y las
medidas que ha tomado sentaron bases sólidas para la recuperación, elogió.
Sin aviso de de tormenta No estamos poniendo ningún aviso de tormenta sobre Argentina, al
contrario, dijo James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial, en la rueda de
prensa final. Y anticipó estabilidad y pocos cambios en el rumbo económico
de Argentina tras las elecciones presidenciales del mes próximo. Por su parte, José Luis
Machinea concluyó ayer su expedición a Washington, durante la cual virtualmente comenzó
a negociar un nuevo programa con el FMI y se reunió con inversores para explicar los
planes de la Alianza en materia económica, con una entrevista con el número dos del
Fondo, Stanley Fischer. Uno de los puntos que se trató fue el esquema de financiamiento
de la Argentina durante el primer año del próximo gobierno. Somos buenos amigos,
hablamos sobre la economía mundial y las perspectivas para Argentina, pero recién
después de las elecciones empezará la negociación de un nuevo programa, señaló
Fischer a Página/12, aunque prometió ser más específico cuando se sepa
qué fuerza política gobernará el país a partir del 10 de diciembre. |
BAJAR EL MINIMO NO IMPONIBLE DE GANANCIAS A
1.500 pesos
El FMI da letra para una reforma
Por D. C.
Desde Washington
El
titular del Departamento Fiscal del FMI, Vito Tanzi, mantuvo una reunión ayer con el
asesor económico de Graciela Fernández Meijide, Arnaldo Bocco, para analizar la
estructura impositiva de las provincias y, en particular, de Buenos Aires. El actual
director del Banco Ciudad le entregó un informe elaborado por la Fundación para el
Desarrollo con Equidad (FADE), bunker donde se elaboran las propuestas económicas de la
Alianza, que analiza en detalle las causas de la evasión en Argentina. El documento
concluye que para reducirla se deben eliminar exenciones en el Impuesto a las Ganancias y,
a la vez, descarta la idea de reemplazar los gravámenes a los Ingresos Brutos y a los
Sellos por un IVA provincial. Tanzi manifestó su acuerdo con ambas posiciones, y reclamó
que se baje el mínimo no imponible en Ganancias hasta ingresos por 1.500 pesos.
Tanzi es el especialista más reconocido del FMI en materia impositiva. Su interés en
dialogar con Bocco estuvo centrado en la evasión en Buenos Aires. La provincia
cubre el 52 por ciento de sus gastos con recaudación propia. Se podría lograr una
performance mucho mejor. El compromiso que asumiremos ante el FMI si la Alianza gana las
elecciones para la gobernación es incrementar el nivel de ingresos entre un 10 y un 15
por ciento en el 2000, reveló Bocco a Página/12. Para lograrlo, no es
posible avanzar en el corto plazo con la propuesta oficial de reemplazar Ingresos Brutos y
Sellos por un IVA provincial. En el caso de Buenos Aires, perderíamos entre 700 y 800
millones de recaudación el año que viene, aseguró.
Los sectores identificados como los mayores evasores del IVA en el estudio de FADE son la
construcción, el agropecuario especialmente el ganadero y el comercio. Sobre
ellos se centrarán los controles de la DGI en caso de que la Alianza llegue al poder.
Bocco le presentó a Tanzi los proyectos que prepara la coalición para mejorar la
fiscalización. Es necesario dotar de más poder al organismo recaudador,
indicó. Vamos a presentar un proyecto de ley para que la DGI pueda alcanzar
acuerdos prejudiciales. Serían arreglos por vía administrativa entre los evasores
detectados y la dependencia oficial. Así es como aumenta la recaudación en los países
desarrollados, afirmó el economista. Asimismo, la iniciativa postula la creación
de un fuero judicial especial, encargado de dictaminar sin demoras en las causas más
graves por delitos de evasión.
En cuanto al Impuesto a las Ganancias, Tanzi hizo dos reclamos puntuales. Por un lado,
volvió a la carga con la propuesta del FMI sobre la reducción del mínimo no imponible.
Esta idea conformaba la base del proyecto original de reforma tributaria que diseñó el
actual equipo económico. Sin embargo, ante la resistencia política que generó esa
sugerencia incluso en el justicialismo, Roque Fernández la excluyó del
proyecto que finalmente envió al Congreso y fue aprobado. El organismo de crédito
incluirá en la agenda de negociaciones de un nuevo programa con Argentina la demanda de
que se cobre el impuesto a todas aquellas personas con ingresos a partir de 1.500 pesos.
El otro punto sobre el que hizo hincapié Tanzi en la entrevista con Bocco fue la
eliminación de exenciones en Ganancias. En especial, las que rigen sobre la distribución
de dividendos de las empresas y las rentas del sistema financiero. Son las mayores
fuentes de elusión (del impuesto). Estas exenciones se deben suprimir, sentenció
Bocco.
El informe de FADE también puntualiza que la recaudación de Ganancias se compone de un
66 por ciento de liquidaciones del gravamen realizadas por las empresas, y el 34 por
ciento restante por personas físicas. En los países desarrollados es exactamente
al revés, señaló el hombre de la Alianza. Es por ello que Tanzi presiona por la
supresión de exenciones y por la baja del mínimo no imponible.
CRUCE DE DATOS POR EL DEFICIT DE BUENOS AIRES
Pelea por la herencia de Duhalde
Por D.C.
Desde Washington
Los
datos del déficit fiscal en la provincia de Buenos Aires que dispone el FMI fueron
proporcionados por el Ministerio de Economía. (Jorge) Sarghini puede decir lo que quiera,
menos que no son reales, enfatizó ayer Arnaldo Bocco, en su respuesta al ministro
de Economía bonaerense.
La afirmación del asesor económico de Graciela Fernández Meijide se inscribe en el
marco de la polémica que se generó entre la Alianza y el justicialismo, respecto de
cuál será el estado en que dejará las cuentas públicas de la provincia el gobernador
Eduardo Duhalde.
Bocco se había entrevistado con los funcionarios del organismo, encargados de seguir la
evolución de la economía argentina, Tomás Raichmann y Teresa Ter Minassian. A su
término, el hombre de la Alianza reveló que el FMI está sumamente
preocupado por el desborde del déficit fiscal en Buenos Aires. El duhaldismo se
apuró en contestar. Sarghini convocó a una rueda de prensa, en la que afirmó que
este año el déficit será de 1100 millones. Es decir, 700 millones menos de
lo que proyecta el FMI. No sé de dónde sacaron los datos, pero no son
reales, subrayó el ministro.
La discusión de fondo es que el duhaldismo desmiente que exista un descalabro en las
cuentas públicas de la provincia, justamente el bastión del candidato del PJ. Los
datos que maneja el FMI fueron aportados por la Secretaría de Programación Económica y
Regional del Ministerio de Economía. La fuente es la Contaduría General de la provincia,
que está conducida por hombres del justicialismo. Por lo tanto, no hay motivos para
imaginar un trasfondo político, le dijo Bocco a Página/12.
La explicación del economista de la Alianza sobre la divergencia en las cifras del
déficit que presenta el FMI y la gobernación es la siguiente. Sarghini no computa
el financiamiento que obtiene del sector bancario. Pero con esos fondos está cubriendo
déficit. La metodología de cálculo del FMI excluye esta fuente de financiamiento,
porque no importa cómo se tape el bache fiscal, sino que el desequilibrio existe,
indicó. Finalmente, sostuvo que el fuerte incremento del déficit bonaerense, de 1300
millones en 1998 a 1800 millones este año, obedece a un gran incremento de los
gastos en personal y corrientes, con lo cual insinúo que ésa sería una forma de
financiamiento de la campaña electoral del candidato del PJ.
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