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Por Victoria Ginzberg Hace tiempo que quería patear el tablero. Un año de escuchar testimonios en los que ex detenidos describían cómo fueron torturados, familiares expresaban la angustia de buscar sin respuesta y policías negaban recordar lo que no se puede borrar de la memoria, hizo que encontrara lo que puede ser una grieta en el sistema jurídico que dejó libre a los represores. Leopoldo Schiffrin, miembro de la Cámara Federal de La Plata, está dispuesto a saltar el muro de impunidad y transitar el camino hacia la Justicia. El juez redactó el jueves una nota dirigida a los demás camaristas pidiendo que el Tribunal cite a prestar declaración indagatoria a Miguel Osvaldo Etchecolatz. El planteo incluye la posibilidad de que el ex Director de Investigaciones de la Policía Bonaerense vuelva a prisión, ya que sería convocado para responder por delitos que no fueron tenidos en cuenta en la llamada Causa Camps. La Cámara Federal de La Plata lleva adelante un proceso que se inició para investigar qué sucedió con más de dos mil desaparecidos. En un principio, en ese juicio se había resignado la persecución penal de los responsables persiguiéndose sólo la búsqueda de la verdad. Pero en diciembre del año pasado, después de tres meses de audiencias, Schiffrin aseguró a Página/12: Hay casos que nunca se habían denunciado. Esto abre un nuevo espacio legal. Según la novedosa presentación del juez, en este caso no se juzgaría a Etchecolatz por la apropiación de menores, sino por homicidios, privaciones ilegítimas de libertad, torturas y violaciones. Etchecolatz fue condenado a 23 años de prisión por ser responsable de 91 tormentos, pero está libre porque fue beneficiado por la Ley de Obediencia Debida. En un escrito de una carilla y media, Schiffrin detalló una serie de casos que no fueron tenidos en cuenta en la causa en que se investigó el accionar de la Policía Bonaerense comandada por el general Ramón Camps durante la dictadura, en la que fue condenado Etchecolatz. Esto eliminaría el argumento de que estos delitos ya fueron juzgados. El razonamiento que se utilizaría para esquivar la Obediencia Debida es que el ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense tenía control de mando sobre estos hechos y no podría alegar que cumplió órdenes. El problema es que los jueces de la Corte Suprema consideraron que correspondía beneficiar a Etchecolatz con esa ley. Por otro camino, esto podría acelerar un pedido de nulidad de la Obediencia Debida y Punto Final. Averiguar la verdad sin tener un medio coercitivo atrás es una utopía, manifestó ayer Schiffrin. El miércoles pasado el comisario Osvaldo Setorio, ex titular de la comisaría quinta de la Plata, fue llamado a declarar. No recuerdo, dijo varias veces al ser indagado sobre el destino de la menor Clara Anahí Mariani. Miembros de organismos de derechos humanos lo abuchearon pero Sertorio se fue a su casa, a pesar de haber sido el jefe de un lugar en el que funcionó uno de los centros clandestinos más grandes de La Plata. La solicitud de Schiffrin ya tiene la firma de adhesión del juez Héctor Umaschi y
cuenta con el apoyo de otro colega. En la reunión que mantendrán los nueve camaristas en
quince días, la posición a favor de citar a Etchecolatz necesitará de otros dos votos
para ganar. Los delitos que se le imputan a Etchecolatz son:
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