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El accidente nuclear de Japón es el más grave después de Chernobyl

La OMS considera, sin embargo, que la fuga de radiactividadno se expandirá fuera del país. Levantaron el toque de quedaen Tokaimura, pero la gente no se anima a salir de sus casas.

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t.gif (862 bytes)  JCO, la empresa propietaria de la planta de uranio de Tokaimura, achacó ayer a una negligencia de tres empleados el origen de lo que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIAIEA) califica ya como “el accidente nuclear más significativo desde Chernobyl” y uno de los cinco peores de la historia. Pero si los trabajadores pudieron cometer un error tan descomunal fue porque la empresa incumplió las más elementales normas de seguridad. Sin embargo, las autoridades japonesas salieron ayer a restarle magnitud al hecho. En coincidencia con la Organización Mundial para la Salud, destacaron que la radiactividad no saldrá del país e incluso levantaron el toque de queda en Tokaimura. Pero la gente no se sumó al optimismo oficial: con sus calles desiertas, sus escuelas y negocios cerrados, con sus ventanas clausuradas pese al intenso calor, Tokaimura parecía una ciudad fantasma.El accidente ha sido catalogado como de nivel cuatro en una escala de medición internacional de cero a siete. Pero la AIAIEA señaló que la gravedad puede ser mayor de lo que se cree: aseguró que el nivel cuatro adjudicado es “provisional” y destacó que la calificación final se conocerá al término de la investigación.Las autoridades locales intentaron llevar calma. “No hay riesgos de nuevas emisiones de radiaciones”, explicó un funcionario, cuya voz estaba conectada a los altoparlantes puestos en las calles para llegar a los 300.000 habitantes de la ciudad. La evacuación de la población asentada en un radio de 350 metros de la instalación nuclear se mantuvo vigente.El portavoz de la AIAIEA, David Kyd, evaluó que el accidente es el más grave ocurrido después del de Chernobyl (Ucrania) en 1986. “Es un accidente muy importante tanto por el número de afectados como por los efectos sobre la salud de la gente que vive en los alrededores”, declaró. A causa del accidente resultaron contaminados por elevados niveles de radiación 18 trabajadores de la planta, dos de los cuales están en estado crítico. Un total de 55 personas estuvieron expuestas a la radiación. De todos modos, la OMS aclaró que el accidente no tendrá efectos fuera de Japón y es poco probable que afecte a la salud, más allá de la población local.El director de asuntos generales de la firma JCO, Makoto Morita, declaró ayer que “somos responsables del accidente, puesto que nuestros empleados violaron las reglas de la compañía. El incidente fue lamentable”. De esta forma, la empresa achacaba sin dejar lugar a dudas el grave accidente a la falla humana de sus trabajadores.Según Morita, los tres empleados cometieron numerosas irregularidades. Por ejemplo, suprimieron un paso intermedio del procedimiento marcado por la compañía y vertieron manualmente una solución de uranio “en un recipiente de acero inoxidable inapropiado”. En ese recipiente, los operarios pusieron una solución que contenía 16 kilos de uranio, cuando de ningún modo debieron haber superado los 2,3 kilos.El contenido del recipiente superó así lo que se conoce como masa crítica, la cantidad de uranio necesaria para generar una reacción nuclear en cadena, el mismo proceso que normalmente ocurre dentro del reactor de una central nuclear. Evitar que se alcance la masa crítica es la precaución más elemental que sigue siempre cualquier planta de este tipo.Los empleados cometieron una negligencia casi inconcebible. Pero las fallas humanas ocurren sólo donde las condiciones lo permiten, y lo que los expertos de todo el mundo no se logran explicar es que la firma fallara estrepitosamente en su cometido fundamental: impedir la más mínima posibilidad de que un recipiente de la planta superara la masa crítica.Las negligencias de la empresa no acabaron ahí. Los responsables de JCO, una filial de Sumitomo Metal Mining, tardaron 40 minutos en informar del accidente a la agencia japonesa de Ciencia y Tecnología, y nada menos que una hora en alertar a las autoridades locales de Tokaimura, que se tomaronotra hora antes de aconsejar a la población que se quedara recluida en sus casas. La radiactividad es mucho más rápida que todo esto.

 

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