|
Por Adrián H. Mouján Si es sólo por voluntad del Gobierno, Lino Oviedo permanecerá en el país por lo menos hasta el 10 de diciembre. La Cancillería consideró ayer que las declaraciones que el ex general golpista realizó el viernes pasado en Tierra del Fuego anunciando que "pronto" volverá a Paraguay para levantar al "pueblo campesino", "no violan las condiciones del asilo político". Luego de un día de intensas reuniones, el Ministerio de Relaciones Exteriores fue el encargado de anunciar la resolución oficial. De hecho le da tiempo a Oviedo hasta el cambio de gobierno a buscarse un tercer país. Los funcionarios de la Casa Rosada aseguran que el militar paraguayo partirá rumbo a nuevo destino gane quien gane el 24 de octubre. Mientras tanto, Oviedo ya le pidió al secretario de Seguridad Interior Miguel Angel Toma que le permita trasladarse a una casa en Lago Escondido, un paraíso a sólo 60 kilómetros de Ushuaia. "Del análisis de las declaraciones y conducta del señor Oviedo no ha surgido, en esta instancia, ninguna evidencia que suponga incursión en temas políticos o una nueva transgresión a las normas del asilo", dice el comunicado de la Cancillería argentina en su párrafo más importante. Y agrega: "Se constató que el señor Oviedo, además de prestarse al registro de imágenes por parte de camarógrafos y reporteros gráficos de diversos medios que acudieron a las proximidades de su lugar de residencia, produjo declaraciones periodísticas para dos radios --una de la Capital Federal y otra local, fueguina-- no existiendo constancias de que, aparte de esos contactos, haya producido expresas declaraciones a otros medios de prensa. El comunicado confirmó la información publicada ayer en Página/12. Un funcionario de la Secretaría de Seguridad Interior, contradiciendo a colaboradores del propio Carlos Menem, había descartado la posibilidad de que el gobierno nacional le pidiera a Oviedo que se marchase lo antes posible. La Cancillería se apoyó justamente en un informe redactado por Seguridad Interior para adoptar la resolución que le permite a Oviedo seguir viviendo en la estancia Rivadavia, ubicada en el centro de la isla. "Oviedo sólo le concedió un reportaje a una radio porteña y a una fueguina, y lo que apareció publicado fue una reconstrucción del diálogo que el paraguayo tuvo con empleados de la panadería", explicó un colaborador de Miguel Angel Toma en aparente referencia a una nota de Clarín del sábado último. En el despacho del funcionario explicaron el informe por datos "brindados por los empleados de la panadería y los pobladores, y que reunieron efectivos de Gendarmería junto con miembros de la custodia que le hemos puesto a Oviedo". El oficialismo dice que se tendrá en cuenta la conducta del ex militar, a quien se le ordenará que no tenga más contactos con la prensa. El encargado de comunicarle las nuevas directivas a Oviedo será su amigo el embajador ante Uruguay Andrés Antonietti, quien ya lo había llamado el fin de semana al teléfono satelital que el ex líder colorado se llevó a su residencia patagónica. "Le dijimos al aviador (por Antonietti) que le pidiera a su amigo paraguayo que no conceda ningún reportaje; que cada vez que los periodistas se le acerquen, cuando vaya al pueblo, no les conteste nada", explicó un allegado a Corach. En el área política apuestan a que Oviedo permanezca con la boca cerrada y que de esa forma lo que definen como "acoso periodístico" se vaya diluyendo con el correr de los días. Pero los términos en los que se refirió el colaborador de Corach a Antonietti y a Oviedo permiten desentrañar la pelea originada en el Gobierno por la permanencia del ex general paraguayo en la Argentina. La amistad de Antonietti, Alberto Kohan y otros conspicuos menemistas con Oviedo choca con las necesidades políticas de algunos funcionarios que el 24 de octubre encabezan listas para cargos electivos que les permitan alcanzar fueros. Corach fue el responsable de llevar ayer por la mañana a la Casa de Gobierno el informe redactado por el equipo de Toma a una reunión que sostuvo con Menem; el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez; el canciller, Guido Di Tella, y Kohan. En ese encuentro todos fueron muy cuidadosos y ninguno buscó proponerle una solución al jefe de Estado, a sabiendas de que sería Menem quien decidiría la suerte de su amigo. "Es que la vez anterior, cuando llegó el pedido de extradición de Paraguay, algunos le aconsejaron a Menem que lo enviáramos a un tercer país, otros propusieron extraditarlo y los amigos defendieron la figura del asilo, como si supieran de qué se trataba", detalló a este diario un habitué de la Quinta de Olivos. En el encuentro afloró una obsesión de Menem: un pedido de disculpas oficial de Asunción por los "agravios" formulados por Nelson y Félix Argaña, hijos del vicepresidente paraguayo asesinado a fines de marzo. Di Tella, que es quien tiene a su cargo la tarea de conseguir las disculpas, pidió a dos colaboradores, el secretario de Coordinación y Relaciones Institucionales, Daniel Castruccio, y el subsecretario de Políticas Latinoamericanas, Julio Freyre, que se reunieran con el encargado de negocios de Paraguay, Víctor Hugo Peña Bareiro. Peña estaba aún a cargo de la representación. La embajadora Leila Rachid, que había dejado Buenos Aires por la crisis, regresó anoche. Este diario pudo establecer que hoy mismo se reunirá con funcionarios de la Cancillería. El embajador argentino en Paraguay, José María Berro Madero, sigue en Buenos Aires hasta que lleguen las explicaciones del gobierno de González Macchi. Ayer Castruccio y Freyre le pidieron a Peña Bareiro que se evitara una nueva escalada en la guerra de declaraciones ante la eventual llegada de los senadores paraguayos Luis Mauro y Francisco José de Vargas, que estaba programada para mañana pero, como se informa en estas páginas, fue suspendida. La atención de los colaboradores de Di Tella se centró especialmente en De Vargas, que el jueves pasado denunció que Oviedo y Menem son socios en un emprendimiento minero radicado en La Rioja pero que opera en Paraguay.
Por Santiago Rodríguez Ariza trabaja hace casi ya cinco años en la FM Del Bosque, una de las tres radios de ese pequeño pueblo de Tierra del Fuego. El Gobierno le dio material de sobra para el programa que conduce todos los días de 10 a 12, cuando resolvió que Oviedo fuera confinado en ese lugar por haber violado las reglas de su asilo político. "La semana pasada, cuando Oviedo llegó acá, la gente empezó a llamarme para decir lo que pensaba", contó Ariza. A su favor no sólo jugó el deseo de los pobladores de Tolhuin de expresar su parecer ante el arribo del ex hombre fuerte paraguayo, sino también que la FM Del Bosque "es la única de las tres radios de pueblo que figura en guía". --¿Y la gente qué decía? --Acá están muy enojados porque se ha tomado a Tolhuin como un confín --respondió Ariza--. La irritación no es con Oviedo. A algunos les cae simpático. Otros lo repudian sin saber muy bien por qué. Como tantos otros argentinos, Ariza emigró hace 20 años a Tierra del Fuego para trabajar en las industrias que por entonces comenzaban a florecer en esa provincia. Fue al amparo de la opinión de sus oyentes que Ariza tuvo la idea que concluiría con Oviedo diciendo el sábado pasado a los paraguayos radicados en territorio fueguino --y a través de la FM Del Bosque-- que pronto volverían a encontrarse en Paraguay "para levantar al pueblo campesino necesitado". Hay dos formas de entender ese "levantar". Una, literal, como una suerte de incitación a un alzamiento. Otra, al parecer más exacta para el sentido en guaraní, traduciría la palabra como "construir", "elevar". Ajeno a esa disquisición, que el gobierno por otra parte no tuvo en cuenta al menos en los detalles para su comunicado, Ariza explicó que "como la radio es la única que llega a la estancia Rivadavia, se me ocurrió pedirle a un paraguayo que viniera todos los días a leer en guaraní los mensajes de saludo o de repudio a Oviedo que mandaba la gente". En Tolhuin viven alrededor de 50 paraguayos --hay unos 1000 en toda la provincia-- y al periodista no le costó demasiado encontrar al hombre indicado: Raimundo, tal el nombre de ficción que ambos convinieron para el nuevo personaje del programa. Raimundo nunca llegó a entrar en acción, aunque le dio a Ariza el pie para que Oviedo dijera lo que dijo. El viernes pasado el periodista siguió al ex general golpista hasta la ya famosa panadería del pueblo. Allí cruzaron sus primeras palabras, pero fue en un mercadito vecino donde Ariza concretó el reportaje. "La verdad es que yo no había arreglado nada con (el abogado de Oviedo, Federico) Pinto Kramer y sabía que a otros periodistas les había manoteado el grabador en más de una oportunidad por llevarlo a temas políticos. Mis preguntas fueron muy livianas: si iba a venir la familia, si estaba conforme con el lugar, si pensaba andar a caballo. Cosas así", recordó Ariza. --¿Y cómo fue entonces que Oviedo dijo lo que dijo? --Termino de hacer la entrevista, le pregunto si va a escuchar mi radio y me responde: "Sí, como no, por supuesto". Ahí, le cuento la idea de leerle en guaraní los mensajes de la gente y es cuando él se engancha. Se ve que le apasiona hablar en guaraní. No sé, a lo mejor no me entendió y pensó que le pedía un saludo para los paraguayos que viven acá. De lo que Ariza ya no tiene dudas es de lo que Oviedo le dijo: Raimundo se lo tradujo. DOS SENADORES PARAGUAYOS CONTRA EL GENERAL
Por Eduardo Tagliaferro "Sus dichos son pirotecnia verbal, una treta para ganar tiempo mientras consigue un nuevo destino donde continuar con su asilo. Oviedo sabe que en Asunción tiene que enfrentar a la justicia", aseguró Mauro, quien preside la comisión bicameral que investiga las actividades del ex general. Por su parte de Vargas dijo a este diario que "Oviedo no puede ser ni candidato a guardabarrera, ya que legalmente no es posible revisar la sentencia de la Suprema Corte. Sólo podría ser candidato mediante un golpe de Estado. Con esta actitud no hace más que violar las reglas del asilo político, un asilo mal concedido por otra parte, ya que Oviedo no es un perseguido político sino un condenado y un ladrón de fondos públicos con los que amasó una de las fortunas más grande de Latinoamérica". La presencia del senador De Vargas estaba anunciada en Buenos Aires para mañana, cuando Franco Caviglia presente en los tribunales de Comodoro Py una denuncia sobre los presuntos vínculos irregulares que unen al asilado ex general con el presidente Carlos Menem. Respecto de esa visita, el senador De Vargas fue contundente: "No pienso pisar territorio argentino en tanto un amigo de Oviedo esté en el poder. No creo tener garantías personales. Me cuesta entender cómo el pueblo argentino le permite a su Presidente darle asilo a Oviedo, que es un asesino que mató y va a seguir matando para concretar sus planes". De Vargas preside la comisión de Asuntos Constitucionales, donde según dijo a Página/12 se encuentra el expediente que pretende otorgar la concesión de explotación de minerales en favor de la empresa "Yacimientos Minerales Riojanos, cuyo socio propietario es Carlos Menem. Este proyecto era impulsado por reconocidos gestores de Oviedo", concluyó el senador.
|