Por Felipe Yapur Desde Rafaela, Santa Fe Eduardo Duhalde festejó su
cumpleaños número 58 haciendo campaña con Carlos Reutemann y Jorge Obeid por el
interior santafesino. Recibió, como era de esperar, varios regalos para la ocasión: una
botella de whisky, dos copas de cristal para servir martinis pero también un frío
pronóstico del Lole para el 24 de octubre: Espero que gane el justicialismo, porque
a ningún gobernador le conviene tener un presidente que no sea del mismo palo, dijo
el gobernador electo forzando su sonrisa y la del propio Duhalde.
Los periodistas que cubren la gira duhaldista tuvieron que insistir para poder escuchar
una definición más clara de Reutemann sobre el resultado del día de los comicios:
Yo le tengo fe a Duhalde dijo parafraseando al compañero de fórmula
presidencial, Ramón Ortega. Además, no hay nada mejor que tener palenque donde
rascarse.
La escueta y poco entusiasta manifestación de triunfo del gobernador electo de Santa Fe
fue rápidamente explicada por los hombres del justicialismo local. El Lole es así,
dice poco pero hace mucho. Lo más importante de todo es que él está con Duhalde
caminando la provincia, ayudando a ganar la presidencia, dijo un operador
reutemista. Los duhaldistas, por su lado, sólo se limitaron a escuchar y a esperar que lo
que dicen los seguidores del ex piloto de F1 sea verdad.
Mientras tanto, Duhalde recorrió ayer dos localidades de Santa Fe. Primero visitó la
ciudad de Esperanza un histórico bastión radical, hasta donde llegó
acompañado del Lole y de Obeid. Allí lo esperaron un poco más de un centenar de
afiliados justicialistas que se amontonaron para escuchar a su candidato decir que
la Alianza piensa que se puede salir de la recesión con más ajuste. Y en esto se
equivocan, porque si siguen pensando en presionar cada vez más a las provincias con más
ajuste, el año próximo habrá una eclosión y el partido que esté gobernando terminará
como el de (Raúl) Alfonsín. Sin duda que esta vez se cuidó de decir que los
costos los pagará la próxima administración y no la actual, para así evitar un choque
con el presidente Carlos Menem.
Duhalde repitió su discurso referido al apoyo estatal que necesitan las PyMES para
reducir el desempleo, el rechazo a las recetas del FMI, y sostuvo que el único presidente
de las últimas décadas que tuvo experiencia en administrar, como la que tiene él,
fue el presidente Menem. Mientras tanto, en la puerta del PJ local un par de
hombres se desgañitaba ofreciendo las banderas del próximo presidente.
Cuando todo finalizó, y casi sin voz, los vendedores ambulantes reconocieron que el
mercado está duro porque sólo pudimos vender un par de banderas.
Luego se trasladó a Rafaela, la tercera ciudad en importancia de la provincia, ubicada a
ochenta kilómetros al oeste de la capital santafesina. Este fue el lugar elegido por su
esposa, Hilda Chiche González, para festejar junto a sus hijos y nietos el
cumpleaños del candidato. Globos y carteles adornaron el salón del hotel donde Duhalde y
su gente se tomaron un descanso antes de recorrer en caravana la ciudad. Duhalde se hizo
rodear de su familia para escuchar cómo los presentes entonaban las estrofas del
cumpleaños feliz y sonrió para los fotógrafos cuando apagó la única vela de la torta,
que tenía a manera de adorno un mapa de la Argentina y la frase feliz cumpleaños
Presidente. Fue en ese momento que Chiche anunció que todavía no le habían
entregado el regalo: Será una sorpresa, dijo con tono misterioso.
El otro regalo que todavía no recibió es el de Ramón Ortega. Palito, ausente cada vez
que Duhalde hace campaña con Reutemann, sólo se comunicó telefónicamente con el
candidato para saludarlo. Pero Duhalde no quiso distraer la campaña por su cumpleaños.
En Rafaela anunció que la única manera de salir de la crisis es implementando un
shock de productividad, pero para ello es necesario aprobar las leyes que planteamos con
laconcertación. Reiteró su desagrado con respecto a los resultados que arrojan los
sondeos de opinión, porque entiende que las encuestadoras o están totalmente
erradas o forman parte de una acción psicológica en contra del PJ.
DUHALDE VUELVE A PEDIR POR PATTI
Con olor a derrota
A Eduardo
Duhalde le preocupa una derrota justicialista a nivel nacional. Pero la sola posibilidad
de que, además, sea vencido en la provincia de Buenos Aires su propio
distrito le pone los pelos de punta. Por eso en los últimos días buscó en vano
los buenos oficios de Carlos Menem para lograr que Luis Patti desista de su candidatura a
gobernador bonaerense. Por enésima vez, el subcomisario le dijo ayer a Página/12 que no
se bajará.
Menem ya había hecho al menos tres pedidos al intendente de Escobar para que retire su
candidatura. Uno a través del sindicalista petrolero Antonio Cassia, y los otros dos en
forma personal: en la Residencia de Olivos, primero, y en Anillaco, después, adonde el
subcomisario llegó en un avión acompañado por el secretario general de la Presidencia,
Alberto Kohan, y el ministro del Interior, Carlos Corach.
En la última semana el duhaldismo renovó los pedidos a Menem y circuló una versión de
una cumbre entre el Presidente y el candidato del PJ en la que se habría abordado el
tema. Pero en el menemismo las versiones son contradictorias sobre la manera de resolver
la cuestión Patti.
En el círculo áulico insisten en que Menem ya hizo todo lo posible y que
no moverá un dedo para ayudar a Duhalde, más allá de alguna declaración
pública. Los menemistas que ofician de bisagra con el duhaldismo son más componedores. Y
aseguran que son continuas las gestiones extraoficiales para que el subcomisario abandone
sus pretensiones. No queremos hablar mucho porque después Duhalde dice que en
verdad lo que hacemos es sobrevaluar a Patti, aseguran. Es este sector el que no
comparte la teoría de la inmunidad presidencial: Si Duhalde pierde por
afano, Menem también pierde. No jodamos.
Patti no sólo insiste en que no se bajará. Además informó ayer a Página/12 que su
boleta no llevará candidato a presidente. La expectativa de mínima de Duhalde era que,
si Patti no desiste de su postulación, al menos lleve en su lista la fórmula
presidencial del PJ.
La mayoría de las encuestas muestran una leve ventaja de la candidata de la Alianza,
Graciela Fernández Meijide, por sobre el postulante del PJ, Carlos Ruckauf, mientras que
Patti sigue en lento pero continuo crecimiento. Duhalde está apostando a todo o nada en
su distrito. Por eso ordenó que Evangelina Salazar acompañe al candidato del PJ de La
Matanza, Alberto Balestrini, para seducir a un electorado que se está inclinando por la
aliancista Lidia Pinky Satragno.
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