Por José Natanson Los aires de triunfo de la
Alianza no sólo desatan las pasiones de quienes aspiran a ocupar un sillón cerca de
Fernando de la Rúa en el gabinete nacional. Federico Storani y Rafael Pascual, dos
diputados de perfiles y trayectorias bien distintos, mantienen desde hace meses una pelea
subterránea por la presidencia de la Cámara de Diputados a partir del 10 de diciembre.
El dirigente que acceda a este lugar obtendrá un puesto de importancia institucional que
a diferencia de los ministros se encuentra relativamente alejado de los
vaivenes anímicos y políticos del presidente de la nación. Como la jefatura del Senado
quedará en manos de Carlos Chacho Alvarez, los socios de la Alianza
establecieron que, en caso de ganar los comicios de octubre, la presidencia de Diputados
estará reservada para un radical. Serán los diputados radicales, entonces, los que
definan el nombre del futuro jefe de la cámara que debe ser elegido en las sesiones
preparatorias que deben realizarse antes del 10 de diciembre.
El lugar es objeto de una disputa entre dos diputados que ya se han cruzado en otras
oportunidades, Storani y Pascual, quienes en 1997 pelearon la presidencia del bloque
radical. En esa ocasión, el bonaerense se impuso por un solo voto de diferencia.
u Pascual es el operador político más cercano a De la Rúa. De origen balbinista, el
dirigente de Parque Patricios, fervoroso hincha de Huracán, acompaña desde hace años al
candidato de la Alianza, que lo designó jefe de campaña. Cada vez que se encuentra con
un diputado radical, Pascual explica pacientemente que, por su valor estratégico de
enlace con el PJ, la jefatura de la cámara debería quedar en manos de alguien cercano al
presidente. Recuerda que quien ocupe este lugar será el tercero en la línea de sucesión
presidencial. Y agrega que sería insólito que ese dirigente fuera Storani, líder de una
línea interna diferente y a menudo opuesta a la de De la Rúa. Como último
argumento, bromeando, Pascual señala que la tradición indica que los últimos jefes de
la cámara Juan Carlos Pugliese, Alberto Pierri han sido hombres cuyos
apellidos comienzan con la letra p.
u Storani lidera un sector con un poder relativamente menguado pero todavía apreciable. A
fines del año pasado, cuando debía definirse el nombre del radical que acompañaría a
Graciela Fernández Meijide, los jefes de la UCR bonaerense acordaron que los diputados de
ese distrito votarían a Storani como próximo titular de la Cámara baja. Finalmente, la
decisión de Enrique El Japonés García de pelear la interna hizo tambalear
el acuerdo. De todos modos, Storani lo exhibe como argumento básico y recuerda que Raúl
Alfonsín personalmente y De la Rúa por teléfono aceptaron aquel
reparto, que le permitiría contar con el apoyo básico de una veintena de legisladores.
Otro razonamiento se vincula al reparto del poder: Storani sabe que ni él ni ningún otro
representante de su sector obtendrán cargos importantes en un eventual gobierno de la
Alianza y sostiene que, por una cuestión de equilibrio interno, merece ese lugar.
Estoy dispuesto a pelear a fondo, dice el diputado.
De la Rúa aún no ha confirmado por cuál de los dos se inclinará, pero su entorno cree
que finalmente respaldará a Pascual, como premio por su lealtad histórica. Storani
asegura que Alfonsín le ha confirmado que se siente garante del acuerdo y que hará lo
posible para que se cumpla. De todos modos, cerca del ex presidente sostienen que es
difícil que el jefe radical entre en conflicto con De la Rúa para respaldar a su ex hijo
pródigo.
Aunque la presidencia de Diputados depende, en última instancia, de la voluntad de los
legisladores radicales, la actitud de De la Rúa y en menor medida la de
Alfonsín será la que determine el nombre del sucesor de Alberto Pierri.
El bloque es para el Frepaso El acuerdo de la Alianza estableció un reparto equilibrado del poder en el
Congreso, en caso de triunfar en octubre. Como la jefatura de la Cámara de Diputados
quedó reservada para un radical, la presidencia de la bancada de la Alianza en la Cámara
baja recaerá en un frepasista. Darío Alessandro, uno de los hombres más cercanos a
Carlos Chacho Alvarez, es vicepresidente del bloque del Frepaso y uno de los
candidatos para ocupar este lugar. Pero Chacho también quiere que Alessandro se convierta
en el principal operador de Aníbal Ibarra, que se postulará para jefe de gobierno
porteño el año que viene. En ese caso, lo más probable es que Rafael Flores, un
diputado de Santa Cruz que llegó al Frepaso de la mano de José Bordón, presida la
bancada oficialista a partir de diciembre. |
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