Tras
30 días de bombardeos y combates, esto es una guerra. La sentencia salió ayer de
boca del presidente de la república de Chechenia, Aslan Masjadov. La confirmación la dio
la otra parte en conflicto. El premier ruso, Vladimir Putin, anunció que las tropas de
Moscú ya controlan un tercio del territorio checheno y se preparan para tomar por asalto
la capital. Tres años después de la costosa guerra que significó su derrota y la
virtual independencia de Chechenia, Rusia intenta recuperar el control de la república
caucásica. Al comienzo, el argumento fue combatir al terrorismo islámico al que señala
como responsable de los atentados en varias ciudades rusas, y que tendría sus bases en
Chechenia y Daguestán. Pero ayer el Kremlin dejó sus intenciones al descubierto al
adelantar que pretende reincoporar la república a la Federación Rusa. El
lunes, Rusia hablaba de escaramuzas. Ayer reconoció que está en marcha la
segunda guerra de Chechenia, que terminó en 1996 después de dos años, 200.000 muertos y
el estrepitoso fracaso de Moscú. Las autoridades chechenas habían anunciado que no
pretendían embarcarse en un nuevo enfrentamiento militar y que la resistencia armada
corría por cuenta de grupos guerrilleros fuera de la órbita de control de Grozny. Sin
embargo, el presidente Masjadov tenía a mano un decreto para imponer el estado de guerra
en la república y su firma era inminente. Finalmente lo hizo ayer, después del rechazo
ruso a la mediación del presidente de Georgia por considerar que se trata de un
conflicto interno.La definición del enfrentamiento como un tema de política
interior fue reconocida ayer públicamente por Moscú. Para resolver esta crisis
debemos reincorporar el territorio rebelde en el campo constitucional de Rusia
disparó el primer ministro ruso. La República Chechena fue y sigue siendo
parte de la Federación Rusa. Con esa misión, las fuerzas rusas avanzaron en el
interior del territorio checheno al poner bajo su control 30 localidades. Las tropas ya se
encuentran en los márgenes del río Terek, que corta el norte de la república de oeste a
este y que está a 20 kilómetros de Grozny. La posición de los efectivos rusos sería la
base de lanzamiento de la ofensiva final sobre la capital chechena, donde Rusia pretende
desplazar a Masjadov para instaurar un gobierno leal a Moscú. Hay una relación
directa entre el comienzo de la guerra y la situación política de lucha por el poder en
Rusia, explicó el presidente de Chechenia. La acusación hace referencia a la
crisis que vive el Kremlin ante las denuncias de corrupción que involucran al clan
Yeltsin y las sospechas de la oposición de que el presidente ruso está decidido a
mantenerse en el poder a cualquier precio. Un éxito militar en la renovada guerra contra
Chechenia sería una manera efectiva de ganar apoyo popular, aunque todavía pesa el
recuerdo de los miles de soldados rusos muertos en la anterior ofensiva. Como si fuera
poco, los bombardeos sobre Chechenia afectaron instalaciones civiles y dejaron sin agua,
gas ni electricidad a la población. Y los más de 120.000 refugiados que huyen hacia la
república vecina de Ingushetia ya son el punto más cuestionado de la cruzada rusa contra
el separatismo.OPINION
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