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El viernes, cuando el juez británico Ronald Bartle anuncie el fallo en primera instancia de su juicio de extradición a España, Augusto Pinochet seguramente se sentirá peor que ahora. Hoy, Bartle decidirá si el ex dictador puede estar ausente en el momento del anuncio por motivos de salud. Si la defensa de Pinochet logra que el magistrado acepte el pedido, quedaría reforzada la posición de que su estado de salud justifica regresarlo a Chile por razones humanitarias. El destino del ex dictador reposaría así prácticamente en manos del ministro británico del Interior, Jack Straw, el único que puede concederle ese beneficio. En apoyo de su antiguo aliado, la ex dama de hierro Margaret Thatcher protagonizará hoy un encuentro durante el congreso anual del Partido Conservador británico. Ayer, a 11 años del plebiscito que dijo no a la dictadura, se presentó en Chile la querella 46 contra Pinochet. Hoy será otro día clave para Pinochet. El juez Bartle escuchará los alegatos de la defensa y de la fiscalía británica para decidir si el ex dictador podrá o no estar ausente el viernes ante la corte londinense de Bow Street. La legislación británica establece que el acusado debe presentarse ante el tribunal cuando empieza el proceso Pinochet lo hizo el 11 de diciembre del año pasado y también al anunciarse el fallo en primera instancia. Ante el pedido de los defensores, el juez británico decidió celebrar una audiencia para tratar este último asunto. Para avalar su presentación, la defensa adjuntó informes médicos sobre el estado de salud de su cliente, que indican que Pinochet padece de 12 dolencias (que no excluyen la diabetes, la artrosis, los problemas de próstata y una aguda depresión). La fiscalía se opone a que se le otorgue esta medida de indulgencia por temor a que sea utilizada como prueba de que Pinochet no está en condiciones físicas para soportar la extradición a España y menos aún el juicio que le espera en Madrid. Si la defensa tiene éxito, la salida humanitaria estaría más cerca que nunca. La ausencia de Pinochet, en el caso de aprobarse, no sería la única. Tampoco estará presente el viernes el juez español Baltasar Garzón, que decidió esperar el fallo de su colega Bartle desde Madrid. Margaret Thatcher será la estrella de un mitin conservador celebrado al mismo tiempo que el congreso anual de su partido en la ciudad de Blackpool, al noroeste de Inglaterra. La importancia de su respaldo quedará demostrada en que es la primera vez que Thatcher pronuncia un discurso durante el encuentro anual del partido desde que abandonó el poder en 1990.Pinochet recibirá hoy al senador derechista de Renovación Nacional, Julio Lagos, que llegará hasta la residencia en las afueras de Londres donde el ex dictador cumple el arresto domiciliario para darle otra mala noticia. Desde el lunes hay una nueva querella en su contra, la número 46, por el asesinato de un militante socialista el 30 de octubre de 1973. La presentación fue hecha ante el juez chileno Juan Guzmán Tapia, que lleva 30 de los procesos iniciados en Chile contra Pinochet. Como contraparte, Lagos intentará levantarle el ánimo al entregarle una urna con tierra del Morro de Arica, una zona ocupada por la infantería chilena durante la Guerra del Pacífico después de enfrentarse a la alianza entre Perú y Bolivia.
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