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De la Rúa no habla pero el minué
de los ministeriables ya comenzó

El presidente electo no le fijó a ninguno de los suyos sus planes para
configurar su ministerio. Pero Machinea y Nicolás Gallo aparecen firmes.


Nicolás Gallo. Jorge Sappia.


José Luis Machinea. Ricardo Gil Lavedra.


Rodríguez Giavarini.Rodolfo Terragno.

 

Por J.N.

Fernando de la Rúa no habló con ninguno de sus hombres de confianza sobre su posible inclusión en el gobierno. Cerca del jefe radical infieren sus intenciones por sus gestos, más que por sus palabras. De todos modos, el silencio obstinado de De la Rúa no impidió que circulasen
una serie de nombres: Rodolfo Terragno, José Luis Machinea, Adalberto Rodríguez Giavarini, Ricardo Gil Lavedra, Juan Carlos Tedesco y Jorge Sappia son algunos de los dirigentes que podrían ocupar, de acuerdo a los últimas especulaciones, alguno de los cargos en el gabinete nacional.
Antes de antes de decidir qué dirigente designará en cada cargo, De la Rúa deberá terminar el diseño de la estructura de gabinete (ver aparte). Pero, más allá del nuevo esquema, lo cierto es que en los despachos de la Alianza se menciona a un conjunto de dirigentes con posibilidades de sentarse en un sillón cercano al del próximo presidente.
Rodolfo Terragno –el único nombre que De la Rúa consultó con Raúl Alfonsín– apareció siempre como candidato natural para la jefatura de gabinete. De condiciones técnicas irreprochables, Terragno mantiene una buena relación con el Frepaso, clave para articular un gabinete integrado por funcionarios radicales y frepasistas. Sin embargo, De la Rúa se molestó con los últimos movimientos del diputado, quien parece tomarse demasiado en serio un cargo que todavía no le ofrecieron. “De la Rúa y Terragno no tienen feeling”, dijo a Página/12 un dirigente con acceso diario al despacho del jefe de gobierno. Incluso antes de que se conocieron los resultados de la elección de ayer, el círculo íntimo del jefe radical ya alentaba la posibilidad de que otro dirigente ocupe el lugar reservado para Terragno.
Pocos días después de que se formara la Alianza, en agosto de 1997, Carlos “Chacho” Alvarez y Raúl Alfonsín apostaron a José Luis Machinea como el economista capaz de equilibrar las señales de tranquilidad al establishment con una mínima voluntad de cambio. El titular de FADE desempeñó con solvencia su papel de coordinador del equipo de Economía de la coalición y hoy son pocos los que dudan de que se convertirá en el sucesor de Roque Fernández.
Adalberto Rodríguez Giavarini es el hombre con más posibilidades de convertirse en canciller. El economista escuchó de boca de De la Rúa los planes para imprimirle un tono eminentemente económico a la Cancillería, y profundizó sus estudios de política y relaciones internacionales. Sin embargo, Giavarini rechazó la propuesta de encabezar la lista de diputados por la Capital. “A Fernando no le gustan los rechazos y Giavarini ya lo rechazó dos veces”, señaló uno de los operadores del jefe de la Alianza, recordando la renuncia del economista a la secretaría de Hacienda porteña. Ricardo López Murphy se alejó públicamente de De la Rúa luego de sus polémicas declaraciones sobre la conveniencia de reducir los salarios, lo que no le impidió mantener un diálogo privado y fluido con el futuro Presidente. “Puede ser embajador en Estados Unidos. Estaría alejado de la Argentina pero en un lugar lo suficientemente importante como para volver si se produce alguna crisis ministerial”, fue la definición de un asesor delarruista.
Uno de los proyectos de reforma de gabinete incluye la fusión de las carteras de Justicia e Interior en un solo ministerio. Todos apuestan al jurista radical Ricardo Gil Lavedra como el hombre con más posibilidades de encabezar esta super cartera. Bajo la órbita de Gil Lavedra, en la secretaría de Justicia, podría ser designado Rafael Bielsa, un constitucionalista cercano al Frepaso. Para la secretaría de Interior el Frepaso alienta el nombre de Alberto Flamarique, el operador dilecto de Chacho Alvarez. “Viene del peronismo. Sería un buen interlocutor con los gobernadores”, especulan en la Alianza.
El otro dirigente del Frepaso con posibilidades de ocupar un cargo de importancia en el futuro gabinete tiene un perfil más técnico: Juan Carlos Tedesco construyó una relación propia con De la Rúa y es probable que seadesignado como ministro de Educación, una área que le corresponde al Frepaso. Pero Tedesco no es el único técnico espectable. Jorge Sappia, ex ministro de trabajo de Eduardo Angeloz en Córdoba, suena como futuro ministro de Trabajo.
Para el Ministerio de Defensa se menciona a tres radicales: Antonio Berhongaray, amigo personal de De la Rúa y de Alfonsín; Juan Manuel Casella, titular de la comisión de Defensa de Diputados; y Enrique Mathov, secretario de gobierno porteño, quien también suena como posible secretario de Seguridad o titular de la SIDE.
Los delarruistas puros con chances de ocupar algún lugar importante son dos. El primero es Nicolás Gallo, una de las pocas personas en las que el Presidente electo confía casi ciegamente. Muchos creen que Gallo –ex secretario de Servicios porteño y ex tesorero de la campaña– se convertirá en futuro ministro de Infraestructura. Algunos hasta lo mencionan como posible jefe de gabinete.
El ex banquero Fernando de Santibañes tiene una quinta en Pilar, vecina a la de De la Rúa y a la Enrique “Coti” Nosiglia. Es amigo íntimo ambos y, aunque se doctoró en economía, elaboró una serie de planes educativos que incluyen el arancelamiento de los estudios universitarios. Ha sido mencionado alternativamente como futuro ministro de Economía, Educación y hasta como posible jefe de gabinete. Sin embargo, cerca de De la Rúa insisten en que sus ideas despiertan demasiados rechazos y que se convertirá en un asesor de primer nivel. “Fernando lo escucha mucho, pero no quiere que desempeñe ningún papel específico”, definió un hombre cercano al presidente electo.
Los últimos tres dirigentes pertenecen a la nueva generación delarruista. Cecilia Felgueras es la actual secretaria de Promoción Social del gobierno porteño. Un mes atrás, Felgueras recibió la orden de dejar listo el cronograma de su Secretaría hasta el año que viene, de manera de quedar liberada para pegar el salto al gabinete nacional. De la Rúa tiene una confianza total en la capacidad de Felgueras, que podría convertirse en secretaria de Acción Social. Hernán Lombardi se encuentra en una situación similar: es el secretario de Turismo del gobierno porteño y probablemente se hará cargo de su equivalente en el gobierno nacional, una actividad a la que De la Rúa planea darle un lugar preponderante. El último es Darío Lopérfido, secretario de Cultura porteño, vocero de la campaña y candidato a encabezar el área de comunicación del futuro gobierno.

 

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