Por
J.N.
Fernando
de la Rúa no habló con ninguno de sus hombres de confianza
sobre su posible inclusión en el gobierno. Cerca del jefe
radical infieren sus intenciones por sus gestos, más que
por sus palabras. De todos modos, el silencio obstinado de De la
Rúa no impidió que circulasen
una serie de nombres: Rodolfo Terragno, José Luis Machinea,
Adalberto Rodríguez Giavarini, Ricardo Gil Lavedra, Juan
Carlos Tedesco y Jorge Sappia son algunos de los dirigentes que
podrían ocupar, de acuerdo a los últimas especulaciones,
alguno de los cargos en el gabinete nacional.
Antes de antes de decidir qué dirigente designará
en cada cargo, De la Rúa deberá terminar el diseño
de la estructura de gabinete (ver aparte). Pero, más allá
del nuevo esquema, lo cierto es que en los despachos de la Alianza
se menciona a un conjunto de dirigentes con posibilidades de sentarse
en un sillón cercano al del próximo presidente.
Rodolfo Terragno el único nombre que De la Rúa
consultó con Raúl Alfonsín apareció
siempre como candidato natural para la jefatura de gabinete. De
condiciones técnicas irreprochables, Terragno mantiene una
buena relación con el Frepaso, clave para articular un gabinete
integrado por funcionarios radicales y frepasistas. Sin embargo,
De la Rúa se molestó con los últimos movimientos
del diputado, quien parece tomarse demasiado en serio un cargo que
todavía no le ofrecieron. De la Rúa y Terragno
no tienen feeling, dijo a Página/12 un dirigente con
acceso diario al despacho del jefe de gobierno. Incluso antes de
que se conocieron los resultados de la elección de ayer,
el círculo íntimo del jefe radical ya alentaba la
posibilidad de que otro dirigente ocupe el lugar reservado para
Terragno.
Pocos días después de que se formara la Alianza, en
agosto de 1997, Carlos Chacho Alvarez y Raúl
Alfonsín apostaron a José Luis Machinea como el economista
capaz de equilibrar las señales de tranquilidad al establishment
con una mínima voluntad de cambio. El titular de FADE desempeñó
con solvencia su papel de coordinador del equipo de Economía
de la coalición y hoy son pocos los que dudan de que se convertirá
en el sucesor de Roque Fernández.
Adalberto Rodríguez Giavarini es el hombre con más
posibilidades de convertirse en canciller. El economista escuchó
de boca de De la Rúa los planes para imprimirle un tono eminentemente
económico a la Cancillería, y profundizó sus
estudios de política y relaciones internacionales. Sin embargo,
Giavarini rechazó la propuesta de encabezar la lista de diputados
por la Capital. A Fernando no le gustan los rechazos y Giavarini
ya lo rechazó dos veces, señaló uno de
los operadores del jefe de la Alianza, recordando la renuncia del
economista a la secretaría de Hacienda porteña. Ricardo
López Murphy se alejó públicamente de De la
Rúa luego de sus polémicas declaraciones sobre la
conveniencia de reducir los salarios, lo que no le impidió
mantener un diálogo privado y fluido con el futuro Presidente.
Puede ser embajador en Estados Unidos. Estaría alejado
de la Argentina pero en un lugar lo suficientemente importante como
para volver si se produce alguna crisis ministerial, fue la
definición de un asesor delarruista.
Uno de los proyectos de reforma de gabinete incluye la fusión
de las carteras de Justicia e Interior en un solo ministerio. Todos
apuestan al jurista radical Ricardo Gil Lavedra como el hombre con
más posibilidades de encabezar esta super cartera. Bajo la
órbita de Gil Lavedra, en la secretaría de Justicia,
podría ser designado Rafael Bielsa, un constitucionalista
cercano al Frepaso. Para la secretaría de Interior el Frepaso
alienta el nombre de Alberto Flamarique, el operador dilecto de
Chacho Alvarez. Viene del peronismo. Sería un buen
interlocutor con los gobernadores, especulan en la Alianza.
El otro dirigente del Frepaso con posibilidades de ocupar un cargo
de importancia en el futuro gabinete tiene un perfil más
técnico: Juan Carlos Tedesco construyó una relación
propia con De la Rúa y es probable que seadesignado como
ministro de Educación, una área que le corresponde
al Frepaso. Pero Tedesco no es el único técnico espectable.
Jorge Sappia, ex ministro de trabajo de Eduardo Angeloz en Córdoba,
suena como futuro ministro de Trabajo.
Para el Ministerio de Defensa se menciona a tres radicales: Antonio
Berhongaray, amigo personal de De la Rúa y de Alfonsín;
Juan Manuel Casella, titular de la comisión de Defensa de
Diputados; y Enrique Mathov, secretario de gobierno porteño,
quien también suena como posible secretario de Seguridad
o titular de la SIDE.
Los delarruistas puros con chances de ocupar algún lugar
importante son dos. El primero es Nicolás Gallo, una de las
pocas personas en las que el Presidente electo confía casi
ciegamente. Muchos creen que Gallo ex secretario de Servicios
porteño y ex tesorero de la campaña se convertirá
en futuro ministro de Infraestructura. Algunos hasta lo mencionan
como posible jefe de gabinete.
El ex banquero Fernando de Santibañes tiene una quinta en
Pilar, vecina a la de De la Rúa y a la Enrique Coti
Nosiglia. Es amigo íntimo ambos y, aunque se doctoró
en economía, elaboró una serie de planes educativos
que incluyen el arancelamiento de los estudios universitarios. Ha
sido mencionado alternativamente como futuro ministro de Economía,
Educación y hasta como posible jefe de gabinete. Sin embargo,
cerca de De la Rúa insisten en que sus ideas despiertan demasiados
rechazos y que se convertirá en un asesor de primer nivel.
Fernando lo escucha mucho, pero no quiere que desempeñe
ningún papel específico, definió un hombre
cercano al presidente electo.
Los últimos tres dirigentes pertenecen a la nueva generación
delarruista. Cecilia Felgueras es la actual secretaria de Promoción
Social del gobierno porteño. Un mes atrás, Felgueras
recibió la orden de dejar listo el cronograma de su Secretaría
hasta el año que viene, de manera de quedar liberada para
pegar el salto al gabinete nacional. De la Rúa tiene una
confianza total en la capacidad de Felgueras, que podría
convertirse en secretaria de Acción Social. Hernán
Lombardi se encuentra en una situación similar: es el secretario
de Turismo del gobierno porteño y probablemente se hará
cargo de su equivalente en el gobierno nacional, una actividad a
la que De la Rúa planea darle un lugar preponderante. El
último es Darío Lopérfido, secretario de Cultura
porteño, vocero de la campaña y candidato a encabezar
el área de comunicación del futuro gobierno.
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