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LOS CHICOS AHOGADOS EN BARILOCHE

El adiós en la escuela

Los cuerpos de los cuatro estudiantes secundarios y del coordinador que murieron ahogados el sábado en el lago Perito Moreno, fueron trasladados ayer por la tarde a Buenos Aires, a bordo de un Fokker de la Fuerza Aérea. Tres de los fallecidos eran velados anoche en la Escuela Media Nº 7 Isidro Casanova, partido de La Matanza, de donde eran alumnos, y los otros dos, en una casa de velatorios.
Claudio Villafañe, Matías Flores, ambos de 17 años, y César Rodríguez y Pablo Maidana, de 18, junto a Gustavo Guzmán, de 19, coordinador del grupo de 40 estudiantes que hacía su viaje de egresados en Bariloche, fallecieron el sábado, alrededor de las dos de la tarde. Aún no está claro cómo ocurrió la tragedia. El grupo realizaba una excursión alrededor del lago Perito Moreno, en la desembocadura del arroyo Casa de Piedra, a unos 20 kilómetros de Bariloche, donde estaban alojados desde el 19 de octubre en el hotel Huemul. Los 40 alumnos llegaron al lugar en camionetas 4x4 de la empresa Safari y comenzaron a recorrer la ribera.
Según una primera versión ofrecida por algunos de los alumnos, habrían hecho una broma echando al agua la remera de uno de los chicos. El joven se arrojó para recuperarla y no lo volvieron a ver. Sus compañeros se zambulleron de a uno en el arroyo, donde el agua tiene una temperatura de siete grados. También lo hizo Guzmán, segundo coordinador de la empresa El Rápido Argentino, organizadora del viaje. Sólo uno de ellos fue rescatado con vida. Los restantes fueron hallados a 28 metros de profundidad por los buzos, tras cinco horas de búsqueda en la que participó la Prefectura, personal policial y bomberos, en un operativo a cargo del juez Héctor Leguizamón Pondal.
Según Pablo Villafañe, hermano de una de las víctimas, los chicos “estaban recorriendo la orilla y se pusieron a sacar fotos. Hacía mucho calor y empezaron a gritar `tiremos a junior’”, en alusión al coordinador Guzmán, que había sido alumno del mismo colegio y debutaba en su trabajo.
“Hubo que contener a los demás –dijo un policía que participó en el rescate–. En medio de la desesperación varios querían tirarse, estaban incontrolables. Por eso se los mandó de regreso al hotel.”
Ayer, los cinco cuerpos regresaron a Buenos Aires en un Fokker de la Fuerza Aérea, mientras que los otros 35 chicos lo hicieron en un micro fletado por la empresa.


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