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SE REANUDO EL DIALOGO DE PAZ EN COLOMBIA

Volver a empezar, y van...

“Sólo le pido a Dios, que la guerra no me sea indiferente.” Ayer, Bogotá se llenó de León Gieco. Dos millones en la capital colombiana, y más de doce en todo el país, marcharon con la consigna “No más muertos, no más secuestros, no más balas, desaparecidos, viudas, ni huérfanos” para pedir el cese del fuego en un conflicto de décadas en el que median la guerrilla, el Ejército, los paramilitares y el narcotráfico. Mientras tanto, en la localidad sureña de La Uribe, el gobierno y la principal guerrilla, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), reiniciaron las conversaciones de paz que ya se habían postergado tres veces en este año. “Hoy, con nuestra presencia, ratificamos el deseo de paz con justicia social, independencia y soberanía para toda Colombia, fundamento inalterable de nuestra lucha por el pueblo”, declaró ayer el jefe guerrillero y portavoz internacional de las FARC, Raúl Reyes, luego de escuchar el himno revolucionario de la guerrilla.
En Bogotá, los dos millones de personas se concentraron en diversos puntos de la ciudad y marcharon hacia el Parque Simón Bolívar, que en pocas horas quedó colmado a lo largo de sus 20 hectáreas. Vestidos de blanco y con cintas verdes en su pecho, los manifestantes ondearon banderas y pancartas y corearon canciones de León Gieco y Víctor Heredia. En Medellín, cerca de un millón de personas marchó por la Avenida San Juan, una de las principales de esa ciudad, lanzando al aire bolas plásticas de colores y flores. Entre la multitud sobresalían las fotos de los secuestrados. Las marchas también se extendieron a las ciudades cafeteras de Manizales, Pereira y Armenia, y a las distintas localidades del Caribe colombiano, una zona afectada particularmente por los combates entre las guerrillas colombianas, el Ejército y los grupos paramilitares.
En La Uribe, el Alto Comisionado para la Paz del gobierno colombiano, Víctor Ricardo, y el comandante de las FARC Raúl Reyes dieron inicio a una nueva ronda de conversaciones sobre la base de una agenda de 12 puntos acordada en mayo. Ricardo se mostró confiado en el éxito de las negociaciones y declaró que una buena noticia en esta nueva etapa del proceso puede ser la tregua bilateral. Reyes no hizo ninguna alusión al tema y retrucó diciendo que “en esta etapa se pondrá a prueba la decisión política, si verdaderamente la tiene el gobierno nacional, el Estado, la clase gobernante y sus partidos, de permitir la transformación estructural del Estado, más el compromiso serio de realizar programas de significativa inversión social, económico y político”.
El jefe guerrillero también hizo alusión a dos temas que dominarán las conversaciones: la injerencia de los Estados Unidos en Colombia bajo la excusa de la lucha contra el narcotráfico y la experiencia piloto de sustitución de cultivo que presentó las FARC. Esta propuesta pretende reemplazar, en un área vecina de la zona desmilitarizada de 42.000 kilómetros controlada por la guerrilla, los cultivos de coca por otro tipo de plantaciones. Este plan prevé una subvención del gobierno colombiano y hasta del norteamericano.

 


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