VINO
Fernando de la Rúa repitió esta mañana su promesa
de vender el avión presidencial para vuelos internacionales.
Es poco en dinero, pero es un signo de austeridad, dijo.
A la madrugada se había producido otro símbolo: en lugar
de champán, el integrante del comando de campaña, Nicolás
Gallo, había ordenado servir vino blanco para festejar en el
Hotel Panamericano el triunfo de De la Rúa. De pizza, ni hablar.
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