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GRAVE CRISIS INSTITUCIONAL Y ESTUDIANTIL EN SOCIALES (UBA)
Hubo fuego y queda mucha ceniza

Decano: “Hace muchos años que no se producía este tipo de hechos en la universidad pública. Fue un grupo de exaltados que no respetan la democracia”.

Ayer fue un día movidito para Sociales. El decano Mallimaci repudió la violencia.
A lo largo de la jornada recibió el apoyo y la solidaridad de toda la comunidad universitaria.

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Por Javier Lorca *

t.gif (862 bytes) La quema de urnas colmadas con cientos de votos, protagonizada anteanoche por estudiantes de Ciencias Sociales, desnudó una profunda crisis en la facultad de la UBA, además de dejar un reguero de destrozos en las aulas y de convocar repudios de toda la comunidad universitaria. “Fue un desastre. Terrible. Una acción totalmente fascista”, lamentó un dirigente estudiantil. Como consecuencia, y a sólo 45 días de que la UBA suspendiera otra votación en Ciencias Económicas por graves hechos de violencia, la Junta Electoral presidida por el decano Fortunato Mallimaci resolvió dejar en suspenso las elecciones que debían elegir al nuevo centro estudiantil y a los consejeros directivos del claustro de alumnos. Ya habían votado 2500 alumnos. Pero aún antes de que las urnas ardieran, los comicios ya pendían de un hilo. De hecho, las autoridades de las cinco carreras de Sociales se habían sumado a la protesta de doce agrupaciones estudiantiles de la unidad académica y le habían reclamado al decano la anulación de los comicios por considerarlos irregulares.
“Lo grave no fue sólo la quema de urnas. Hay un serio problema institucional”, reconoció a este diario el secretario académico de Ciencias de la Comunicación, Guillermo Mastrini. Ayer, frente a la denuncia presentada por el decano ante la Justicia por los destrozos y la fogata, las carreras volvieron a enfrentársele. Le respondieron señalando que el conflicto debería resolverse en el contexto de la autonomía universitaria. “No es un problema que se solucione judicialmente. Es un problema político muy profundo de la facultad”, afirmó Fabián Nievas, desde la carrera de Sociología.
“Hace muchísimos años que no se producía este tipo de hechos en una universidad pública –dijo ayer Mallimaci–. Fue un grupo de exaltados y forajidos, estudiantes que no respetan la democracia”, aseguró. Y relató que estos alumnos “irrumpieron” en la sala de reuniones del consejo directivo, “entraron rompiendo la puerta, rompieron las urnas y los votos y de esa manera expresaron sus criterios autoritarios y reaccionarios”.
“Fue un hecho deplorable”, sentenció ayer hasta el ministro del Interior, Carlos Corach. Los repudios también llegaron desde todas las carreras de la facultad y desde las federaciones universitarias de la Argentina y de Buenos Aires. A su vez, las autoridades de la UBA –el rector Oscar Shuberoff y todos los decanos incluidos– manifestaron su solidaridad con el decano Mallimaci y repudiaron “los actos de barbarie de quienes pretenden eludir el veredicto de las urnas”.
Tal como informó Página/12 el martes y el jueves últimos, doce agrupaciones denunciaron un virtual fraude pergeñado por la Alianza y apañado por el decano. La queja estaba dirigida a la inclusión de “listas sábana”, donde se agrupaban los candidatos para el consejo directivo (cuya elección es oficial y obligatoria) con los del centro de estudiantes (votar es optativo). Al haber listas únicas –denunciaron– ambos comicios se volvían obligatorios y se supeditaba la autonomía del movimiento estudiantil a las autoridades académicas encargadas de supervisar la elección oficial.
Un argumento similar sostuvieron las direcciones de las carreras de Sociales (Trabajo Social, Sociología, Ciencias de la Comunicación, Ciencia Política y Relaciones del Trabajo) y de su Instituto de Investigaciones. En dos notas –una firmada por unos, otra rubricada por otros– todos denunciaron que se estaba mezclando una elección de claustro con otra gremial, y pidieron que se declarase la nulidad de los comicios.
Por todos esos motivos, no exentos de cálculos electoralistas desde ambas partes, cuando el lunes se abrió la votación, sólo se presentaron las listas de la Alianza (Franja Morada-Moves), el Ficso y el Frente Peronista Felipe Vallese (UjotaPé, FJA y otras). Las demás llamaron a votar en blanco. Y convocaron a una asamblea para el martes, que debía decidir cómo seguir el boicot: desde allí arrancó el grupo de estudiantesque entró en la facultad, robó urnas y les prendió fuego sobre Marcelo T. de Alvear al 2200. También pintaron paredes dentro de la sede, rompieron vidrios y amontonaron bancos.
La asamblea había sido convocada principalmente por el Movimiento por la Refundación de Sociales (MRS), integrado por El Mate, Venceremos, el MST, Lucía Cullen y otras agrupaciones. “Estoy indignado. Más allá de los responsables materiales, los responsables políticos son los que convocaron a la asamblea”, dijo a este diario Alejandro Macció (Franja-Alianza), titular del centro de estudiantes. Y desde el Ficso, Sebastián Chouza, aseguró: “Repudiamos lo que pasó. Los culpables son los que armaron la asamblea y votaron tomar la facultad. Ahora dicen que se les fue de las manos”. Y aprovechó para repartir culpas: “Exigimos la renuncia del decano porque no fue competente para garantizar la elección. Y repudiamos los métodos con que la Alianza arma las elecciones y también las prácticas fascistas de quienes quedan afuera”.
Pero los dirigentes del MRS también repudiaron la quema y los daños edilicios. “Nosotros no participamos. Quisimos frenar la quema, pero no pudimos”, dijo un militante de El Mate. Diversos estudiantes presentes en la asamblea coincidieron en que los principales culpables fueron militantes del PO y el PTS. Una consejera directiva, Ana Arias (de Lucía Cullen), comentó: “Los más perjudicados con la quema somos nosotros. La Alianza se pone en el lugar de víctima. Queríamos pelear la nulidad de la elección desde lo institucional. Teníamos el apoyo de las carreras. Ahora el fraude pasa a segundo lugar”.
Por el momento, los 15 mil alumnos de Sociales deberán esperar una nueva reunión de la Junta Electoral para saber cuándo se reanuda la elección. Desde la Alianza, ayer se estaba impulsando que fuera el próximo lunes. Mientras tanto, hoy habrá una reunión extraordinaria del consejo directivo.

* Colaboraron Cecilia Sosa y Marina Caporale.

 


 

UN PASEO ENTRE LOS RESTOS DEL INCENDIO
Distraídos, decanos y militantes

Por Marina Caporale

t.gif (862 bytes) “Venía a votar, pero veo que no están las mesas”, comentaba un distraído en el primer piso de la sede de Sociales en Marcelo T. de Alvear al 2200. A su alrededor, una alfombra de boletas y sobres pisoteados recordaba los incidentes del martes por la noche, cuando un grupo de estudiantes rompió y quemó las urnas que contenían los primeros votos de la semana. En un día bastante agitado, la facultad vio ayer un desfile de medios periodísticos, autoridades universitarias y dirigentes estudiantiles. También, por los pasillos, se escucharon fuertes discusiones entre militantes. Mientras, la mayoría de los cursos tuvieron clases, sobre todo en la sede de Parque Centenario.
“Si hubo fraude, está bien que llamen a no votar. Pero al final siempre pasa lo mismo: para hacernos escuchar, terminamos cayendo en la violencia”, opinó Carolina D’Ambrosio, alumna de Trabajo Social. Y Roque, un estudiante de Sociología, comentó: “Yo estuve en la asamblea y me pareció que era bastante democrática. Con la quema de las urnas se tiró a la basura una reunión que había sido fructífera y se ayudó a legitimar a la Alianza”, dijo mientras caminaba por la facultad. Frente a la sala del consejo directivo, todavía se podía ver la mesa de una agrupación usada por varios estudiantes para forzar la puerta de la sala y secuestrar las urnas. “No podría asegurar quiénes fueron los militantes que rompieron las puertas. Me parece cómodo decir `fueron esos zurditos con ideas raras’”, aclaró Roque.
La asamblea había decidido tomar la facultad, pero ayer las clases fueron casi normales. La salvedad fue el revuelo constante de militantes de distintas agrupaciones universitarias y la visita que recibió el decano Fortunato Mallimaci de parte de los decanos de varias facultades de la UBA. Por el piso quedaron las tablas que suelen formar los cuartos oscuros y unos pocos pedazos de vidrio caídos de dos puertas rotas. En las paredes del aula magna, escritas con pintura roja, se podía leer: “Aula pintada por los estudiantes en asamblea” y “No al fraude. Fuera la burocracia de la Alianza”.
“Este lío de las agrupaciones es tan oscuro que no entiendo nada, y prefiero quedarme afuera. Ya sé que la verdad está escondida. Si hubieran seguido las elecciones, habría votado en blanco”, afirmó Angel Sabatini, un estudiante de Trabajo Social desilusionado con las actitudes de ambas fracciones. “A mí me da mucha tristeza. Pensaba votar hoy”, dijo una alumna de Relaciones del Trabajo que no quiso dar su nombre. “Voto porque es obligatorio, porque ni siquiera conozco las listas”, agregó.

 

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