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DUHALDE QUISO BAJAR SU CANDIDATURA EN FAVOR DE REUTEMANN
“Le ofrecí la candidatura al Lole”

El derrotado candidato del PJ dijo que el ofrecimiento se lo hizo la noche en que Reutemann ganó la gobernación de Santa Fe. El ex corredor lo confirmó. Y reveló que Menem también lo hizo.

Renuncia: “¿Sabe cuál es la diferencia mía con Menem? Que yo quiero ganar. El día que ganó Reutemann yo le ofrecí la presidencia, ahí en Santa Fe. Yo quería ganar.”

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Eduardo Duhalde le había ofrecido su puesto a Reutemann en medio de los festejos en Santa Fe.
Ahora se entiende por qué el Lole llamó a esa jornada “día fatídico”: dejó pasar su oportunidad.


Por Pablo Feldman Desde Rosario

t.gif (862 bytes) “Yo le ofrecí a Lole la candidatura presidencial en Santa Fe, la noche que él ganó la gobernación”, dijo Eduardo Duhalde ayer por la emisora rosarina LT8. Su confesión fue ratificada por Carlos Reutemann que, además, reveló ayer que también el presidente Carlos Menem le había hecho la misma oferta. El ex piloto de Fórmula Uno había calificado como “día fatídico” nada menos que la jornada de su triunfo. Ahora, después de la revelación del candidato derrotado del PJ, la imagen cobra sentido: Reutemann en medio del festejo “dejó pasar el santo”, como alguna vez dijo, y desechó la posibilidad de ser candidato del peronismo “sin internas y por aclamación”, como alguna vez lo había soñado.
“Si lo hubieran armado a propósito, no lo hubiera pasado tan mal”, dijo el gobernador electo en relación a ese día. “Era demasiado tarde, pero casi agarra viaje”, relató a Rosario/12 un colaborador del Lole que creyó que esto nunca se conocería públicamente. “Una fórmula Reutemann-Cavallo les metería un poco de miedo”, había vaticinado el senador santafesino a este cronista cuando todavía se hablaba de su candidatura presidencial. Ahora, con los números puestos, hasta los encuestadores sostienen que “con Reutemann la elección hubiera sido diferente”, como afirmó Rosendo Fraga en declaraciones a Radio Mitre haciendo referencia también a “una alianza con Domingo Cavallo que Reutemann hubiera podido concretar”. Pero esto ni siquiera es historia: “El Lole no quiso porque había poco tiempo”, dijo Duhalde, que ya lo lanzó para el 2003 y lo despegó de Carlos Menem. “Yo no tengo ninguna duda de que el Lole quería que ganáramos”, sentenció en el diálogo radial en el programa “Los Mejores”, que a continuación se transcribe:
–Ahora viene la organización del Partido Justicialista. Después de la derrota del ‘83, el peronismo se reencaminó hacia un proceso de renovación...
–Mire, han aparecido en el firmamento del justicialismo tres figuras rutilantes que son De la Sota en su primera gobernación, Reutemann en su segunda y Ruckauf en su primera. Yo creo que la inteligencia del partido es rodear a los candidatos, a los nuevos dirigentes, ayudarlos, no ponerles piedras, y tener para el 2003 la mejor fórmula que podamos. Esa es la actitud lógica.
–En el caso de Reutemann y De la Sota: no eran hombres de una estrecha vinculación política con usted, incluso con Reutemann hubo algunos cortocircuitos.
–¿Sabe cuál es la diferencia mía con Menem? Que yo quiero ganar. El día que ganó Reutemann yo le ofrecí la presidencia, ahí en Santa Fe. Yo quería ganar, es la diferencia mía. El mío no es un proyecto personal.
–¿Usted dice que el 8 de agosto, cuando ganó Reutemann, le dijo si quería ser el candidato a presidente?
–Yo hablé con Lole. Le dije que lo pensara, él insistió que había poco tiempo, pero yo quería ganar, y no asumir la victoria como un hecho personal sino como de conjunto.
–¿Usted cree que Reutemann y De la Sota querían que usted ganara?
–Estoy convencido absolutamente, y que han hecho todo lo posible. Eso se estila, porque uno no les puede pedir a los dirigentes determinadas actitudes o conductas si son ajenas a su estilo.
–Por ejemplo, decían que Reutemann no quiso hablar en el acto, y recordamos nosotros que no habló ni siquiera en su propia campaña.
–Por eso digo que son los estilos, pero yo estoy muy agradecido a Lole, a Jorge Obeid, a toda la dirigencia de Santa Fe por el acompañamiento que he tenido, y lo mismo para De la Sota.
–De la Sota tiene una proximidad más notoria con Menem que Reutemann, que se ha tratado de mantener equidistante.
–Para mí esas cosas no tienen importancia. Lo importante es cómo se desenvuelven ahora en sus gobiernos difíciles, en etapas de crisis, derecesión, con las economías regionales haciendo agua, y ahí han demostrado su capacidad de gobernar. Se irán consolidando y nosotros iremos buscando en ellos los referentes para el 2003.

 

Buena persona

–A De la Rúa lo reivindico como muy buena persona, tengo conocimiento de él, y esa es la base para empezar a construir con él, ayudarlo en lo que necesite. Yo tengo muchas posibilidades de darle una mano porque, naturalmente, la mayor parte de los legisladores está siendo mi grupo, de la provincia. Así que yo voy a ayudar sin pedir nada a cambio.
–Se esperaba que la noche de la derrota el propio Presidente esté conteniendo a los candidatos. Me da la sensación de que acá hay una suerte de desapego.
–Ese es el personalismo que todos conocemos, que a esta altura deviene absurdo, el Presidente ha hecho lo que tenía que hacer los primeros años. La segunda presidencia estuvo de más, se perdió el rumbo. Después el absurdo de la reelección, una actitud realmente deplorable que muchos festejaron como si fuera un chiste, y no era un chiste, manosear la Constitución nunca debe ser un chiste para
ningún país.

La política no se deja

–¿Va a dejar la política?
–No, la política nunca, uno muere haciendo política. Yo presido el máximo organismo dentro del órgano a nivel nacional que es el congreso nacional partidario. Lole es el número dos. Y soy presidente del partido en la provincia, que no es poca cosa, y lo voy a seguir siendo. Pero una cosa son los cargos partidarios y otra cosa son los cargos ejecutivos, uno debe saber cuándo pasó su momento, yo llevo cuatro gobernaciones. Dos en la provincia y dos en mi municipio, que es muy grande. Entonces yo ya estoy hecho, son muchos años para una función que es realmente desgastante. Ser gobernador de la provincia de Buenos Aires, es realmente un esfuerzo, un sacrificio muy grande.
–Qué opinión le merece el anuncio de que hoy (por ayer) Menem reasume la conducción justicialista.
–No tiene ninguna importancia, son cosas de mínima importancia, nadie está preocupado por esas paparruchadas, usando un término poco usual.
–Una cosa es la derrota y otra cosa es la consideración social que ha quedado de usted después de estos comicios, al punto que se hablaba que un grupo del radicalismo planificaba hacer un documento en su apoyo por haber luchado contra Menem. Me parece que hay en la gente una sensación de ese tipo ¿Qué sienten ustedes?
–Hoy (por ayer) especulaba un dirigente del radicalismo para que yo de mi apoyo. Yo ayer (por el domingo) hablé con De la Rúa pero quiero aclararles que mi apoyo es incondicional, no pido nada, sino simplemente el deber que tenemos todos de ayudar a la persona elegida presidente.
–¿Una de sus perspectivas es liderar la oposición?
–No. En este momento lo que quiero es terminar el 10 de diciembre, entregarle a Ruckauf la gobernación y dedicarme primero a descansar hasta marzo. Ya estoy olvidado de las materias que daba en la Universidad, quiero retomar los textos y ponerme a trabajar para eso, tengo ofrecimientos de estudios jurídicos para asociarme o si no abrirme el mío, y estudiar un poco.
–No se lo nota con rencor...
–No, para nada. Si hay una cosa que no soy es rencoroso. Yo creo que mañana ya me olvidé.
–Yo lo estoy hablando de lo que ha pasado en el peronismo.
–Espero que nos sirva de experiencia y que no se repita.

 

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