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LOS SEIS CANDIDATOS DE IZQUIERDA
Vencidos y consecuentes

Para las elecciones nacionales reunieron apenas el tres por ciento de los votos. Si se hubieran aliado, en la Ciudad de Buenos Aires estarían peleando por un diputado.


Por Irina Hauser

t.gif (862 bytes) Si se hubieran presentado todos juntos, los partidos de izquierda estarían peleando, por lo menos, una banca de diputados en la Capital Federal. En realidad, la frialdad de los números los gratifica con una cierta mejoría en comparación con las elecciones presidenciales del `95, cuando ninguna de las fórmulas del sector logró atraer más de 75 mil votos y juntas todas ellas rozaron apenas un 1,5 por ciento. Esta vez, las seis alianzas y fuerzas de izquierda se llevaron en total el 3 por ciento de los sufragios para presidente. La Alianza Izquierda Unida y el Partido Humanista, ubicados finalmente a la cabeza de los partidos minoritarios, fueron los que más festejaron. Los demás hicieron como sí, aunque sólo algunos admitieron a regañadientes que todavía están muy lejos de posicionarse como una verdadera alternativa de poder.
“Ojalá que este liderazgo que alcanzamos sirva para construir unidad para las próximas elecciones.” Patricia Walsh, la candidata al sillón de Rivadavia por la Izquierda Unida, celebra haber sido, con un 0,85 por ciento de los votos, la que más simpatías obtuvo entre los partidos ubicados a la izquierda de la Alianza. “Sabíamos que con la izquierda debilitada por seis candidaturas el resultado no podía ser más que modesto, pero creemos que obtuvimos un reconocimiento a nuestra propuesta de construcción de unidad”, comentó ayer a Página/12.
“El problema de la división es de ambición personal en algunos casos y de sectarismo en otros. Es por esa razón que la izquierda no pudo hacer una elección significativa”, planteó Domingo Quarracino, el candidato presidencial del Partido Socialista Auténtico. “Todo depende de nuestra capacidad de ceder en cosas que no son imprescindibles, tales como querer imponer candidatos propios en ciertos cargos”, agregó.
El diagnóstico que desnuda la disgregación izquierdista argentina reaparece cíclicamente después de cada escrutinio. No fue diferente esta vez. El abanico de resultados referidos a estas fuerzas que llamaban a no votar en blanco hablan por sí mismos: detrás de Izquierda Unida, el Partido Humanista, liderado por la abogada Lía Méndez, obtuvo el 0,71 por ciento de los votos para presidente; el Partido Obrero, que candidateó otra vez a Jorge Altamira, sumó el 0,61 por ciento; el Frente de la Resistencia, con Jorge Reyna como postulante, se detuvo en 0,36 por ciento; el Partido de los Trabajadores Socialistas, con José Montes como candidato, se instaló en 0,24 por ciento y, por último, un 1 por ciento más abajo se ubicó el Partido Socialista Auténtico, que propuso a Domingo Quarracino como jefe de Estado.
Las cifras, pese a todo, reconfortan a algunos de los postulantes de izquierda. “Yo estoy muy feliz, hicimos una campaña muy intensa y, si hacemos comparaciones, desde 1995 cuadruplicamos nuestros votos”, festejó Lía Méndez. “Esta elección que dio el triunfo a Fernando de la Rúa demuestra que la gente no quiere un cambio de modelo –añadió–. En este contexto, los votos que obtuvimos como partido con una propuesta revolucionaria cobran más importancia.” Montes, por su parte, evaluó: “Nuestro resultado puede aparecer como inexistente pero para nosotros, al ser la primera vez que nos presentamos, es un logro importante. Nos hace pensar en poder extender nuestra idea de una izquierda de los trabajadores”.
Algo les hace pensar a quienes dialogaron con este diario que la izquierda está en una instancia de avance y no de retroceso. Al menos, alegan, lograron reponerse de los patéticos números con que en el `95 perdieron la mitad de los votos agenciados en 1989. Ahora recuperaron, y superaron por un poquito, los 503.451 votos que lograron hace una década. La diferencia es que en ese entonces sólo se presentaron tres fuerzas (la Izquierda Unida, el Partido Obrero y el Partido Humanista). Y que esta vez, el solo hecho de verse superados por las cifras obtenidas por Luis Patti en la provincia, bastan para un shock. A su vez, se alegran de haber totalizado alrededor de un 7,5 por ciento para diputados en Capital –unindicio de que hubo gente que cortó boleta para favorecerlos–, pero se lamentan al reconocer que no tienen ni un solo diputado que los represente desde que el comunista Floreal Gorini perdió su banca en 1997.
Altamira creía o decía que él solo iba a llegar a un 5 por ciento. Ayer no contestó los llamados de este diario bajo pretexto de que estaba sumergido en la elaboración de un documento. Tampoco lo hizo Reyna. “Ya pasé el mensaje, está reunido”, justificó una colaboradora.
Así las cosas, pese a que las ideas de izquierda logren empapar algunos campos como el de la cultura y las artes, no logran instalarse en el de la política.

 

Mussa, un disgusto

Otro disgusto para la izquierda –uno más– estuvo encarnado por los resultados que obtuvo el otrora menemista Juan Ricardo Mussa, que se postuló para presidente con su partido Alianza Social Cristiana. Esa extraña fuerza obtuvo 66.513 votos, el equivalente al 0,36 por ciento de los sufragios para la presidencia, un número que lo ubicó debajo del Partido Obrero. Mussa, que desde 1983 se viene sumando a cuanta elección haya, se define como peronista de nacimiento y como empresario. Quienes tengan buena memoria, sin embargo, recordarán que era el dueño de la empresa del famoso caso de los guardapolvos de Bauzá. Y que su compañera de fórmula era la hija del dueño de aquella firma.


 

PRIMICIAS, LEJOS DE LA REALIDAD
Bocas poco fiables

Por Raúl Kollmann

t.gif (862 bytes) Las encuestas en boca de urna produjeron ayer más de una polémica. En primer lugar, porque algunos se anticiparon a las 18 del domingo para dar a conocer sus pronósticos y, sobre todo, porque en el caso de la provincia de Buenos Aires sirvió para que se hicieran verdaderos bloopers: Crónica TV tituló a toda pantalla Ganó Meijide, en tanto que Canal 13 fue igualmente categórico, Meijide gobernadora de Buenos Aires. Todas las bocas de urna estuvieron más bien lejos del resultado verdadero, aunque la de Mora y Araujo, para Azul Televisión, fue la única que predijo la victoria de Ruckauf en territorio bonaerense.
“Como los pronósticos meteorológicos y los diagnósticos de los economistas, tampoco las encuestas son una ciencia exacta. Estamos ante una ciencia social, que puede trazar escenarios posibles, no predecir milimétricamente”. Con esta frase, Mora y Araujo explicaba anoche la distancia entre las bocas de urna y el escrutinio.
Estos fueron los datos dados a conocer a las 18:
ron2.gif (93 bytes)  Canal 13 utilizó la boca de urna del CEOP: cuatro puntos –44.9 a 41.0, en favor de Meijide–. Sobre esa base otorgó el triunfo a la candidata de la Alianza.
ron2.gif (93 bytes)  América tuvo la de Sofrés-Ibope: casi tres puntos –47.7 a 44.9– a favor de Meijide, aunque el titular de esa empresa, Enrique Zuleta Puceiro, dijo que había que ser cauto.
ron2.gif (93 bytes)  Telefé tuvo dos bocas de urna: la de Sofrés y la de Mansilla, Delich y Asociados, ambas mostraron tres puntos de ventaja para Meijide.
ron2.gif (93 bytes)  Azul también puso al aire dos bocas de urna. La de Sofrés y la de Mora y Araujo, que otorgaba 46.4 por ciento a Ruckauf y 45.5 por ciento para Meijide. Azul no proclamó ganador a nadie y se remitió a esperar el escrutinio. Lo meritorio es que Mora y Araujo trabajó en esta campaña como consultor de la Alianza y sin embargo pronosticó el triunfo de Ru- ckauf.
En lo que sí acertaron todos los canales es en la caída de Luis Patti: las bocas de urna le otorgaron entre 4 y 7 puntos.
En cuanto a la elección presidencial, los sondeos dados a conocer a las 18 otorgaron a De la Rúa una ventaja que rondó los 16 puntos –casi en consonancia con las encuestas preelectorales–, un dato que después no se verificó. Todo indica que nadie pudo medir la buena elección que hizo Duhalde en provincia de Buenos Aires donde De la Rúa se impuso por apenas dos puntos.
La jornada de ayer volvió a poner sobre el tapete que las bocas de urna son una guía, pero que no pueden consagrar ganadores o perdedores, sobre todo cuando la elección es peleada.

 


 

EN EL MERCADO DEL RATING, CANAL 13 GANO
Televidentes con poco zapping

t.gif (862 bytes) Las caras de Mónica Cahen D’Anvers, César Mascetti y Santo Biasatti lograron seducir a los espectadores y Canal 13 lideró ampliamente el rating durante las seis horas de transmisión que sucedieron a la finalización de los comicios del domingo. El largo informativo que el 13 puso en el aire el día de la elección, bajo el nombre general de “Presidente 2000” promedió 15,6 puntos a lo largo de la jornada. En los espacios que dedicaron a la cobertura entre las 18 y las 24, Telefé tuvo 7,8 de promedio de rating, América 6,5 puntos, Azul 4,5 y ATC 2.8, según las mediciones de la empresa Ibope.
Las mediciones máximas del 13 se verificaron entre las 21 y las 22, cuando el presidente electo Fernando de la Rúa leyó desde el “chupetemóvil”, frente a la multitud que se había congregado en la Plaza de la República. El canal alcanzó picos de 22,4, 21,2 y 19,3 puntos, a las 21.30, a las 21.45 y a las 22, respectivamente. Antes y después, cuando Julián Weich retomaba la conducción de una emisión inusual de “Sorpresa y media”, bajó el rating. El programa de Weich promedió los 13,5 puntos.
Los especiales de elección de América, Azul Noticias, y ATC –Telefé emitió a las 21 “PNP de luxe”– también incrementaron su rating a la hora en que De la Rúa hablaba delante de una multitud en el Obelisco. América alcanzó en ese momento los 5,2 puntos, mientras que ATC y Azul hicieron 4 y 3,4 respectivamente. Esos números, sin embargo, estuvieron muy por debajo de lo que fueron las máximas mediciones de estos canales.
América alcanzó su pico, con 9 puntos, alrededor de las 20.30, en el marco del especial de “Día D”, conducido por Jorge Lanata. Azul Noticias alcanzó su máxima a las 22.45, con 5,6 puntos, y Telefé Noticias, minutos antes de las 22, hizo 11,1, –aunque “Tal para cual”, “PNP de luxe” y “Versus”, sumaron promedios de 13,4, 9,7 y 8,2 respectivamente–. El canal estatal, por su parte, no logró superar los 5,9 puntos, lo que para su bajo encendido parece una hazaña. La máxima medición de ATC fue a las 23, cuando Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf comenzaban una conferencia de prensa en la quinta de San Vicente.

 

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