Por David Cufré Antes de la retirada, el ala
política del Gobierno quiere cerrar varios temas que se vinculan con necesidades
políticas u obsesiones personales de Carlos Menem. El secretario de Control
Estratégico de la Jefatura de Gabinete, Miguel Solé, se comunicó ayer con el
viceministro de Economía, Pablo Guidotti, para darle instrucciones precisas sobre lo que
el jefe de Estado pretende de Roque Fernández. Al menemismo le quedan 45 días en el
poder, que aprovechará para otorgar las últimas concesiones a sindicalistas amigos y
comenzar las obras de la Hidrovía, iniciativas que generan una fuerte resistencia de
Roque. Guidotti interpretó el llamado de Solé como una nueva presión del ala política,
aunque esta vez prefirió no polemizar y tomó nota de los proyectos que impulsa este
sector. Sin embargo, tampoco se comprometió a satisfacer sus deseos.
Los temas en cuestión son tres.
1. Un aumento a 30 mil empleados públicos, incluidos dentro del Sistema Nacional de la
Profesión Administrativa (Sinapa). Se trata de una promesa del Presidente a Andrés
Rodríguez, secretario general de (UPCN).
2. La devolución a los sindicatos del manejo de los fondos de las obras sociales.
Ambas iniciativas saldrían por decreto, pero requieren de la firma del ministro de
Economía. Para Menem es una forma de asegurarse la lealtad de dirigentes sindicales,
pensando en su proyecto de retornar a la presidencia en el 2003.
3. La construcción de la Hidrovía, que apunta a mejorar la navegabilidad de los ríos
Paraná y Uruguay. Roque se opone porque supondría una erogación de 60 millones de
pesos, que no está dispuesto a autorizar ya que engrosaría el déficit fiscal.
Solé también le consultó a Guidotti sobre la disponibilidad de recursos para afrontar
los gastos del Estado hasta fin de año. El número dos de Economía le dijo que la
recaudación impositiva sigue cayendo y que no es posible destinar fondos para proyectos
como la Hidrovía sin recortar partidas a otras áreas. En ese sentido, le informó que la
rebaja de los peajes para los transportistas supone para el fisco un gasto no previsto de
9,6 millones de pesos. No podemos cubrir todas las demandas de fondos del ala
política, comentó un funcionario de Economía a Página/12.
De todos modos, Menem está decidido a avanzar con aquellos tres proyectos. Y Solé fue el
encargado de transmitir esa voluntad a Guidotti. En el caso del incremento salarial a los
empleados públicos, tiene un costo fiscal estimado en 50 millones de pesos. Los
beneficiarios directos son mayoritariamente afiliados a UPCN. La Asociación Trabajadores
del Estado, opositora al Gobierno, rechaza la reestructuración, con el argumento de que
es discriminatorio para con los agentes que quedan al margen del programa de
capacitación del Sinapa. La Jefatura de Gabinete aduce que el costo fiscal sería nulo,
puesto que para compensar el mayor gasto se achicará la planta de contratados
de la Administración Pública. De ese modo, el próximo gobierno verá limitada la
posibilidad de designar a su propio personal, puesto que habrá menos recursos para los
contratos por tiempo determinado y un mejor salario para un grupo de empleados que
responden a Rodríguez.
Finalmente, Menem también se apresta a firmar un decreto que otorga a los sindicatos la
administración de los 400 millones de pesos anuales que se destinan al Fondo de
Redistribución de las Obras Sociales. Es un reclamo por el que vienen bregando
sindicalistas como Armando Cavalieri, Luis Barrionuevo, Rodolfo Daer y Oscar Lescano, de
la cúpula de la CGT. En la actualidad, el ministro de Economía mantiene un control sobre
esos fondos, que forman parte del Presupuesto nacional. El decreto separaría esas
partidas del Presupuesto, para ser manejadas exclusivamente por lossindicalistas.
Página/12 informó a principios de mes que Menem les prometió a aquellos dirigentes
gremiales que antes de dejar el gobierno firmaría el decreto, pero para ello necesita
convencer a Roque.
Versiones El día después en la city dio lugar a inverosímiles
especulaciones. Una de ellas mencionaba a Claudio Loser, director para el Hemisferio
Occidental del FMI, como reemplazante de Roque Fernández en las últimas semanas del
menemismo. La desgastada relación entre el presidente Carlos Menem y su ministro de
Economía, se especulaba en los mercados, dejaría el espacio vacante para el ingreso del
mendocino, cuya figura es bien vista por los hombres de negocios. Pero la especie fue
totalmente descartada por fuentes oficiales. Loser es un estrecho amigo de Roque y de
Pedro Pou, titular del Banco Central, y jamás aceptaría una propuesta
semejante, dicen. Aseguran, además, que ningún miembro del gabinete nacional se
moverá de su puesto hasta el último día de gestión del actual gobierno. |
BRASIL YA QUIERE NEGOCIAR CON EL PRESIDENTE
ELECTO
El objetivo es relanzar el Mercosur
El
gobierno brasileño ya se prepara para entablar negociaciones, incluso a nivel
extraoficial, con las nuevas autoridades surgidas de las elecciones presidenciales del
domingo último, que le dieron el triunfo a Fernando de la Rúa. Estamos preparados
para conversar, apuntó el vicecanciller Luiz de Seixas Correa desde Brasilia, tras
el intercambio telefónico entre De la Rúa y Fernando Henrique Cardoso del domingo a la
noche, cuando el mandatario brasileño felicitó al presidente electo y éste se
comprometió a visitar Brasil en noviembre, aun antes de asumir.
Seixas Correa definió que, a partir del cambio de autoridades en Argentina, se abre una
nueva fase en el Mercosur, que incluiría la coordinación de las políticas
macroeconómicas en los países integrantes. La relación entre los dos principales socios
del acuerdo regional pareció haber entrado en un callejón sin salida tras los recientes
desencuentros en diversas áreas comerciales.
La promesa electoral de De la Rúa, reiterada en sus primeros mensajes tras conocerse los
resultados de las urnas, de apostar por el Mercosur para conquistar nuevos mercados
tranquilizó a los expertos económicos brasileños. No obstante, prevén que el sucesor
de Carlos Menem será fuertemente presionado por la industria nacional.
Con el fin de evitar nuevos conflictos, responsables de los ministerios de Relaciones
Exteriores y de Hacienda de Brasil preparan desde hace semanas varias propuestas que
serán presentadas en breve a Cardoso, para que éste las exponga a sus homólogos
paraguayo, uruguayo y argentino. Estas cuestiones pretenden hacer avanzar el intercambio
de servicios, la coordinación macroeconómica y la unión aduanera, según el
subsecretario general para Asuntos de Integración de la Cancillería brasileña, José
Alfredo Graça Lima. Entre las propuestas que serán presentadas a los mandatarios están
la reducción del Arancel Externo Común y la revisión de los acuerdos de preferencia
tarifaria individuales como los que Brasil y Argentina tienen con México o los países de
la Comunidad Andina.
El primer paso de este diálogo se producirá en un próximo viaje de De la
Rúa a Brasil. Cardoso, que fue el primer mandatario extranjero que felicitó al
presidente electo de Argentina, tiene además previsto visitar la Argentina en el mes de
diciembre, lo que podría constituir el primer contacto formal del nuevo mandatario con un
par extranjero.
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