|
||
Por Cecilia Sosa Después de diez años en el flanco opositor, Franja Morada se pasa al bando del oficialismo. El Frepaso apuesta, aunque con cautela, a la continuidad de la Alianza en el ámbito universitario. Y un sector mayoritario del peronismo pretende reaparecer por izquierda. Tras el triunfo presidencial de la Alianza, el rompecabezas del movimiento estudiantil reacomoda sus piezas y busca nuevos espacios y desafíos. Sin embargo, los cambios no serán sencillos. Desde todos los sectores, aún los más esperanzados, se aguardan cimbronazos y dificultades. Si bien Franja Morada confía en que se mantendrán los principios básicos de la gratuidad y el ingreso irrestricto, las agrupaciones independientes y de izquierda auguran que el nuevo gobierno continuará con una política de ajuste. Hasta no descartan la llegada del temido arancel. No vamos a ceder ni un milímetro contra cualquier intento de cualquier sector que vaya contra los principios históricos de gratuidad y libre ingreso, advierte, por las dudas, Manuel Terradez, titular de la Federación Universitaria de Rosario y principal candidato a encabezar la FUA desde el 2000. Pese a que el nuevo escenario no terminará de definirse hasta que no se conozca el nombre del futuro ministro de Educación (No es lo mismo un Fernando de Santibañes que una Adriana Puiggrós, susurran los militantes aliancistas), las fuerzas estudiantiles ya hacen sus pronósticos. El nuevo gobierno será un gran alivio para la universidad. Un retroceso de la política de destrucción dice Pablo Javkin, actual titular de la FUA. No sólo defenderá la gratuidad y el ingreso irrestricto. También vamos a pelear por la derogación de la Ley de Educación Superior y la sanción de una nueva ley. Y habría que retirar todo el andamiaje jurídico que descargó el menemismo contra la autonomía universitaria. Y Terradez completa: El desafío será dedicarnos a mejorar la universidad, que en tantos años de resistencia y asfixia estuvo postergada. En orden de prioridades, la conducción estudiantil apuesta a la autorreforma: La universidad pública tiene mucho que hacer para mejorarse detalla Terradez. Más oferta curricular y mejores respuestas a la sociedad, que es la que financia a la educación. Cada universidad deberá plantearse la pertinencia de sus investigaciones y su forma de vincularse con el mercado.Los socios frepasistas apuestan a la fidelidad, pero con cautela. Pese a la derrota de Graciela y el debilitamiento del Frepaso a nivel nacional, la Alianza universitaria se mantiene asegura Marcelo Giacobbe, secretario general de la FUBA. Compartimos la alegría de 10 años de embestidas contra la universidad que se acaban. Ahora, vamos a poder trabajar mejor. Creo que De la Rúa va a cumplir su programa. No sé por qué la izquierda está alarmada. Sin embargo, no todo es euforia. Los mismos aliados saben que las restricciones económicas no desaparecerán. Cuesta imaginar un fuerte incremento salarial, por lo menos en la primera etapa. Por eso, habrá que buscar alternativas para mejorar los salarios docentes, admite Javkin. Otro es el diagnóstico de las agrupaciones de izquierda y/o independientes. La Alianza va a mantener la misma política de ajuste que el menemismo dispara Rodolfo Kemp, de la maoísta Corriente Estudiantil Popular Antiimperialista. Con el argumento de que la reforma del 18 está pasada de moda y que necesita modernizarse, y con la crisis económica de trasfondo, van a intentar meter el arancel. Y Matías Mosse, de la agrupación TNT (Ciencias Económicas, UBA) agrega: Ante la desaparición del enemigo externo, la Alianza universitaria va a quedar desenmascarada. Las agrupaciones independientes vamos a crecer. Pero la conducción no afloja. Ningún técnico o banquero va a definir la política educativa de la Alianza dice Terradez. De la Rúa nos reafirmó que va a sostener la gratuidad. Pero, por las dudas, avisa: Tenemos mucha esperanza y confianza en el nuevo gobierno, pero si hay políticas contra la universidad pública, el movimiento estudiantiltiene las herramientas que le da su autonomía. Y no se va a quedar quieto.Incluso para el hibernado justicialismo universitario, el triunfo de la Alianza implica una oportunidad para redefinir cómo es ideológicamente el peronismo, según Juan Facundo Alvarez Amestoy, de la Unión de Jóvenes Peronistas. Los años de menemismo significaron un corrimiento hacia la derecha del peronismo. La JP es un espacio en crisis, casi vacío -explica. Ahora queremos recuperar el viejo perfil opositor a los recortes y el arancel. Desde otro sector del peronismo, la JUP, también se apuesta a revivir el peronismo histórico. Pero con sugerencias polémicas: Hoy la universidad es excluyente, poco equitativa. Esto se resuelve con la contribución, no sólo económica, de los estudiantes, dice Gustavo Flores (de la UTN). El futuro de la universidad va a quedar atado a las internas de Franja. El Frepaso universitario es subalterno, dice Daniel Vigo, de Plan B (Psicología, UBA). La opción para las agrupaciones independientes será sostener y consolidar los verdaderos espacios independientes al interior de las facultades en relación con las necesidades de formación de sus estudiantes agrega. Hay que tener mucho cuidado con las supuestas agrupaciones independientes que se disfrazan para disputar espacios de poder. Y Mosse, de TNT, completa: Como De la Rúa va a querer ajustar y arancelar, le va a sacar el antifaz a la Alianza estudiantil. Hasta el 10 de diciembre, la esperanza de unos y los temores de otros seguirán buscando sus nuevos lugares en el nuevo escenario.
|