Por Alejandra Dandan El chorro de agua finalmente
alcanzó a María Julia Alsogaray, aunque aún no a los bosques patagónicos que
continúan incendiándose. Desde Alemania, la secretaria de Recursos Naturales volvió a
quejarse de que Economía no le pasa plata para apagar los incendios. La embestida
enfureció a Roque Fernández. Uno de sus voceros, consultados por este diario, congeló
el embate: María Julia aseguró nunca nos pidió oficialmente plata
para comprar equipos por incendios. De todos modos, ayer desde ese ministerio fue
girada una nueva partida de 1,5 millón para la funcionaria. Con el dinero, su secretaría
podría ahora hacer despegar los helicópteros de la Fuerza Aérea. La aviación se niega
a hacer volar sus naves hasta que el organismo pague al menos cien mil pesos, de una deuda
de 600 mil contraída por la secretaría por servicios anteriores.
María Julia participa en Bonn de la Convención de Cambio Climático. Desde allí
adjudicó a Economía la falta de acción de su área frente al incendio en el sur que
arrasó hasta el momento 1500 hectáreas de bosques. El fuego se desató la semana pasada
en la zona del Cañón del Diablo, a unos 70 kilómetros del Bolsón. A lo largo de los
seis días se activó en un segundo foco en Chubut, a 80 kilómetros de Río Pico. La
extensión y la persistencia de vientos impide a las brigadistas extinguir la voracidad de
las llamas sin el auxilio de helicópteros.
El viernes pasado el director del Plan Nacional del Manejo de Fuego, Juan Aguilar, pidió
un helicóptero a la sede de Bariloche de la Fuerza Aérea. A través de una nota
solicitó un modelo UH-1H con helibalde para tareas de lucha contra incendios
forestales. La nave sería usada para transporte de brigadistas, ataque directo y
de acuerdo con la nota apoyo para el redespliegue. Esa misiva enviada
directamente al comando aéreo llevaba la firma de Bernardo Cané, subsecretario de
Desarrollo Sustentable.
Allí se inició el primer conflicto de María Julia: fue con la Fuerza Aérea. El
comodoro Antonio Fazio Carreras, jefe del Departamento de Operaciones, rechazó el pedido.
No aportarían los medios, dijo, hasta que la secretaría no pagase cien mil pesos de
anticipo. El motivo es una deuda de poco más de 600 mil pesos del organismo con la
aviación por viejas tareas de apoyo.
Los servicios requeridos por la secretaría forman parte de un convenio con la Fuerza
Aérea. Por este tratado el organismo de María Julia había dejado de contratar empresas
privadas para los rescates y, en su lugar, comenzó a requerirlo a la Fuerza Aérea por un
costo menor. El jefe de prensa de Fuerza Aérea, Franklin Córdoba, dijo a Página/12 que
la secretaría contrata los medios porque no los tiene y eso tiene un costo. Cuando
ponía la plata se operaba y definió: Ahora no. El comodoro se ocupa
ahora de desvincular cuestiones políticas. Acá agrega el dinero sale
todo de la misma bolsa: del Estado nacional. No interesa de dónde llegan los medios, pero
importa que lleguen, si no no podemos volar.
Por eso en la fuerza insisten en que todo el equipamiento está listo, la
tripulación en alerta para salir a volar. Pero sin el dinero no hay vuelos. El
motivo lo explica Córdoba: No tenemos los medios económicos, toda la actividad de
la Fuerza Aérea está reducida, es un tema de arrastre: si no nos dan los fondos no se
pueden pagar los costos. Aceptan que el costo político de la abstención lo paga la
fuerza. Y es ese lugar del que buscan despegarse. Por eso descubren incluso sus problemas
domésticos: No tenemos dinero para el combustible, se necesitan medios para
viáticos, mantenimiento, desplegar el equipamiento, la comida de la tripulación,
vuelve a decir Córdoba.
El siguiente enfrentamiento llegó ayer con el ministro de Economía. María Julia
declaró desde Bonn que había hecho pedidos a la cartera de Roque Fernández en mayo y
junio para reequipamiento del Plan del Fuego. Ella dice que hizo esos pedidos
arguyeron en Economía, pero losquiere para ella como recursos
extraordinarios, nunca hablaron del tema. Al drama presupuestario de la funcionaria,
Economía le interpuso sus propias cuentas: María Julia tiene un presupuesto de 300
millones de pesos anuales, en el que se incluyen las partidas destinadas al Plan del
Manejo del Fuego. Y después de repetir que no existieron pedidos oficiales de
partidas extras, Economía adelantó el giro de 1,5 millón de dólares.
En este panorama, la Federación de Bomberos Forestales rionegrinos cuenta 55 incendios
desde el 1º de septiembre. Cada año es peor -aseguran, porque no existe
prevención, nadie responde. Y el comodoro Córdoba termina: Para redondear:
los medios de la Fuerza Aérea están listos a la espera de que la secretaría diga que
absorbe los costos.
EL GOBIERNO INAUGURO UNA PAGINA EN INTERNET
En busca de chicos perdidos
El
gobierno nacional puso en marcha ayer un sitio en Internet para apoyar la búsqueda de
chicos perdidos o desaparecidos durante la última dictadura militar. La página de la red
mostrará la foto de los niños, cuyos rostros se irán actualizando a medida que pasen
los años, mediante un sofisticado software. En realidad, el sistema ya es utilizado por
entidades dedicadas a la búsqueda de chicos, pero ahora, por primera vez, la tarea se
encara desde el Estado. En la Argentina, unos 1200 chicos se pierden cada año. De ese
total, alrededor de 260 casos quedan habitualmente sin resolver.
Es un sitio específico para niños desaparecidos y allí cualquier persona puede
ingresar tanto para obtener información como para aportarla, explicó el secretario
de Seguridad, Miguel Angel Toma. El soft fue donado por la empresa norteamericana Computer
Associates International. Se aceptó la donación a cambio de que pusiéramos la
operación a través de Policía Federal, agregó el secretario. El rol le tocó a
la División Unidad Especializada en la Investigación de Crímenes contra Menores, a
cargo del comisario Lucio Tirao, quien envió a dos oficiales a Estados Unidos para
entrenarse en el manejo de estos casos.
El dato más relevante es que la página llamada chicos perdidos
argentinos (ar.misingkids.com) permite un seguimiento etario de los niños
perdidos. El soft actualiza la cara de los chicos a medida que pasan los años: con
sus fotos más el cotejo de su evolución año tras año, más las características de
padres y abuelos, se sacan patrones genéticos que permiten actualizar la cara de la
persona con un altísimo nivel de rigidez, explicó el secretario de Seguridad.
Del acto de presentación participaron además el subjefe de la Policía Federal, Mario
Data, y el presidente del directorio de Computer Associates International, Charles Wang.
Data informó que en la Argentina se registran aproximadamente 1200 casos de niños
perdidos por año, de los cuales se resuelve el 70 por ciento. Y Wang comentó que en los
Estados Unidos, donde el sistema funciona desde hace cuatro años, el índice de
recuperación de niños perdidos es de más del 90 por ciento.
La página permitirá la difusión de fotos y datos personales de chicos desaparecidos en
Argentina y en los países limítrofes: los datos estarán escritos en castellano,
portugués e inglés. También se incluirá información sobre chicos desaparecidos
durante la última dictadura militar. En esos casos, dependerá de que los familiares
inicien los trámites correspondientes. Sin embargo, Toma se mostró desalentado en este
aspecto: Como son casos de los años 70 y durante 20 o 25 años no hubo cotejo de
fotos, es difícil.
De todas formas, ingresar los datos de los chicos desaparecidos no es tan sencillo. Antes
se necesita la autorización del juez correspondiente. Esto es así para proteger al
menor, aseguró Toma.
Clickeando sobre los diferentes links de la página también se podrá encontrar consejos
para padres sobre el cuidado de los chicos, casos resueltos con éxito, direcciones y
teléfonos útiles a donde dirigir las denuncias.
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