Página/12 en Francia
Por Eduardo Febbro Desde París Francia recibe esta semana en
visita oficial a varios dirigentes mundiales considerados entre dientes por muchos
diplomáticos como infrecuentables. Ayer partió de París con rumbo a Lisboa
el presidente chino Jiang Zemin, cuya estadía de cinco días provocó una ola de
protestas en el país. El mismo día llegó el mandatario venezolano Hugo Chávez, quien
en un extenso discurso pronunciado en la sede de la Unesco, citó a cuanto escritor se le
pasó por la cabeza y comparó la intentona de golpe de Estado que protagonizó en febrero
del 92 con el látigo que utilizó Cristo para sacar a los corruptos del templo. El
broche de oro lo pone hoy el presidente reformista iraní Mohammed Jatami.
La presencia de Jatami en París reviste un carácter histórico ya que es la primera
visita que realiza a Francia un mandatario iraní desde la revolución islámica de 1979.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Hubert Vedrine, prometió un diálogo
franco y directo con el líder del ala progresista. Después de los tensos y hasta
agresivos años de relaciones bilaterales en los que París rompió sus lazos
diplomáticos a raíz de la participación de Teherán en la ola de atentados que
ensangrentó Francia en 1986.88, la visita equivale a una reconciliación. Los pormenores
del viaje del presidente iraní revelan hasta qué punto es difícil considerar a Jatami
como un invitado más. El dirigente iraní tenía previsto visitar Francia en abril de
este año pero el viaje fue aplazado por causa de prioridades islámicas.
Aunque cueste creerlo, París y Teherán, a través de sus respectivos servicios de
protocolos y ceremonias, no lograron ponerse de acuerdo sobre la presencia y el consumo de
alcohol en el curso de los banquetes oficiales. A fin de evitar todo roce con la
delegación iraní, Francia suprimió del programa las cenas oficiales.
Superado ese punto, Francia puso especial atención en no incomodar a su invitado con las
manifestaciones de los opositores iraníes que, el año pasado, durante el partido de
fútbol entre Irán y EE.UU. que se disputó en el marco de la Copa del Mundo Francia
98, habían invadido las tribunas con banderas de protesta. Para impedir que las
decenas de miles de mujaidines del pueblo que residen en varios países de Europa vinieran
a Francia por estos días, París reestableció el control en sus fronteras suspendiendo
temporalmente los acuerdos de Schengen que garantizan la libre circulación de las
personas entre algunos países de la Unión Europea. Derechos humanos, democracia y
contratos componen el menú esencial de la agenda que los dirigentes franceses, entre
ellos el presidente Jacques Chirac, prepararon para recibir a Jatami. El canciller
francés precisó ayer que su gobierno estaba preocupado por el destino de los
estudiantes arrestados en junio pasado durante las manifestaciones callejeras que
agitaron la capital iraní. Según adelantó Vedrine, París se mostrará
atento a la suerte de los 13 estudiantes judíos iraníes detenidos en el
curso de esas manifestaciones y acusados de manera increíble de espionaje.
La democracia iraní también es un tema de predilección, tanto más cuanto
que el viaje de Jatami a Francia se realiza a pocos meses de las elecciones legislativas
iraníes. Para el dirigente iraní, se trata sobre todo de superar la etapa del
diálogo crítico que Europa decidió mantener con Irán y convencer a
Occidente de que la política de apertura que él encarna puede aplacar los ánimos de los
conservadores de Teherán. Los occidentales, a su vez, están obligados a legitimar a un
presidente cuya influencia es clave en una región que, como gustan de señalar los
estrategas de París, posee una gran capacidad desestabilizadora.
LAGOS Y LAVIN IRIAN A SEGUNDA VUELTA ELECTORAL
El peso de Pinochet preso en Chile
A
47 días de la elección, ya alcancé a Ricardo Lagos. La sentencia fue lanzada ayer
por el candidato presidencial de la derecha chilena, Joaquín Lavín, avalado por una
nueva encuesta que lo pone cabeza a cabeza con el candidato del oficialismo, el socialista
Ricardo Lagos. En pleno juicio de extradición a Pinochet en Londres y con la
presentación ininterrumpida en Santiago de nuevas querellas contra el ex dictador
ayer se conoció la número 49, los chilenos deberán elegir un nuevo
presidente el próximo 12 de diciembre. Y lo que hasta hace pocas semanas era un triunfo
seguro de Lagos, ahora parece menos indiscutible en la primera vuelta.
El domingo, después de que Fernando de la Rúa ganara las elecciones presidenciales,
Ricardo Lagos viajó a Buenos Aires y se sumó a la conferencia de prensa de la Alianza,
donde subrayó la amistad personal y la afinidad socialdemócrata que lo une
al futuro presidente argentino desde hace más de 20 años. Pero el esperado efecto
arrastre del triunfo aliancista sobre las elecciones chilenas, que precipitaría la
victoria del candidato de la Concertación, chocó ayer con la publicación de una
encuesta en Santiago que coloca al opositor Lavín a menos de dos puntos de Lagos.
El sondeo fue realizado entre el 24 de setiembre y el 11 de octubre por el Centro de
Estudios Públicos (CEP), dirigido por simpatizantes de la derecha chilena. Según el CEP,
el 39,9 por ciento de los chilenos votaría a Lagos y el 38,2 por ciento a Lavín, que
además ganaría en la capital del país. El 19 de mayo pasado, el CEP había publicado
una encuesta donde el candidato socialista superaba a Lavín con un 10 por ciento y la
Concertación se perfilaba otra vez como ganadora. Ahora estamos frente a un virtual
empate, disparó ayer una responsable del CEP, Carla Lehmann. Con ese resultado, la
elección del presidente se decidiría recién en una segunda ronda electoral, donde Lagos
sí se impondría, aclara la encuesta. No creo que haya segunda vuelta,
retrucó ayer el vocero de Lagos, Genaro Arriagada.
Con una transición democrática marcada por la herencia pinochetista, el mes previo a las
elecciones presidenciales tampoco será ajeno a la situación del ex dictador. Del 14 al
16 de noviembre se realizará la Cumbre Iberoamericana de La Habana, a la que el
presidente chileno, Eduardo Frei, no acudirá en protesta por la detención de Pinochet en
Londres. Sin embargo, el canciller Juan Gabriel Valdés adelantó la semana pasada que
aprovechará el encuentro en Cuba para hacer una declaración amplia y extensa
sobre la territorialidad de la ley, el principio invocado por Santiago para
cuestionar el pedido de arresto del ex dictador por parte de España. Nunca
permitiremos que conflictos bilaterales puedan enturbiar o disminuir ese gran instrumento
de proyección iberoamericana que nos beneficia a todos en el resto del mundo,
contraatacó ayer el canciller español Abel Matutes.
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