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EL FUTURO MINISTRO DE ECONOMIA DE DE LA RUA SE REUNIO CON ROQUE FERNANDEZ
Un rojo de 10 mil millones de herencia

José Luis Machinea empezó a pasar la factura de lo que recibirá cuando ocupe la poltrona del Palacio de Hacienda. Desocupación, pobreza, problemas sociales y una crítica situación fiscal enumeró el futuro ministro. Adelantó que se deberá negociar un nuevo acuerdo con el FMI. En tanto, su equipo prepara un paquete impositivo para achicar el bache fiscal.

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José Luis Machinea y Roque Fernández se reunieron para analizar a laagendaeconómica dela transición.

t.gif (862 bytes)  José Luis Machinea, seguro ministro de Economía de Fernando de la Rúa, se reunió ayer con su “par”, Roque Fernández, para comenzar a hacer el inventario que dejará Menem a la administración entrante. “La situación no solamente es complicada en temas como desocupación, pobreza y problemas sociales, sino que la situación fiscal es más complicada de lo que aparenta ser, cuando uno mira las cifras que se dicen desde Economía”, disparó Machinea, pasando factura de la pesada herencia menemista. Hasta ahora Machinea respaldó a Roque en todas sus disputas con el ala política del Gobierno. Pero ayer asumió otra postura, remarcando que las cuentas de Roque no están tan ordenadas.Para Machinea, este año no se cumplirá con la meta fiscal acordada con el Fondo Monetario, por lo que anticipó una renegociación con el organismo. En tanto, obtuvo el compromiso de parte de Fernández de que no habrá aumentos salariales, ni de otros gastos extraordinarios, en los últimos días del gobierno saliente. Además, coincidió con el ministro en que, para seguir contando con el aval del FMI, el nuevo gobierno deberá aplicar un fuerte ajuste fiscal durante el primer año de gestión. El paquete incluiría recortes de gastos, pero también la suba del impuesto al gasoil, la generalización del IVA y la eliminación de exenciones en Ganancias. “Creo que el déficit fiscal de este año no va a estar en los 5100 millones de pesos (acordados con el FMI), sino que va a ser más parecido a 5700 millones de pesos”, afirmó Machinea, durante una conferencia de prensa que, para familiarizarse con el ambiente, concedió en el Palacio de Hacienda tras su reunión con el ministro. Eso quiere decir que “la meta (de déficit fiscal) del cuarto trimestre no se va a poder cumplir y en ese caso habrá que buscar con el FMI algún mecanismo” de renegociación, explicó.Más alarmante todavía fue el panorama que trazó Machinea para el año próximo. Con meticulosidad, dijo que al déficit de este año habrá que “agregarle 1800 millones por ingresos excepcionales de este año, por concesiones o privatizaciones, y así llegamos a un déficit de 7500 millones”. “A esta cifra —agregó– hay que computarle la baja de aportes patronales prevista para agosto, que llega a 500 millones y ya estamos en 8000. También hay que sumar entre 900 y 1000 millones, que es el incremento de los intereses de la deuda previsto para el año que viene, y la reducción de aportes patronales prevista para diciembre, lo que pondría la cifra final en 9900 millones de dólares”, afirmó. Tanto interés en detallar la magnitud del déficit que heredará el gobierno de De la Rúa no es casual. El déficit pautado para el año próximo con el Fondo Monetario es de tan sólo 4500 millones. Entonces, la conclusión es obvia: o se aplica un fortísimo ajuste o el acuerdo con el FMI será imposible de cumplir. Y como nadie piensa en dejar de lado el paraguas del Fondo para cubrirse en el tormentoso mercado financiero internacional, el flamante equipo económico aliancista tendrá hasta mediados de noviembre para presentarle el paquete de ajuste a la misión de Washington, que llegará a Buenos Aires encabezada por Teresa Ter Minassian.En ese diagnóstico Roque coincidió con Machinea. Por eso, el ministro le prometió a su eventual sucesor que frenará cualquier presión para aumentar el gasto en las últimas semanas del gobierno menemista. “No vamos a hacer ningún aumento salarial. No produciremos modificaciones. No comprometeremos el gasto del Presupuesto 2000”, aseguró. Fernández envió al Congreso un proyecto de ley de Presupuesto 2000 que contempla una reducción en el gasto de 1800 millones de pesos, a la que se llega con diversas medidas: eliminación del Fondo del Conurbano Bonaerense, del Fonavi (vivienda) y otros fondos específicos; poda en los Aportes del Tesoro Nacional, de gastos reservados; congelación de vacantes en la administración pública, despidos, jubilaciones forzosas, etcétera. “Es necesario reducir el déficit fiscal, es una cuestión relevante, estamos trabajando en eso y mañana (por hoy) nos vamos a reunir con el secretario de Hacienda (Pablo Guidotti) para empezar a mirar todo con mayor detalle”, comentó Machinea. La semana próxima empezarían las reuniones con las otras áreas de Economía. El encuentro con Guidotti le servirá para determinar en qué medida es posible seguir avanzando en el achique del gasto. En el equipo de Machinea consideran que el ajuste por el lado del gasto podría rondar los 1000 millones de dólares, y que ir más allá –como imagina Roque– crearía no poco “ruido político” a poco de asumir De la Rúa. El resto del ajuste hasta cubrir el agujero fiscal llegará por el lado de los impuestos. Por estos días, el equipo de Machinea trabaja contrarreloj en un paquete (ver aparte), que incluiría los siguientes puntos:u Suspensión de la baja de aportes patronales.u Generalización del IVA, alcanzando la publicidad, los medios y la medicina prepaga.u Eliminación de exenciones en el impuesto a las Ganancias.

 

Un mundo color de rosa

Aunque, en privado, coincidió con Machinea en la complicada situación fiscal que deberá afrontar el próximo gobierno para cumplir con el FMI, Roque Fernández buscó en sus declaraciones públicas destacar el lado “positivo” de su gestión. “Tenemos una situación de cobertura de gastos cómoda hasta fin de año. Hay un cronograma de gastos y desembolsos en término de préstamos que se obtienen, de manera que hasta marzo el próximo gobierno no tenga que recurrir al mercado”, afirmó. Y agrego que “les dejamos (a los equipos de la Alianza) una economía con acceso al mercado. O sea que si necesitaran recurrir al mercado en diciembre o en enero, el mercado está abierto para la Argentina”. También se manifestó contrario a la aplicación un impuesto extraordinario a las ganancias de las empresas de servicios públicos privatizados. “No me parece. Las políticas tributarias deben ser neutras en asignación de recursos y sectores empresariales. No creo que fuera un criterio de política tributaria para llevar adelante”, opinó.


 

“THE WASHINGTON POST” RECLAMO APOYO DEL FMI Y EL BM“
Argentina entra en período de riesgo”

t.gif (862 bytes) “La madurez democrática y económica de Argentina encierra una lección de esperanza, la mala noticia es que el experimento entra ahora en un período de riesgo.” Con esta reflexión y advertencia a la vez, el diario The Washington Post saludó que el candidato de la Alianza Fernando de la Rúa haya triunfado en las elecciones presidenciales del domingo último “prometiendo más austeridad” y reclamó un apoyo efectivo del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional para la difícil etapa, según prevé, que se avecina. “La economía puede empeorar antes de volver a un sendero de crecimiento, y De la Rúa deberá cohabitar con gobiernos provinciales y un Senado dominados por el partido de la oposición”, afirmó ayer el prestigioso periódico en un editorial. El diario elogia el “notable desarrollo” de la Argentina tras salir en 1983 de un período de dictaduras militares, pero advierte que el país atraviesa ahora momentos difíciles, con un desempleo del 14,5 por ciento (que aumentaría en la próxima medición), una caída en su nivel de actividad económica y un importante incremento de la pobreza.“Esas circunstancias difíciles conducen a veces al populismo, que en cierta época caracterizó a la Argentina”, indica el editorial en tono de advertencia. “Sin embargo —agrega—, De la Rúa ganó la elección prometiendo más austeridad, como la aplicada en la década anterior, que produjo impresionantes tasas de crecimiento y una victoria contra el viejo espectro de la inflación.”Según el diario de la capital estadounidense, “la madurez democrática y económica de Argentina encierra una lección de esperanza”. “Argentina demuestra que políticas apropiadas pueden dar resultados, mediante un liderazgo determinado y el respaldo de los organismos crediticios internacionales.” “La mala noticia es que el experimento de Argentina entra ahora en un período de riesgos”, advierte el Washington Post. “El Banco Mundial y el FMI están dispuestos a ayudar”, asegura, concluyendo que “se trata de un caso en el que una asistencia generosa debería arrojar hermosos frutos”. De acuerdo con su evaluación, el FMI expresó reiteradamente su disposición a ayudar al gobierno resultante de las elecciones, y estima que la Argentina podría obtener a corto plazo una línea de crédito contingente de 10.000 millones de dólares, siempre y cuando mantenga el rumbo de reformas económicas preconizado por el organismo crediticio.

 


 

El paquete viene con un aumento al gasoil

Por Cledis Candelaresi

t.gif (862 bytes) Con el afán de engrosar rápidamente los ingresos fiscales, los técnicos de la Alianza intentan diseñar una batería de medidas tributarias que puedan aplicarse a partir de diciembre. Entre las hipótesis de trabajo más firmes está la de subir al 21 por ciento la tasa del Impuesto al Valor Agregado sobre la televisión por cable, alícuota que hace poco el Congreso fijó en el 10,5 por ciento para ese servicio, cuando debatió la reforma tributaria propuesta por el ministro de Economía, Roque Fernández. Ampliar la base de Ganancias y una suba del Impuesto a la Transferencia de los Combustibles que afecta al gasoil también están en la mira del equipo de Fernando de la Rúa.El núcleo de especialistas que asiste al presidente electo descuenta que, por el momento, no sería posible una reforma integral del sistema tributario. Entre otras razones, porque un rediseño obligaría a buscar consenso en el Congreso y realizar una extensa ronda de negociaciones con los sectores económicos involucrados. Pero la necesidad de cerrar el bache fiscal los obliga a imaginar algunas soluciones inmediatas sobre la base del régimen vigente.Consultados por Página/12, los especialistas Antonio Figueroa, cercano a Rodolfo Terragno, y Alfredo Fólica, quien trabaja en el mismo centro académico que Juan Sourrouille y el diputado Jesús Rodríguez, coincidieron en que la primera decisión es eliminar las prerrogativas que existen en IVA y Ganancias. Entre las ideas en danza se destacan:uLa suba al 21 por ciento del IVA a la televisión por cable permitiría un aumento de la recaudación de unos 130 millones de pesos anuales. Lo que inquieta un poco más es la idea de aplicar esa misma alícuota sobre las prepagas. Uno de los argumentos en contra es que en el interior hay prestadoras pequeñas, cuyo servicio sólo suple las deficiencias del hospital público.u Eliminar la promoción industrial, que exime del pago de IVA y Ganancias por montos millonarios.u Eliminar prácticamente todas las exenciones del Impuesto a las Ganancias y alcanzar con el tributo conceptos aún no gravados.uSe analiza la posibilidad de disminuir las deducciones de Ganancias y, eventualmente, bajar el mínimo no imponible. Hoy un asalariado casado puede descontar hasta 28 mil pesos por año de su liquidación del gravamen, que sólo lo alcanza si su remuneración supera los 2400 pesos mensuales. La intención es que pueda deducir menos y que el impuesto pueda aplicarse para salarios menores.u Otra apuesta fuerte sería la de subir el impuesto a los combustibles, básicamente, el que grava al gasoil. Con el esquema actual, Economía recauda alrededor de 1300 millones de pesos anuales por el ITC sobre todos productos. La idea sería reforzarla, quizás, equiparando el tributo que pesa sobre el gasoil con el que grava a las naftas.Esa mayor presión fiscal iría acompañada de una eliminación de impuestos sobre el sector empresario. Entre los técnicos aliancistas hay acuerdo para derogar el impuesto sobre las deudas empresarias y a la renta mínima presunta, creados por la reforma tributaria de Roque. Esta iniciativa podría considerarse riesgosa: la eliminación del primer tributo costaría a las arcas públicas no menos de 500 millones por año.

 

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