Por Raúl Dellatorre A veinticuatro horas de
haberse echado a correr la versión de que el cavallista Ricardo Gutiérrez podría ocupar
la presidencia del Grupo Banco Provincia de Buenos Aires ya se produjeron las primeras
reacciones en contra. Las comisiones gremiales internas de las filiales Buenos Aires, La
Plata y Mar del Plata del banco le manifestaron al gobernador electo, Carlos Ru- ckauf, su
profunda preocupación ante dicha versión, a la que consideran atada a la
intención de privatizar la entidad. En igual sentido se expresó el presidente de la
Cámara de Diputados bonaerense, Alejandro Mosquera (Alianza), quien advirtió que si el
futuro gobernador comete el error de darle el banco al cavallismo para privatizarlo,
se enfrentará a un tremendo fracaso, porque el rechazo social que generará y la mayoría
opositora en la Legislatura se lo impedirán. Los trascendidos políticos dan cuenta
de que Ruckauf le pagaría al partido de Domingo Cavallo, Acción por la
República, el favor de haber bajado a su propio candidato a gobernador y apoyado al
justicialista con un puesto de jerarquía en su futuro gobierno. El próximo mandatario
provincial ya anticipó que el actual ministro de Economía, Jorge Sarghini, permanecerá
en su cargo, pero antes había adelantado que Ricardo Gutiérrez formará parte de su
Gabinete, sin mencionar el cargo. Entre las alternativas que se barajan se señalaron el
Banco Provincia, la Secretaría de Hacienda y el Ministerio de la Producción. No hay
dudas de que el lugar más atractivo es el Grupo Bapro, del cual el banco es su eslabón
más importante. Desde el cavallismo, en cambio, niegan toda relación con la designación
de Gutiérrez. Es un amigo personal del Mingo, incluso han hablado en estos días
sobre su probable función en los equipos de Ru- ckauf y la posibilidad de ir al Banco
Provincia, que es la más atractiva, comentó una fuente cercana al ex ministro y
titular de la tercera fuerza política, desde el último domingo. Por supuesto,
Cavallo está muy contento, pero no es un cuadro político de Acción por la República,
ni forma parte de una rosca con el justicialismo ni pago de favores. Gutiérrez es
peruca, está afiliado al PJ y ya venía trabajando para Eduardo
Duhalde, agregó. El Banco es un lugar clave, mucho más que el Ministerio de
Economía, porque en la estructura administrativa de la provincia desde este último se
administran los fondos, pero el poder político está en el Banco Provincia,
comentó a Página/12 Alejandro Mosquera. Al cavallismo habrá que pagarle el favor
del apoyo en las elecciones, y ya hay antecedentes durante la gestión de Eduardo Duhalde
de haberle cedido el banco a ese sector, cuando lo presidió Carlos Sánchez,
recordó. Rodolfo Frigeri, presidente del Grupo Bapro, se había mostrado ya
entonces muy preocupado por el manejo del banco por esa línea de pensamiento, la misma
que representa Gutiérrez, hasta que finalmente debió retomar la presidencia de la
institución. En alguna mente del justicialismo agregó existió
la intención de abrirle la puerta a la privatización parcial, y con ella cederle al
sector privado el gerenciamiento de la entidad. Hubo un proyecto que quería incluir en la
Constitución provincial un artículo que impidiera la privatización total del banco,
pero dejaba librado el camino para el ingreso de capitales privados con participación
minoritaria, y por esa vía llegar al gerenciamiento privado. La carta-documento
enviada por los secretarios generales de las seccionales mencionadas del Banco Provincia a
Ruckauf señala el rechazo a la privatización de la herramienta financiera de la
provincia. Es de público conocimiento refiere que la Fundación
Mediterránea reclamó insistentemente la privatización, política que fue rechazada no
sólo por los trabajadores, sino además por su presidente, Rodolfo Frigeri, así como
también por toda la comunidad bonaerense. Es precisamente la identificación de Ricardo
Gutiérrez como un hombre de la Mediterránea la causa principal de la incertidumbre que
nos aflige. Agrega el documento gremial que la experiencia vivida nos indica
que aquéllos como Carlos Sánchez, ex presidente del banco, o Ricardo Gutiérrez, actual
postulante, sostenedores ambos de la filosofía del `ajuste permanente, carecen de
suficiente idoneidad para garantizar un proyecto de Banco como el que anhela y merece el
pueblo bonaerense .Mosquera, en tanto, advirtió que habrá que estar muy
atento y tener mucho control sobre la situación del banco, no sea cosa que a través de
una administración ineficiente se busque plantear una situación de hecho, en la que la
privatización sea el único camino posible.
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