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Estudian si la silla eléctrica es demasiado cruel

Estados Unidos suspendió esa forma deejecución hasta que la Corte Suprema seexpida sobre su constitucionalidad.

Horror: La escalofrian-te ejecución de Davis fue el punto de partida: momentos antes de ser electrocutado, le sangró la nariz y la sangre se filtró por la máscara.

La silla ha sido objetada por el sufrimiento que implicaría.
La Corte Suprema considerará la cuestión y suspendió su uso.

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Página/12 en EE.UU.
Por Mónica Flores Correa Desde Nueva York

t.gif (862 bytes) Aunque quizá sólo sea temporario, quienes se oponen a la pena de muerte en Estados Unidos consiguieron un triunfo parcial cuando la Suprema Corte decidió considerar si el uso de la silla eléctrica es constitucional o si este sistema digno del “laboratorio de Frankenstein” –como afirmó un magistrado– es un castigo cruel e inusual que debe ser prohibido de acuerdo con lo indicado en la octava enmienda de la carta magna. Fotos de la cara desencajada y cubierta de sangre del cadáver de Allen Lee “Tiny” (“Pequeñito”) Davis, el último hombre que fue ejecutado en Florida, serán analizadas como prueba por los jueces para emitir el fallo que, se estima, no tendrá lugar antes de junio del año próximo. En el ínterin y para desazón del gobernador Jeff Bush, que en sus primeros diez meses de mandato firmó la muerte de cuatro condenados, Florida suspenderá las ejecuciones con corriente eléctrica, si bien la Legislatura, calurosamente a favor de la pena capital, podría suplantar la silla por la inyección letal. Georgia, Alabama y Nebraska, los otros tres estados de la unión que electrocutan reos, también deberán interrumpir las ejecuciones hasta que se pronuncie la Corte.La escalofriante ejecución de Davis, acusado de haber asesinado a una mujer embarazada y a sus dos hijitas, fue el punto de partida para obtener esta revisión de la Corte Suprema. Momentos antes de ser electrocutado, a Davis le sangró la nariz y la sangre se filtró por la máscara, que en dichas circunstancias cubre la cara del condenado, salpicándole el pecho. Se especula que Davis se habría asfixiado antes de que le aplicaran la corriente eléctrica debido a la forma en que el cadáver tenía puesta una boquera de cuero, que es parte de la “vestimenta” para la ejecución.Tomadas por funcionarios estatales, las fotos de Davis son las primeras que se hacen en Estados Unidos de un individuo ejecutado. Leander Shaw, uno de los jueces de la Corte Suprema estadual, colocó las fotos en la página oficial del tribunal en Internet junto con su opinión, en desacuerdo con el fallo alcanzado por sus pares. Esta decisión había establecido que la electrocución no es un castigo doloroso ni prolongado. La Corte de Florida mantuvo así el uso de la silla mortal por cuatro votos contra tres. Ahora, la Corte federal aceptó considerar la cuestión, interrumpiendo de este modo el uso de la silla.Con la ejecución sangrienta de Davis, es la tercera vez en el transcurso de la década que se suscitan problemas con la condenada silla en Florida. En 1990 y 1997, las máscaras de algunos ejecutados despidieron llamas y humo, un espectáculo vagamente semejante a las hogueras medievales en las que se incineraba a los reos, casi siempre arbitrariamente juzgados.La Corte Suprema federal concedió una suspensión de la aplicación de la pena a Anthony Bryan, cuya ejecución se había programado para ayer a la mañana. Este aplazamiento, sin embargo, había sido concedido previamente a nivel estadual por la Corte Suprema de Florida.Desde que el castigo capital fue reimplantado en este estado del sudeste norteamericano en 1979, 43 hombres y una mujer han muerto atados a la silla de roble que se encuentra en un sombrío cuarto sin ventanas, en la principal cárcel estadual. Aproximadamente unos 400 condenados, incluyendo cuatro mujeres, esperan turno para ser electrocutados, un proceso que, con apelaciones incluidas, toma a veces más de veinte años para llegar a la resolución final.Cory Tilley, vocero del ultraconservador Jeff Bush –ubicado a la derecha de su hermano George, el gobernador de Texas, también firme partidario de la pena de muerte y el más seguro aspirante republicano a la candidatura presidencial–, dijo que el gobernador se sentía “frustrado por las familias de las víctimas asesinadas que habían esperado décadas enalgunos casos para que se hiciera justicia”. Tilley aclaró que pese a los cuestionamientos “el gobernador todavía tiene confianza en la silla”. Y afirmó: “Esta silla ha pasado la prueba del tiempo”.Por si la silla no pasa el examen de la Corte Suprema Federal, los magistrados del tribunal máximo de Florida han instado a los legisladores a que elijan una alternativa a fin de no interrumpir –hasta junio quizá– las ejecuciones. John Thrasher, presidente de la cámara de representantes estadual y decidido entusiasta de la silla, comentó que pensaba llamar a una sesión especial la semana próxima para cambiar por la inyección letal el método de ejecución usado desde hace setenta y seis años.

 

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