Hazaña de
San Lorenzo en el Pacaembú. Debía por lo menos empatar y se trajo una victoria; empezó
perdiendo y lo dio vuelta. Sin Romagnoli, planteó una estrategia que privilegió el
control sobre el rival y de contra se le dio, con mucha disciplina táctica,
una gran actuación de Estévez y relevante trabajo de Pusineri. Ahora está en
semifinales de la Copa Mercosur (anoche también clasificó Peñarol, que goleó a
Olimpia) y sigue marcando el rumbo en el Apertura. San Lorenzo no afloja nunca. El partido
comenzó con predominio de los paulistas, sostenidos por el aliento de una multitud y por
el fútbol fluido que pasaba invariablemente por la sapiencia de Fredy Rincón. El
colombiano movía los hilos y Ricardinho, Edú y los de arriba Luizao y
Edilson complicaban a un San Lorenzo que trataba de hacer pie sin conseguirlo. Así,
no extrañó que después de una trepada de Edú, reemplazante del hábil Marcelinho
Carioca, por la izquierda, su centro, después de una vacilación defensiva, fuera
aprovechado por Edilson para convertir con facilidad ante Campagnuolo. Parecía que podía
comenzar un calvario para los de Ruggeri pero este San Lorenzo tiene con qué y sabe
usarlo. Así, no habían terminado de celebrar los paulistas cuando, después de una gran
jugada de Raúl Estévez que terminó en corner, el mismo extremo la puso para la cabeza
de Franco que aprovechó la mala marca de Corinthians para igualar. Fue,
psicológicamente, clave: San Lorenzo siguió atacando y por un ratito lo tuvo como para
aumentar, ya que se lo perdió Romeo. Sin embargo, los de Oliveira retomaron la ofensiva y
por dos veces el mismo Edilson (otra figura de los brasileños) antes de promediar el
período pudo marcar. Mientras San Lorenzo se retrasaba en un compacto bloque de ocho
jugadores puestos en función predominantemente defensiva, Corinthians buscaba por todas
partes: por los costados con Kléber, junto con Edú y Ricardinho por izquierda, y Vampeta
y César Prates por derecha; arriba, siempre buscados por Rincón, Luizao y Edilson
llegaron dos o tres veces. Una gran jugada del colombiano no pudo ser conectada por
Luizao, una lujosa maniobra de Edilson impresionante la terminó rematando al
arco sin buscar a un compañero. San Lorenzo terminó muy echado atrás, con Estévez
aislado y el mérito del orden. Pero iba salvando el resultado.La entrada de Gallardo
reordenó la defensa de San Lorenzo, volviendo Tuzzio a su posición natural, aunque fue a
sus espaldas donde encontró lugar Kléber para casi sacar ventajas en el comienzo del
complemento. Pero era otra vez el momento de San Lorenzo porque se escapó Estévez, gran
jugada y habilitación al vacío a Romeo que picó habilitado, desparramó a Dida y
convirtió: 2-1 y clasificación ahí, casi en el bolsillo, habiendo hecho muy bien sólo
lo justo.Corinthians no lo podía creer y siguió en su libreto algo monótono de insistir
sin demasiada claridad. Con el correr de los minutos, y ante la inoperancia de los cambios
pareció ir bajando los brazos y de a poco los de Ruggeri se pararon de tal modo que
podían definir en cualquier momento de contra. Y fue Estévez, uno de los mejores de su
equipo, quien dispuso del mano a mano más claro ante Dida. Entre silbidos y desazón
local, losde Ruggeri terminaron un trabajo con todos los ingredientes de la hazaña. |