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UN HALLOWEEN, PERO ELECTRONICO
Auténticamente under

En la estación Perú de la línea A de subte, inmortalizada por uncuento de Julio Cortázar, los disc jockeys Hernán Cattáneo, Cristian Trincado y Carlos Alfonsín sonorizan esta noche una atípica fiesta.

Idea: “En París se hacen discotecas hasta en los baños. Está bueno romper esa cosa del espacio de la discoteca como lugar excluyente para bailar.”

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Los tres disc jockeys en la puerta de la estación donde hoy harán de las suyas, hasta las 4.
Los pasadores de discos cuentan que en Nueva York o París estas iniciativas son frecuentes.


Por Pablo Plotkin

t.gif (862 bytes) Una estación de subte de noche siempre tuvo algo de sobrecogedor. Lo que durante el día es todo andenes abarrotados, televisores reproduciendo publicidades de teléfonos celulares y ruido de trenes, de noche se vuelve un sótano deshabitado y misterioso. Como en “Escuela de noche”, un famoso cuento de Julio Cortázar, la estación Perú de la línea A –una de las pocas que todavía conservan la escenografía tradicional–, experimentará hoy a partir de las 23:30 una transformación respecto de su habitual desolación nocturna. Tres conocidos disc jockeys de la escena porteña sonorizarán una fiesta organizada por la firma Levi’s, en medio de una campaña publicitaria –Tren Fantasma– especialmente diseñada para el subte (se pegarán afiches en las estaciones de la línea D). El subte como un infierno bajo las alcantarillas que le viene bien al concepto publicitario que pensó la marca para Halloween, una celebración históricamente norteamericana últimamente incorporada por los shoppings y algunos sectores de la comunidad fiestera de Buenos Aires. A Hernán Cattaneo, Dj argentino con proyección internacional, la idea le parece “original, bastante neoyorquina”. “Sí, tienen que empezar a pasar estas cosas”, coincide Cristian Trincado, otro de los que ocuparán las bandejas esta noche. “En París, por ejemplo, se hacen discotecas en los baños. Tendrían que aparecer lugares poco comunes donde la gente pueda bailar. Aparte está muy bueno romper esa cosa del espacio físico de la discoteca, como lugar excluyente para bailar. Después de ir mucho tiempo a las mismas discotecas, se puede volver aburrido”.–¿Es así? Carlos Alfonsín: –No diría que aburren, pero sí me parece divertido que existan otros ambientes fuera de lo común. Cattáneo: De todos modos, siempre primero está la música. Eso es lo importante de toda fiesta, sea en el Tortoni, en el subte o en una discoteca. Sin embargo, el subte tiene algo de original en el ambiente, que puede verse como una discoteca extraña. Suena entretenido.Trincado: –También estaría bueno explotar espacios abiertos, más cercanos a la naturaleza. La música y la diversión se asocian con el encierro, el humo y las luces. Una fiesta en un plaza, a la tarde, también es genial.–¿Es un símbolo para ustedes que la música electrónica salga de las discotecas, del guetto dance?Cattáneo: –Lo que me parece significativo es que una marca históricamente muy ligada al rock, el año pasado auspiciara a los Chemichal Brothers y ahora contrate a tres disc jockeys para su fiesta, en lugar de a una banda de rock. Eso sí es significativo. El año pasado, la revista Rolling Stone hizo una fiesta y pasamos música dos disc jockeys de música electrónica. Yo no lo podía creer. Eso está pasando con el género: hay una unión imparable con el rock.–¿Creen que sí, que las dos culturas están integradas ya?Cattáneo: –Acá no, porque hay mucha gente que está en contra de eso en Argentina. Afuera se dieron cuenta de que esa lucha no tiene sentido, que hay que buscar los mejores canales de unión. Acá lo escuchás a (Mario) Pergolini y cada vez que habla de dance, parece que le dieran ganas de escupir. Y un tipo importantísimo como él, que siempre tira mala onda, no ayuda. En otros lugares eso está superado hace rato. Acá, para mucha gente del rock, los disc jockeys todavía somos mala palabra.Trincado: –Ya en los noventa se estaban mezclando la electrónica con el rock, y salían cosas como Primal Scream, Happy Mondays. Cattáneo: –Sí, y acá igual ya está pasando: cada vez son más los grupos de rock que meten elementos de la electrónica, remixan temas y demás.–Y a su vez, muchos artistas electrónicos toman elementos del rock.Cattáneo: –Por supuesto. Es que esa es la gran diferencia: la cultura dance nunca renegó de ningún estilo de música. Los que son mucho másortodoxos y estructurados son los rockeros, que dicen “¡ah no, si no tiene una guitarra eléctrica no es rock¡”. Alfonsín: –Es muy difícil. Prendés una radio y es todo música de los ochenta. Son muy pocos los programas que se dedican a la actualidad. No te digo que pasen la música del futuro: pido que pasen la actual. Acá hay mucha gente que todavía vive de recordar el pasado. Estamos llegando al 2000 y estamos con el nostalgie. Cuesta vivir el hoy.Trincado: –A mí hay algo en el pasado que me parece sumamente interesante...Alfonsín: –Sí, pero no vivir todo el tiempo en el pasado. A mí me encanta la música antigua, y soy un gran coleccionista, pero debería dársele igual espacio a la música de ahora. Cattáneo: –También pasa por la cuestión económica. Se apuesta a lo seguro en todos los rubros, no sólo en la música. Todo lo nuevo o futurista tiene un riesgo, a diferencia de algo que tiene una eficacia ya probada. Las empresas que manejan el entretenimiento prefieren reproducir cosas del pasado. Son muy pocos los que hacen cosas nuevas: Mirtha Legrand y Susana Giménez van a seguir toda la vida. Innovar es riesgoso.

 

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