Por Raúl Kollmann A los progresistas ya
los tiene en contra y con Aldo Rico tiene un tipo que sabe mandar, que no va a tener
cagazo y que está entrenado en la misma disciplina que los policías. Este es el
diagnóstico que ayer le deslizó a Página/12 uno de los hombres más cercanos a Carlos
Ruckauf. El gobernador electo no terminó de definir la designación del carapintada como
ministro de Seguridad, pero todo su equipo piensa que la idea fue tirar el nombre, ver las
reacciones y confirmar el nombramiento a la vuelta de sus vacaciones en Río de Janeiro.
Tal como anticipó Página/12, Ruckauf postularía a un cavallista Guillermo
Francos para el Ministerio de Justicia, con lo cual intentará dicen sus
colaboradores equilibrar las cosas. En la Alianza parecen más bien resignados, pero
dentro de la Bonaerense todos hablan de la guerra entre verdes y azules, aunque los
hombres del carapintada han hecho más de un negocio turbio con los policías de San
Miguel.
El hombre cercano al gobernador electo redondeó así el análisis: Mire, el
problema no es sencillo y Ruckauf ya lo tenía pensado de antes. En el tema de Seguridad
necesita un jefe, un tipo con bolas al que no le toquen el culo. La gente que está en
contra, igual ya está en contra de Ruckauf y los consensos con la Alianza igual se van a
poder conseguir. Este es un tema en el que Rucucu no quiere consenso. Si es necesario, va
a la confrontación.
El gobernador Eduardo Duhalde, pendiente de aliarse con Ruckauf para marginar a Menem,
salió rápidamente en defensa de su sucesor y del intendente carapintada: Tengo un
gran respeto por Rico. Se lo ha difamado tanto por un negociado que dijeron que había
hecho conmigo y realmente no fue a cambio de nada, dijo Duhalde en relación con el
sorpresivo apoyo que el Modin le dio al gobernador para conseguir la reelección en 1995.
Dentro del propio partido de Rico hubo acusaciones de que el ex coronel recibió doce
millones de pesos por aquellos votos a favor de la reforma de la Constitución Bonaerense
que Duhalde necesitaba para ser reelegido.
Es indudable que Rico y por supuesto Ruckauf están en los antípodas de la
reforma de la Bonaerense, que se puso en marcha después del asesinato de José Luis
Cabezas, cuando ya se hizo vox pópuli que los porongas policiales dominaban
buena parte de los delitos que se cometían en la provincia. Su estrategia ahora consiste
en bajar algunos delitos, fundamentalmente los robos y hurtos a particulares, pero
manteniendo las grandes cajas policiales, incluyendo el arreglo con los delincuentes, la
piratería del asfalto, el tráfico de drogas, la prostitución, los desarmaderos de autos
o el juego. Si disminuyen los robos, les darán una amplia mano libre. La idea, además,
es que los uniformados sientan que tienen respaldo para disparar y que habrá apoyo para
ellos, aun cuando se les vaya la mano. Pese a los gestos que Ruckauf quiere hacer, en la
Bonaerense rechazan categóricamente la presencia de Rico. Tener por encima nuestro
a un milico es insoportable, dicen en la fuerza. La mayoría de los comisarios y
subcomisarios que hoy están en la Bonaerense se criaron en época del Proceso, cuando el
mando estaba justamente en manos de militares. Se quedaban con todo el botín, se
llevaban la plata en pala, nos verdugueaban y, encima, nos obligaban a apoyar a los grupos
de tareas. En la fuerza nadie quiere tener encima a un milico y no van a tirar un tiro
para que él gane prestigio, le insistió a Página/12 un oficial en actividad de la
zona de Quilmes.
En la Alianza hay unánimes rechazos a la nominación de Rico. El vicepresidente electo
Carlos Chacho Alvarez, el diputado Federico Storani y el legislador
provincial, especialista en el tema Seguridad, Eduardo Sigal, coincidieron en que el
ministro designado tiene que surgir del consenso. La mayoría de los hombres de la Alianza
saben queformalmente no se pueden oponer, pero piensan en rápidas represalias: la Alianza
tiene quórum propio en las dos Cámaras de la Legislatura y cuenta con el poder para
hacer designaciones en el Banco Provincia, en la Justicia, en la Dirección de Escuelas,
además de tener los votos decisivos en lo que respecta al presupuesto. El mensaje a
Ruckauf será que la designación de Rico tendrá costos concretos.
Maradona en contra Yo no creía que Ruckauf podía hacer algo así. No estoy de acuerdo.
Creo que nos olvidamos de todo con mucha facilidad en la Argentina, sentenció ayer
Diego Maradona. Somos desmemoriados, olvidadizos. Hay mucha gente a la que Aldo Rico
no le hizo bien y hay pruebas de eso. A mí no me gusta. Lo puedo llegar a aceptar, pero
creo que no es justo. No creía hasta el día de ayer que Ruckauf podía hacer una cosa
así, expresó el 10.
Como se sabe, Maradona mantiene una tensa relación con el gobernador Eduardo Duhalde y
más todavía con los policías bonaerenses recientemente condenados por haber armado el
caso Tarantini y el caso Coppola. |
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