Los boxes de
McLaren y Ferrari son los primeros en la calle de boxes de Suzuka y están uno a
continuación de otro. La tensión entre ambas escuadras, luego del escándalo de Malasia
y la reclasificación del team italiano era palpable ayer, cuando se alistaban los coches
y se desarrollaba en la madrugada de hoy la primera tanda de entrenamientos del GP de
Japón. Custodias, autos tapados, reticencia ante los fotógrafos, fueron las señales
más claras del ambiente conflictivo entre las escuderías que disputan el título mundial
de Fórmula 1.
Tanto Ferrari como McLaren llevaron cuatro autos cada una a Suzuka, las que ayer fueron
sometidas a revisación técnica: todos los autos anotados fueron declarados
conformes por los comisarios de la carrera, informó la FIA. Las
verificaciones se desarrollaron como es habitual, pero esta vez con un particular cuidado
en los pequeños detalles, luego de la desclasificación, más tarde anulada,
de las Ferrari. Ahora tenemos deflectores con una tolerancia cero, aseguró
Jean Todt, director deportivo de Ferrari.
Los dos protagonistas del título, Eddie Irvine (70 puntos) y el campeón Mika Hakkinen
(66 puntos), fueron eclipsados por la figura del retornado Michael Schumacher.
Quiero ganar la carrera en Suzuka dijo y puedo correr con la conciencia
tranquila, pues así ayudo a Eddie y al equipo. Pero, ante todo, le quitaré diez puntos a
McLaren.
Irvine apenas podía ayer ocultar la tensión. Naturalmente, la presión está ahí,
pero hasta ahora logré ahuyentarla de la cabeza, dijo el aspirante al título. El
irlandés sabe que esta es su más grande oportunidad: Lucho por el título. Si hay
un circuito en el que deseo ganar a toda costa es en Suzuka. Lo conozco tanto que puedo
correr con los ojos cerrados. Bajo mayor presión estaba Todt. Jean esta ahora
más nervioso que en toda su vida, dijo Irvine y su jefe de equipo ni siquiera lo
contradijo. Es cierto, pero es cosa humana, admitió el francés con corazón
de luchador. Sabemos lo que nos espera dijo pues al fin y al cabo hemos
perdido el título dos veces seguidas en esta carrera.
Mientras los rivales hablaban sin parar, el campeón mundial apenas movió los labios.
Aparte de una par de medias frases, no se le arrancó palabra alguna. Murmuró algo sobre
amargas experiencias, de una difícil carrera el domingo. La
historia ha demostrado que la defensa de un título siempre es en extremo difícil,
dijo el jefe deportivo de Mercedes, Norbert Haug, subrayando al mismo tiempo su indomable
voluntad de victoria. Queremos el título después de las decepciones de
Malasia, dijo.
Esta noche será la clasificación, que podrá verse en directo por Motorplus Telefé
desde la 1. La competencia se televisará a partir de las 2 del domingo, y se repetirá a
las 12.30.
SEBASTIAN PORTO ANTE EL GP DE MOTOCICLISMO
Yo me tengo mucha confianza
Por P.V.
El
anzuelo es un millón de dólares. Sebastián Porto, el mejor motociclista argentino,
necesita ese dinero para poder correr en el 2000 una Yamaha oficial de 250 cm3. Y sabe que
el Grand Prix de la Argentina, última carrera del Mundial 1999 que se pone en marcha hoy
en el Autódromo Oscar Gálvez, es la vidriera por excelencia para conseguir ese apoyo si
pergeña una buena actuación.
Tengo mucha confianza en la carrera del domingo le dijo ayer el rafaelino a
Página/12 porque el autódromo es el segundo circuito más lento del calendario y
eso favorece a mi moto, que es 20 a 25 km/h más lenta que las oficiales. Porto,
piloto del equipo Semprucci Biesse, es el motociclista particular mejor ubicado en el
campeonato de los 250 cm3.
La pista tenía algunas rajaduras, pero le arreglaron después de unas
recomendaciones que hice y ahora quedó bien. Porto compartió ayer una reunión con
el romano Max Biaggi, uno de los mejores pilotos de 500 cm3, la categoría reina del
motociclismo, quién opinó que la pista porteña es poceada y resbaladiza, lo que
quita grip, pero favorece a las Yamaha. Biaggi probó este año una Ferrari de
Fórmula 1; preguntado ayer, señaló que ve muy difícil el pasaje de las dos
a las cuatro ruedas. En las motos me divierto más, porque hay más variables
libradas a la capacidad del piloto, le dijo a este diario.
Desde hace varias carreras, Porto corre con una moto que la Yamaha pondrá a disposición
de los particulares recién en el 2000. Para esta carrera no habrá fierros nuevos
anticipó. ¿Neumáticos? No sé si habrá algo especial, lo importante es
hacer buenos tiempos con lo que tenga a mano.
El Mundial llega a Buenos Aires con dos de sus tres títulos resueltos la semana pasada:
el español Alex Crivillé se consagró campeón de 500 cm3 en Río de Janeiro, mientras
que el italiano Valentino Rossi logró el de 250cm3, torneo en el que Porto marcha sexto
con 85 unidades (en 1998, piloteando una Aprilia con asistencia de fábrica, Porto
terminó el torneo en 22º lugar). Uno de los atractivos del Grand Prix será la
definición de los 125 cm3, entre el español Emilio Alzamora (207 puntos), el italiano
Marco Melandri (200 puntos) y el japonés Masao Azuma (190 puntos).
La actividad comienza hoy con las prácticas, a partir de las 9 y hasta las 16.15. Las
entradas cuestan entre 30 y 60 pesos, y se venden para los tres días de actividad.
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