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El Frepaso quiere un superministerio y De la Rúa no tanto
Cómo será la Graciela Social

Salvo que la reclusión del fin de semana los convenza de lo contrario, Graciela y Chacho quieren que Fernández Meijide dirija el área social del nuevo gobierno. De la Rúa coincide, pero rechaza la idea de que, además de Salud y Deportes, incluya Turismo y Cultura. Cuáles son las alternativas.

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Por Martín Granovsky

t.gif (862 bytes) Fernando de la Rúa se recluyó desde anoche en su quinta de Villa Rosa para definir cómo darle un lugar al Frepaso, consolidar el perfil de Alianza para el nuevo gobierno y garantizar una política social con resultados a la vista que lo distinga rápidamente del menemismo. Ese es el trasfondo político que rodea a la noticia anticipada el martes en exclusiva por este diario: Graciela Fernández Meijide tiene grandes chances de convertirse en la nueva jefa de un gran ministerio social.
La nueva estructura que terminará de diseñarse de aquí al martes incluirá las funciones actuales del Ministerio de Salud y Acción Social y sumará otras dos que ahora giran en la órbita de la Presidencia: Deportes y Desarrollo Social.
Dirigentes del Frepaso quieren un superministerio que abarque también Turismo, e incluso se barajó ayer la posibilidad de que Cultura integre el área. Pero Página/12 pudo establecer que De la Rúa no quiere hablar de superministerio. Ni hablar, ni que lo sea. Salvo cambios de último momento, el Presidente electo se inclinaría finalmente por dejar Cultura y Turismo fuera del campo del nuevo ministerio.
Si Graciela fuera la ungida, la idea de De la Rúa es que el área social cuente con un organigrama que evite una lucha de todos contra todos y ejecutores de su confianza.
El primer lugar como número dos correspondería a Cecilia Felgueras, quien era número uno puesta hasta que apareció la variante de Graciela. Felgueras, que es secretaria de Promoción Social del gobierno porteño tras su paso por Cultura y “Buenos Aires no duerme”, podría volver a serlo si la ex candidata a gobernadora quedase nominada para otro puesto.
A Salud podría ir Héctor Lombardo, actual secretario del área en la Capital Federal, afín a la Asociación de Médicos Municipales.
“De la Rúa confía en la capacidad de ejecución de Felgueras”, dijo un funcionario con llegada al Presidente electo.
Otro de los consultados por este diario reveló, a la vez, que De la Rúa está irritado con las declaraciones de Fernández Meijide sobre las cajas PAN, en Clarín de ayer.
“¿Propone recrear el Plan Alimentario Nacional de la era alfonsinista?”, le preguntaron. “Sería algo así, pero mejorado”, dijo Graciela.
–Por empezar, no planeamos un PAN –dijo el funcionario consultado–. Y por seguir, jamás aceptaríamos que se hable de PAN, una sigla que quedó desacreditada y suena a viejo, a segundo gobierno de Alfonsín.
La preocupación de De la Rúa este fin de semana tendrá dos prioridades:
u La primera, terminar de conversar a fondo con Alvarez, el principal impulsor de la propuesta Graciela Social. El Presidente electo podría evidenciar ante Alvarez cierto fastidio por las declaraciones públicas de su vice, que el mismo lunes posterior a las elecciones candidateó a Graciela para un cargo ejecutivo, pero es probable que cualquier molestia ceda ante la necesidad de preservar la excelente relación que ambos construyeron durante la campaña.
u La segunda, cerrar el destino de Graciela y simultáneamente discutir un sistema de gestión que no permita pensar en un futuro de guerras internas como sucedió con el primer gabinete porteño de De la Rúa, cuando el jefe de gobierno debió terminar optando entre el uno y el dos de cada área para que la ciudad pudiera funcionar.
A De la Rúa no le disgusta la idea de un cargo ejecutivo. Descartado de movida un destino diplomático para Graciela Fernández Meijide, que ella misma rechazaba, una alternativa era que quedara en la Cámara de Diputados con un cargo importante. Allí solo había –en rigor, aún hay– dos vacantes para una figura nacional. La primera, la presidencia de la cámara, un eslabón de la cadena sucesoria presidencial que ambicionan el radical bonaerense Federico Storani y el delarruista puro Rafael Pascual. La segunda, la jefatura del interbloque de diputados frepasista-radical, que hasta ahora parecía destinada a Darío Alessandro.
Otra alternativa podría apuntar a un organismo en la esfera del gobierno nacional, sin dependencia cotidiana directa del Presidente. Ejemplo, la oficina especial anticorrupción que, tal como lo anticipó este diario, funcionará en reemplazo de la Oficina de Etica Pública.
Cada uno discutirá el tema durante los próximos tres días fuera del Hotel Panamericano, el bunker que terminó cansándolos como si las elecciones hubieran sido el siglo pasado y no el último domingo.
De la Rúa dará los toques finales a los organismos de gobierno en su quinta cercana a Pilar con un grupo de colaboradores. Hoy vuelve de los Estados Unidos Fernando de Santibáñes, amigo, consultor privilegiado, vecino de quinta y probable sucesor de Jorge Rodríguez en la jefatura de Gabinete. Sin duda será de la partida Nicolás Gallo, futuro ministro de Infraestructura o como se llame el área encargada de dar un poco de vida, con viviendas y obras públicas, al marchito recuerdo de John Maynard Keynes.
Graciela se concentrará en una quinta del sur de Buenos Aires.
Chacho en otra, cercana a Ezeiza.
Tanto él como Graciela pueden cruzarse a Villa Rosa.
También Felgueras puede ser llamada a Pilar. De la Rúa confía en algo más que en la disposición de su secretaria de Promoción para la función pública. “Ella y Graciela tienen una excelente relación personal y se entienden bien”, dijo un delarruista. “Durante la campaña incluso discutieron sobre las propuesta sociales para la provincia de Buenos Aires.”
Si Graciela finalmente ocupa un puesto en el gabinete el Frepaso quedará con un área importante, que de otro modo quizás perdería, siempre teniendo en cuenta que José Luis Machinea fue primero economista de cabecera de Alvarez y recién después de De la Rúa. Un repaso de las últimas variantes indicaba anoche que en la ronda de precandidatos a ministro solo figuraba Alberto Flamarique, para Interior o para Trabajo. Ya fuera del Frepaso, esa misma revisión obligaba a adjudicar la mayor chance para Cancillería a Rodolfo Terragno, a menos que a último momento Adalberto Rodríguez Giavarini decline su resistencia a ocupar un ministerio en el primer gabinete.

 

Claves
ron2.gif (93 bytes) De la Rúa y Chacho Alvarez terminarán de discutir este fin de semana el futuro de Graciela Fernández Meijide.
ron2.gif (93 bytes) La fórmula electa estudia que lidere un ministerio social.
ron2.gif (93 bytes) El Frepaso quiere incluir Cultura y Turismo, además de Deportes.
ron2.gif (93 bytes) El delarruismo prefiere que el nuevo ministerio sume el actual, que incluye salud, e incorpore las secretarías hoy presidenciales de Deportes y Desarrollo Social.
ron2.gif (93 bytes) A la vez, De la Rúa teme sembrar de internas un ministerio clave.
ron2.gif (93 bytes) Una alternativa barajada por los delarruistas es que Fernández Meijide termine en la jefatura de un organismo fuerte como la nueva oficina anticorrupción que desplazará a la de Etica Pública.
ron2.gif (93 bytes) Alvarez quiere que la participación de Graciela en el gabinete afirme la imagen aliancista del gobierno y contente internamente al Frepaso.
ron2.gif (93 bytes) En la danza de nombres, parecían  firmes las chances de Terragno canciller.

De la Rua pide reformas al Codigo Penal
La Seguridad en la agenda

t.gif (862 bytes) Fernando de la Rúa le pedirá al Congreso que la semana próxima trate los proyectos de ley que proponen modificar el actual Código Penal y aplicar así penas más duras sobre algunos delitos. Entre ellas que ya no sea excarcelable el robo a mano armada, tal como ocurre ahora. El reclamo al Parlamento forma parte de las medidas que el presidente electo estuvo estudiando durante la mañana de ayer para combatir la falta de seguridad, uno de los ejes de su campaña. También convocará, apenas asuma, al Consejo de Seguridad para coordinar las tareas de las fuerzas policiales, de Gendarmería y de Prefectura y anticiparse a uno de los posibles flancos por el que podría llegar a ser atacado por la oposición a poco de asumir su mandato.
“De la Rúa analizó la puesta en marcha de una política criminal que atienda todas las facetas del delito”, señaló ayer el vocero del presidente electo, Darío Lopérfido, quien agregó: “También se pondrá énfasis en los nuevos delitos y se creará un mapa criminológico nacional que sirva para tomar las decisiones en este sentido”.
El plan para combatir la inseguridad que se propone el nuevo gobierno requiere, según los asesores, contar con leyes más duras que hoy están a la espera de su tratamiento en el Congreso nacional. Así al menos lo entiende el coordinador en temas de seguridad y cuestiones penales designado por la Alianza, Ricardo Gil Lavedra. La tarea en Parlamento estará a cargo de la diputada Nilda Garré (Frepaso) y su par José Ignacio Cafferata Nores (UCR).
De la Rúa ya tendría agendado convocar a una reunión del Consejo de Seguridad inmediatamente después de asumir la presidencia. El objetivo sería comenzar a estudiar un plan de reequipamiento de las policías de todo el país, elaborar programas de formación comunes a todas las fuerzas en materia de investigación y especialización para combatir el narcotráfico, el contrabando de armas y el lavado de dinero.
El futuro Presidente, según anticipó Lopérfido, le dará una dinámica de trabajo permanente al Consejo de Seguridad, “que será el órgano de coordinación y toma de decisiones para que la policía Federal, las policías provinciales, las fuerzas de seguridad, los gobiernos provinciales y el de la Nación trabajen de manera mancomunada para combatir el delito y recobrar la tranquilidad”.
La Alianza espera sumar al Consejo de Seguridad a las provincias de Córdoba y Buenos Aires, las que en su momento se negaron a integrar el organismo. El gobernador José Manuel de la Sota ya anticipó su intención de designar sus representantes al Consejo. Al futuro gobierno también le gustaría que la provincia de Buenos Aires haga lo mismo, y tener así acceso al control de la polémica policía bonaerense.
Ayer también se habrían barajado los nombres de los posibles sucesores de Miguel Angel Toma al frente de la Secretaría de Seguridad, bajo cuya mando se encuentran la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura Naval. Solo transcendió que la designación recaerá en un hombre con perfil estrictamente técnico.

 

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