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    José Luis Machinea acelera el diseño del nuevo Presupuesto
Tarea que dejará muchos heridos

El futuro ministro de Economía recibió la orden de De la Rúa de terminar rápidamente la propuesta de modificaciones al Presupuesto 2000. El objetivo es presentarlo en el Congreso en los próximos días. Rodríguez Giavarini se sumó a trabajar con Machinea para el Presupuesto.

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José Luis Machinea llevando los papeles de trabajo para mostrárselos a Fernando de la Rúa.
Para alcanzar un déficit fiscal de $4500 millones el año que viene, propone un recorte de $1500 millones.

t.gif (862 bytes)  @Fernando de la Rúa instruyó a José Luis Machinea que tenga redactado cuanto antes un nuevo proyecto de ley de Presupuesto. La intención es presentarlo al Congreso en el transcurso de la próxima semana. Ayer, el futuro ministro de Economía estuvo trabajando durante cinco horas en esa propuesta, acompañado por dos de sus colaboradores más cercanos, Guillermo Rozenwurcel y Oscar Cetrángolo. El presidente electo le pidió, además, a su ex secretario de Hacienda en el Gobierno porteño, Adalberto Rodríguez Giavarini, que participe junto con su equipo en la elaboración de aquella iniciativa, y ayer estuvieron en las oficinas de la Fundación para el Desarrollo con Equidad (FADE) intercambiando ideas con Machinea.
El Presupuesto será la primera medida de gobierno que impulsará la Alianza, antes de asumir el poder, y el panorama se presenta complicado. Los economistas deben encontrar la forma de hacer un ajuste que genere las menores resistencias posibles, y obtener consenso para aumentar impuestos.
Con las informes que recibió durante esta semana del actual viceministro de Economía, Pablo Guidotti, Machinea comenzó a ocuparse de la letra fina de los cambios a realizar en el proyecto de Presupuesto para el 2000. De acuerdo a su estimación, para cumplir la meta comprometida ante el FMI de un déficit fiscal de 4500 millones de pesos el año que viene, se requiere de un recorte de gastos de al menos 1500 millones respecto de las partidas asignadas en el presente ejercicio. Los ítems a los que apuntará la Alianza para lograr ese ahorro son los siguientes: gastos reservados, Aportes del Tesoro Nacional (ATN), congelamiento de vacantes en la administración pública, postergación de obras y estudios encargados a consultorías. Otra fuente sustancial para suprimir gastos pasará por la eliminación de decenas a de dependencias.
En ese sentido, a través de una nueva ley de Ministerios, se propondrá eliminar 22 secretarías y 46 subsecretarías de Estado –el 40 por ciento de las actuales–, para dar forma a una estructura más “ágil” y “eficiente” de la administración pública. Aunque se achique el aparato burocrático, el cálculo de Machinea arroja que el ajuste al que llega, incluyendo todos aquellos puntos, es de unos 1000 millones de pesos. Por lo tanto, aún debe detectar otras partidas para suprimir.
El otro eje de la estrategia para acomodar las cuentas públicas a un desequilibrio no mayor a 4500 millones pasa por un aumento de la recaudación impositiva. Machinea tiene una visión crítica del trabajo del actual jefe de la DGI, Carlos Silvani. Y pretende introducir profundos cambios en el funcionamiento de ese organismo, a fin de mejorar la fiscalización tributaria. A la vez, el gobierno de la Alianza impulsará la eliminación de exenciones a los impuestos a las Ganancias y al IVA –por ejemplo, la medicina prepaga y se aumentaría la tasa del último impuesto a la televisión por cable–. También se analiza reimplantar el impuesto a las Ganancias Eventuales, que pesa sobre la compraventa de activos en general. Por ejemplo, si una persona adquiere un inmueble en 30 mil pesos y lo vende en 40 mil, está obligado a pagar un porcentaje al Fisco por la diferencia.
Con toda esa batería del ajuste y del incremento de la presión impositiva, Machinea se pronunció en contra de la rebaja de aportes patronales prevista para diciembre. Si bien sabe que la economía necesita ganar en competitividad –y esa medida va en esa vía–, en estos momento privilegia disminuir el déficit fiscal. En su equipo sostienen que en una segunda etapa propondrán una baja de aportes pero, a diferencia de cómo se ha estado implementado en estos años, reclamarán compromisos de empleo de las empresas que se beneficiarán.

Viene Brasil
Después de tres años de discusiones, Argentina y Brasil se aprestan a acordar los términos sobre un régimen automotor común. Ayer estuvieron reunidas en Buenos Aires las comitivas de ambos países, encabezadas por Alieto Guadagni y su par brasileño, Alcides Tapias. Por ahora, firmaron un documento que facilitará el intercambio comercial de todos los productos manufacturados. La frondosa agenda bilateral incluye otras controversias. Tapias sugirió que el acuerdo sobre calzado no se estaría cumpliendo, ya que habría partidas demoradas por la aduana argentina, versión que Guadagni desmintió. Los funcionarios brasileños también aprovecharon para reunirse con dirigentes de la Alianza. Por separado, conversaron con Roberto Lavagna y Rodolfo Terragno.


Ricardo López Murphy criticó a José Luis Machinea
La voz del establishment al ataque


t.gif (862 bytes) El economista radical Ricardo López Murphy salió a cuestionar algunas de las medidas que analiza implementar su colega y correligionario, José Luis Machinea. Por un lado, criticó la intención de suspender la rebaja de aportes patronales prevista para diciembre. Por el otro, rechazó la idea de sugerir, en una negociación con las empresas privatizadas, una rebaja voluntaria de tarifas: “No va a funcionar”, dijo, tajante.
Otro que salió a opinar sobre el área de Machinea, desde una visión muy cercana a la de López Murphy, fue Fernando de Santibañes, ex titular del Banco de Crédito devenido en asesor dilecto de De la Rúa. “En los tres primeros años de gobierno hay que establecer realmente un control del gasto público, aumentando su calidad, pero asegurándose que no suba la cantidad del gasto”, sostuvo, fijando lo que son sus prioridades para la política económica. López Murphy, el candidato favorito del establishment para ocupar el puesto que hoy parece tener atado Machinea, aseguró que “nuestras empresas necesitan bajar los costos laborales, y los impuestos sobre el trabajo para poder ser competitivas en el exterior”. Machinea había sugerido suspender la baja del los aportes patronales prevista para fin de año y el año próximo, como una forma de achicar el déficit fiscal que heredará del menemismo el gobierno de la Alianza.
Más aún, en la visión de López Murphy la próxima administración no tendría otro alternativa que seguir reduciendo los costos de las empresas mediante una profunda fexibilización laboral. “Necesitamos en lo posible bajar los costos de la Argentina, y una forma de eso es bajar los costos laborales. Las empresas tienen que competir. No hay que olvidarse que (mediante devaluaciones) Brasil bajó sus costos el 20 por ciento, Chile el 15 y Uruguay el 10”, señaló. Y agregó que “nuestras pequeñas y medianas empresas, que toman mucha mano de obra, necesitan que les bajemos los impuestos al trabajo”.
En cuanto al proyecto de negociar una rebaja voluntaria de tarifas con las empresas de servicios públicos, López Murphy sentenció: “No va a ser posible”. “Es como si yo pidiera a las radios que anunciaran mis productos gratis porque soy PyME”, ejemplificó. Por otro lado, para López Murphy, el ajuste fiscal tiene que ir más allá de lo que imaginan los técnicos aliancistas. “El nuevo gobierno tiene que poner el equilibrio fiscal en los términos de la ley de responsabilidad fiscal”, sostuvo, y consideró que “una meta de 4500 millones de déficit para el año próximo es los máximo que la Argentina puede financiar (en los mercados internacionales)”. Pese a sus diferencias de opinión, López Murphy elogió la figura de Machinea. “Es un hombre muy calificado, que goza de la confianza del presidente electo. Me parece una muy buena designación como ministro de Economía”, aseguró.

 

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