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Por Adriana Meyer y Eduardo Tagliaferro Cuando desde la oposición se hacía referencia a la corrupción menemista se vaticinaba que el final del mandato de Carlos Menem iba a ser el comienzo de un largo peregrinaje de sus funcionarios por los despachos judiciales. Lejos de su análisis estaba pensar que diez días después de que Menem formalice su abandono del gobierno, fuera el general Martín Balza una de las primeras figuras destacadas en comparecer por los tribunales federales. Tal como informó Página/12 en su edición de ayer, el juez federal Jorge Urso resolvió citar al jefe del Ejército, para el próximo 20 de diciembre, a prestar declaración indagatoria en una de las causas más resonantes que involucró a la administración menemista: la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. La medida de Urso cita a Balza en virtud de los delitos de asociación ilícita, malversación de caudales públicos, falsificación de documentos y falsedad ideológica. Estos cargos coinciden con los elevados por el fiscal federal Carlos Stornelli, en octubre del año pasado, cuando acusó al jefe del Ejército de ser miembro de la asociación ilícita que realizó la maniobra ilegal. Cuando la comparecencia de Balza se haga efectiva seguramente éste no ocupe la jefatura de la fuerza, evitando de esta manera el hecho inédito de que un comandante del Ejército en actividad sea citado por la justicia federal. La convocatoria judicial ordenada ayer por Urso incluyó también a otros cuatro generales: el secretario general de la fuerza, Ernesto Bossi; el ex subjefe del Ejército, Raúl Gómez Sabaini; el directivo de Fabricaciones Militares, Antolín Mosquera, y el ex funcionario de la fábrica militar, Antonio Vicario. Fuentes cercanas al magistrado confiaron ayer a Página/12 que la situación procesal de Balza se vio muy comprometida luego de las declaraciones del ex coronel Luis Lagos, comandante del batallón argentino integrante de las fuerzas de paz de la ONU en Croacia. En su presentación judicial, Lagos ratificó haber encontrado armamento argentino en poder de los croatas. En esa ocasión, el ex coronel había presentado un informe oral a sus superiores y también otro por escrito. Los dichos del comandante del batallón argentino contradijeron las constantes afirmaciones de Balza en el sentido de que nunca nadie le avisó sobre la presencia de armas argentinas en la región. Otro testimonio que complicó la situación procesal de Balza fue el del ex miembro de la fábrica militar de Río Tercero, Omar Gaviglio, quien ratificó que en la planta cordobesa se realizaba la clonación de los cañones Otto Melara, que, de acuerdo al convenio entre el Ejército y Fabricaciones Militares, habían sido entregados por los uniformados para su reparación y que de acuerdo a los testimonios de los operarios de la planta militar son los que finalmente habrían sido enviados a Croacia. Balza también se vio comprometido por las declaraciones de los ex ministros Oscar Camilión y Erman González. Tampoco benefició al general el testimonio de Enrique de la Torre, actual embajador en Nueva Zelanda y ex integrante de la comisión tripartita que autorizaba las ventas de armamento. La suerte del general le fue favorable a la hora de los testimonios militares. Tal vez ratificando que los hombres del Ejército asignados a Fabricaciones Militares son dependientes de la comandancia de la fuerza, los militares integrantes de su directorio estuvieron muy atentos en no involucrar a Balza en sus declaraciones. A la hora de explicar el año que le demoró al juez federal resolver la comparencia de Balza, fuentes cercanas al magistrado afirmaron a este diario que la citación no podía resolverse antes de recolectar las pruebas pedidas por la fiscalía. El hecho de que la resolución judicial se hubiera tomado a la semana siguiente de las elecciones nacionales también tuvo su explicación, el juez habría intentado no politizar lacausa, afirmaron sus colaboradores. Después de resolver esta medida Urso se tomará una licencia que deberá ser interrumpida cuando el próximo 3 de diciembre comiencen las indagatorias a los jefes militares. En esa ocasión será el turno del secretario general de la fuerza, general Ernesto Bossi.
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