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FASTIDIO DE DE LA RUA POR LAS PRESIONES POR MEIJIDE
Ronda de nombres para el gabinete

El presidente electo mostró en privado su fastidio por “leer en los diarios lo que va a hacer”. Se refería a las crecientes presiones de Chacho Alvarez para que incluya a Graciela Fernández Meijide en el gabinete. En medio de las especulaciones y los cálculos, cambió de escena y se mudó a su quinta por el fin de semana.


Por J.N.

t.gif (862 bytes) Recluido en su hermosa quinta de Pilar, en donde se encerró a pensar los próximos pasos, Fernando de la Rúa dio ayer la primera señal de irritación con el Frepaso desde las elecciones del domingo: el presidente electo deslizó entre sus íntimos el malestar por las presiones públicas de sus socios para que Graciela Fernández Meijide acceda a un puesto clave en el Gabinete nacional. El primero en arriesgar la hipótesis de Graciela ministra fue Carlos “Chacho” Alvarez. El lunes, bien temprano, el jefe del Frepaso sugirió que la diputada podría sentarse cerca de De la Rúa en el Gabinete. Aunque no dio precisiones, las primeras especulaciones mencionaron la cartera de Educación. Un día después Página/12 informó que la ex candidata rechazaba la cartera educativa y que prefería el área de Acción Social. Ayer este diario reveló la idea de construir un súper ministerio que incluiría las funciones actuales del Ministerio de Salud y Acción Social y que sumará dos áreas –Deportes y Desarrollo Social–, que ahora giran bajo la órbita de Presidencia. En un reportaje publicado en Clarín, Graciela sumó otra señal de la voluntad de su partido hablando sobre la necesidad de implementar un nuevo Plan Alimentario Nacional. Cerca de De la Rúa aseguran que ésta no es la forma de pedir las cosas. El jefe de gobierno porteño mantuvo –sostienen sus hombres de confianza– una actitud política impecable ante sus socios del Frepaso. A pesar de la derrota en la provincia de Buenos Aires, De la Rúa dio claras señales de que eligió fortalecer la Alianza: consultó a Alvarez antes de tomar algunas decisiones, incluyó a hombres del Frepaso en los equipos técnicos de transición y salió a frenar las especulaciones sobre el futuro de Aníbal Ibarra como candidato porteño.El viernes pasado, De la Rúa decidió cambiar las alfombradas habitaciones del Hotel Panamericano por el verde de su quinta de Pilar. Rodeado por su familia y un pequeño grupo de amigos, el presidente electo se encerró a meditar sobre las próximas decisiones. Entre hoy y mañana recibirá el borrador definitivo del organigrama del Ejecutivo y, con el proyecto en la mano, definirá los nombres de los ministros, que anunciaría en esta semana.Dos dirigentes que compartieron las últimas horas junto con De la Rúa aseguraron que el presidente electo manifestó su molestia por las especulaciones sobre el destino de Fernández Meijide. Desconfiado por naturaleza, el jefe radical prefiere meditar las decisiones en la intimidad, sin condicionamientos públicos. “Le molesta leer en los diarios lo que va a hacer”, dijo uno de sus hombres de mayor confianza. Es que De la Rúa no dio aún una respuesta definitiva sobre la posibilidad de que Graciela asuma funciones ejecutivas en su gobierno.–Dejame que lo piense –fue su respuesta en el piso 19 del Panamericano cuando Chacho Alvarez le sugirió esta posibilidad.Sin embargo, a pesar de la irritación, De la Rúa estaría decidido a designar a Fernández Meijide en un cargo clave: hasta los delarruistas más furiosos descuentan que la diputada se convertirá en la futura ministra de Acción Social. “Es la mejor manera de profundizar la relación con el Frepaso”, dicen los hombres de confianza del presidente electo.Claro que De la Rúa no dejará que Graciela se encargue en soledad de la cartera de Acción Social, un área a la que planea darle especial importancia. Cecilia Felgueras, secretaria de Promoción Social del Gobierno de la Ciudad, ocuparía la Secretaría de Acción Social. Felgueras es una de los dirigentes más cercanos a De la Rúa, quien confía casi ciegamente en la capacidad ejecutiva de la funcionaria porteña. El presidente electo dio señales claras de las responsabilidades que asumirá Felgueras, designándola al frente de dos equipos de transición: el de Acción Social y el de Educación. La funcionaria mantiene, además, una excelente relación con Graciela.

 

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