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Por F. A. Eduardo Duhalde dijo ayer que la "deteriorada" relación que desde hace dos años mantiene con Carlos Menem posiblemente se deba a que el mandatario nunca le perdonó su pelea con Alfredo Yabrán. Y que "puede ser" que esto "haya influido en el ánimo presidencial" y originado la falta de respaldo por parte del Gobierno a su campaña electoral. Así Duhalde volvió a unir a Menem con la figura del suicidado empresario postal. El Presidente, rápido de reflejos, respondió: "Quisiéramos que rápidamente se pueda saber quién ha sido el criminal, quién le quitó la vida" a José Luis Cabezas. Y puso sobre la mesa la fallida investigación que el gobernador bonaerense prometió llevar a cabo hasta dar con los responsables intelectuales del asesinato. El cruce entre los protagonistas de la interna del PJ es el fruto de la batalla en la que se disputa el liderazgo de la oposición. Eduardo Duhalde no volverá a su estudio jurídico ni a las clases en la Universidad de Lomas de Zamora, tal como anticipó cuando todavía no se había confirmado su derrota. Su promesa fue desmentida la misma noche en la que reconoció el triunfo de Fernando de la Rúa, cuando aprovechó la conferencia de prensa transmitida en directo a todo el país para iniciar un nuevo capítulo de la pelea que desde hace años disputa con Menem. Ahora se trata de volcar a favor de uno y otro el rol de jefe de la oposición ante el próximo gobierno de la Alianza, y hacer uso de los factores de poder que el PJ seguirá controlando pese a su retirada: mayoría en el Senado, la CGT, la Suprema Corte, quince gobernaciones (entre ellas la de los tres distritos más importantes del país) y la segunda minoría en Diputados. Estas fueron las municiones de la batalla de ayer: * "No es incomprensible que Menem no haya hecho lo necesario" para apoyar la campaña presidencial del PJ, "teniendo en cuenta la deteriorada relación que tenemos", explicó Duhalde. Y no descartó que su enfrentamiento con Alfredo Yabrán --del que se sospechó haber sido autor intelectual del asesinato de José Luis Cabezas-- "haya influido mucho en el ánimo presidencial". * "Sería malo que no se llegue a saber quiénes son los responsables de este horrendo crimen y poner las cosas en su lugar", respondió el Presidente. Y agregó que de esta manera "se quitarían todo tipo de dudas sobre las personas que aparecieron" vinculadas al asesinato. * "Yo ya no puedo profundizar nada" en la investigación del crimen de Cabezas, reconoció Duhalde después. Y apostó a que "comience cuanto antes el juicio oral". * Duhalde aseguró que como presidente del Congreso Nacional Justicialista se ocupará de conservar "el clima de convivencia" con el nuevo gobierno y de liderar la oposición desde el Parlamento. * "El jefe del peronismo es el presidente del partido, que soy yo", aseguró por su parte Menem. * "Me voy a encargar de que todos los potenciales candidatos no se encuentren con piedras en el camino, y puedan competir en pie de igualdad", prometió Duhalde, que así envió claras señales a los nuevos aspirantes a encabezar la fórmula del PJ en el 2003: José Manuel De la Sota, Carlos Reutemann, Ramón Ortega y Carlos Ruckauf. * "El objetivo de Menem es presentarse como candidato a presidente en el 2003", aseguró Alberto Kohan, quien dice lo que piensa Menem. * "El justicialismo no se pondrá a su exclusivo servicio", advirtió Duhalde, que ya impulsó el péndulo del reloj que señalará la hora de la venganza.
RICO AL MINISTERIO DE SEGURIDAD Sin comentarios, respondió con su habitual simpatía lacónica Aldo Rico cuando se le preguntó si había aceptado conducir la cartera de Seguridad bonaerense que le ofreció el gobernador electo, Carlos Ruckauf. La implacable insistencia de los movileros logró arrancarle otra oración: Yo no relego responsabilidades, a mí me eligieron como intendente, dijo Rico. El ex-militar ya se había hecho famoso con una declaración de tono similar cuando encabezó la rebelión carapintada en 1988: Yo soy hijo de asturianos, una raza que no se rinde. Horas después deponía las armas. Ahora es posible que el ex teniente coronel vuelva a conducir una tropa armada. Nada menos que a los cuarenta y cinco mil efectivos de la policía de la provincia de Buenos Aires. Una fuerza que también sabe de rebeliones, aunque menos desembozadas. Eduardo Duhalde se lleva unos cuantos recuerdos del poder corporativo y fatídico de la mejor policía del mundo. Es probable que el gobernador saliente haya aprovechado para darle algunos consejos a Rico mientras compartían el palco en la inauguración de los torneos juveniles bonaerenses, ayer en La Plata. Oportunidad en la que Duhalde respaldó por tercera vez al líder carapintada. Me molesta que desde la izquierda o de la derecha no se acepten los cambios de la gente, no hay derecho para objetar a Rico por sus actos del pasado, se indignó el mandatario bonaerense, quien aventuró: El no ha tenido participación en la lamentable época de la dictadura. Pese a la ausencia de comentarios por parte del actual intendente de San Martín, los dirigentes que lo acompañan desde la creación del Modín, pudieron confirmar ya el viernes a Página/12 que el ex militar habría aceptado hacerse cargo del Ministerio de Seguridad. Pero, afirmaron también que aprovechará estos días de ausencia de Ruckauf para negociar las condiciones que pondrá para hacerse cargo de una función que estará en el centro de la escena al menos dos razones que caen de maduro: la personalidad del futuro funcionario y la difícil realidad de la provincia, que supera los altos índices de inseguridad y que involucra la intrincada dinámica de la policía provincial. Si Ruckauf confirma la designación de Rico, cuando regrese de su descanso deberá enfrentar apenas asuma el primer embate de los diputados provinciales de la Alianza, que aprovecharán que son mayoría en la Legislatura para objetar la presencia de Rico en el Ejecutivo bonaerense.
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