Por M. F. C. Elliot Abrams, ex secretario para América
latina de la administración Reagan y actual presidente del Centro para la Etica y la
Política Pública, opina que los argentinos votaron por la continuidad, pero por una
modalidad distinta del gobierno de Carlos Menem, por un estilo serio, tranquilo y
sobrio. Pese a que la administración Clinton sostiene lo contrario (ver nota
principal), Abrams coincidió con otros analistas de Washington en la presunción de que
el gobierno delarruista tomará una cierta distancia en la relación con los Estados
Unidos. Sobre la elección observó también: Esta es la primera vez que un
presidente peronista deja la presidencia pacíficamente. Es un gran paso adelante para la
institucionalización de la democracia en la Argentina. Particularmente, si se compara con
otras naciones de la región, como Venezuela y Perú, esta ordenada transición electoral,
de un partido a otro, es digna de elogio.
¿Qué diferencias prevé en el nuevo gobierno?
De la Rúa hará algún gesto para demostrar que su gobierno es distinto. Pero esta
diferenciación no se hará en el ámbito económico. Las fuerzas del mercado no le
permitirán introducir variaciones significativas. Intuyo, entonces, que la diferencia se
marcará en política exterior. Pienso que De la Rúa no apoyará automáticamente a los
Estados Unidos y que hará algunas declaraciones simbólicas, por ejemplo sobre Cuba,
sólo para demostrar que hay una nueva presidencia.
Que una de sus primeras declaraciones sea que no admitirá que el general Oviedo
siga en la Argentina parece confirmar este parecer. Sí, es llamativo... Como le
digo, no pienso que tenga mucho espacio para jugar con la economía, pero cuenta, en
cambio, con un mayor margen de maniobra en las relaciones internacionales.¿En qué
medida el nuevo gobierno queda afectado al haber perdido el bastión crucial de la
provincia de Buenos Aires? Es claro que queda debilitado. Otro aspecto importante es
ver lo que hace Menem. El quiere volver a ser presidente. ¿Cómo se conducirá en estos
años para ser elegido nuevamente? Ciertamente, conducirse en forma irresponsablemente
obstructiva no es la respuesta. Deberá buscar un comportamiento que sea útil a sus
fines, pero que no lo haga parecer un boicoteador ridículo. No hay duda de que todo esto
dificultará el gobierno de De la Rúa. Al mismo tiempo, hay que pensar que también está
(Domingo) Cavallo y que habrá alianzas en el futuro.¿Cómo analiza la performance
de Cavallo en la elección? Es posible que los votantes de Cavallo sean gente que
pensó que, si Menem se iba, era conveniente que el ex ministro siguiese presente
argumentando a favor de una política económica muy conservadora. Pienso que habrá
tentaciones a lo largo de los años que intenten desviar del camino estrecho de la virtud
y que en esos casos será bueno que Cavallo esté a mano para dar su opinión. Algo
interesante es que la derecha que, tradicionalmente votaba con una parte de la izquierda
en contra del peronismo populista, no lo hizo así en esta oportunidad.
Ocurre que resulta difícil, actualmente, saber cuál es la derecha y cuál la
izquierda. ¿El Frepaso es la izquierda? Si es así, no se lo puede considerar como una
izquierda muy activa. Y con respecto de la derecha, también resulta complejo
identificarla... Los militares están tranquilos y yo asumo, además, que la vieja derecha
no votó por Cavallo. Pareciera que los votantes argentinos han empujado hacia el centro.
Los porcentajes de cualquier extremo, tengo la impresión, han declinado, y los argentinos
se sienten cómodos votando por los peronistas, por De la Rúa o Cavallo, pero lejos de
cualquier postura extrema.
¿Está de acuerdo con el análisis que hizo el The New York Times al señalar que
en la Argentina se había votado por continuidad pero con ética?
Sí. En primer término, hay que decir que no había otra alternativa que la
continuidad. Quizá si elegían a Eduardo Duhalde hubiese significado menos continuidad en
lo económico, pero representaba al mismo partido gobernante. Básicamente, hubo tres
candidatos proponiendo sus propias versiones de continuidad. Lo que es muy destacable
aquí es que, pese a que la situación no es muy buena y el desempleo supera el 14 por
ciento, existe un consenso en que esta política económica se debe mantener. Ahora, en
cuanto al estilo, pienso que Duhalde y Cavallo perdieron porque hay dudas sobre la
corrupción en el caso del primero y por la personalidad beligerante del segundo. Creo que
la gente votó por un estilo de gobierno, el que piensa que hará De la Rúa, que es más
serio, tranquilo y sobrio.
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