Página/12en Francia
Por Eduardo Febbro Desde París Los militares que participaron en la multilateral de la
represión política que fue el Operativo Cóndor tenían una noción muy precisa de su
trabajo y una serie de estructuras secretas dignas de la Edad Media. El juez francés
Roger Leloire que instruye la causa contra el general Augusto Pinochet y varios militares
argentinos, entre ellos Jorge Rafael Videla, que podría ser juzgado en París igual que
el capitán Alfredo Astiz, tiene en su poder una serie de documentos de suma importancia
sobre el funcionamiento y la manera en que se montó el Operativo Cóndor. Página/12 tuvo
acceso a algunas piezas esenciales de ese dossier, entre las que se destacan el documento
fundador de todo el andamiaje Cóndor. Fechado en Santiago de Chile el 29 de octubre de
1975, el documento de 11 páginas define los Fundamentos, la
Proposición, los Países participantes, la Sede del sistema
y visión general, el Esquema orgánico, la Mecánica de
consulta, el Programa general y el Programa de trabajo
capítulos IV, V, VI, VII y VIII. Los servicios de inteligencia basan la
creación del llamado Mando centralizado en el argumento ideológico según el
cual la subversión se encuentra presente en nuestro continente amparada por
concepciones político-económicas que son fundamentalmente contrarias a la Historia, la
Filosofía, a la Religión y a las costumbres propias de los países de nuestro
Hemisferio. En cuanto a la razón práctica de la existencia del plan
Cóndor, el documento hace hincapié en el hecho de que mientras la subversión ha
desarrollado mandos intercontinentales, continentales, regionales y subregionales,
los países que están siendo agredidos política-económica y militarmente
sólo cuentan con entendimientos bilaterales o simples acuerdos de caballeros.
Es con el fin de enfrentar esta guerra psicopolítica que se estimó necesario
contar en el ámbito internacional no con un mando centralizado en su accionar
interno sino con una coordinación eficaz que permita un intercambio oportuno de
informaciones y experiencias. Los pasos operativos del plan aparecen expuestos en la
rúbrica Proposición. Según dicho texto, el banco de datos se establecerá
en un país de los que aquí se encuentran representados con el fin de que
exista un Archivo centralizado de antecedentes de personas, organizaciones y otras
actividades conectadas directa o indirectamente con la subversión. Precisión
importante para la justicia francesa, en esta página se define cuál es el modelo del
operativo: En líneas generales, algo similar a lo que tiene Interpol en París,
pero dedicado a la subversión. Ese sistema fue previsto con un dispositivo para que
cada país maneje y financie el Banco de datos y para que éste se vea
alimentado por Los servicios de seguridad de los países interesados de acuerdo con
un funcionamiento orgánico. En el documento obtenido por Página/12 puede verse
cómo se pactó la Mecánica de consulta. Su esquema contiene un dato central
en la búsqueda de los archivos de la represión ya que queda muy claro que antes de
enviar información al Centro coordinador, un país consulta y
verifica sus propios archivos. El llamado Sistema de coordinación
resume un esquema clásico de organización en el cual resalta una curiosa manera de
transmitir datos. La reunión inaugural del operativo elige un sistema de criptografía
para transmitir datos cuyo primitivismo contrasta con los propósitos de la
cumbre. El modelo elegido es el de la sustitución de cada letra del alfabeto
por otra del alfabeto claro que a su vez se reemplaza por la que está abajo.
La hoja tres del resumen de la primera reunión de trabajo acepta que pueden
ingresar todos los países que quieran, siempre y cuando norepresenten a países
marxistas. La Dirección de la Inteligencia Nacional de Chile asegura que está
en condiciones de ofrecer como sede del sistema a Santiago de Chile. Todos
estos detalles se verán precisados más tarde en una serie de reuniones
convocadas por Chile, en Santiago, a partir del martes 26 de noviembre de 1975 hasta el
lunes 1º de diciembre. La Justicia da una particular importancia a estos documentos ya
que si bien se sabía desde antes que el plan Cóndor era operativo en una fecha previa al
75, los archivos revelan, en cambio, en qué momento esa cooperación se oficializó
mediante la participación concertada de los demás países. La implicación multilateral
de los servicios de inteligencia ha sido probada muchas veces. Sin embargo, los archivos
siguen revelando una verdad cuyos lazos son infinitos. El 9 de abril de 1977, un informe
paraguayo elevado a jefe del Tercer Departamento de Investigaciones da cuenta del
interrogatorio efectuado el 5, 6 y 7 de abril por un equipo de trabajo
multinacional llevado a cabo por dos militares paraguayos, dos miembros del SIDE argentino
y un mayor del servicio de inteligencia del Uruguay, Carlos Calcagno. Por el SIDE
participaron José Montenegro y Alejandro Stada. Según reza el informe, lo
rescatable del interrogatorio a que fue sometido Gustavo Edison Insaurralde Meliar
uruguayo es que actúa dentro del Instituto de Historia, agrupación
ideológica y doctrinaria del Partido por la Victoria del Pueblo. En mayo de 1981,
el mismo Departamento de Investigaciones recibía una carta donde se resumía el castigo
al comisario Víctor Genes Espinola por haber facilitado documentos a gentes de la
organización Montoneros, entre ellos a Nelson Rodolfo Santana Scotto, José Nell y
Gustavo Insaurralde.
Con estos documentos se puede
extraditar a Videla
Por Eduardo Febbro
El abogado paraguayo Martín Almada, el descubridor
de los archivos del plan Cóndor, pasó por Madrid y París con el fin de entregar al juez
Baltasar Garzón en España y al juez Leloire en Francia nuevos documentos para enriquecer
las causas contra los militares implicados en la desaparición de personas. Almada dio a
cada magistrado documentos distintos que, según reconocieron en la capital francesa
fuentes judiciales, parecen determinantes para que las causas continúen.
Almada aseguró a Página/12 que los juicios están tan avanzados que no es imposible que
Francia pida la extradición de Jorge Rafael Videla y que, incluso, se lo juzgue en París
como ocurrió con el capital Alfredo Astiz. ¿Cuáles son los nuevos elementos con
que cuenta hoy la justicia francesa? Yo fui convocado por el juez francés Roger
Leloire para testimoniar en mi doble condición de víctima del Operativo Cóndor y
descubridor de los archivos. Traje los documentos que a mi juicio pueden contribuir a
esclarecer los hechos. Lo más esencial, me parece, es el acta oficial de nacimiento del
plan Cóndor que ahora está en poder del juez. Esto ocurrió en los meses de noviembre y
diciembre de 1975. El plan Cóndor ya funcionaba mucho antes pero la oficialización data
de esa fecha, tal como lo prueban los documentos que aporté. En esos textos puede verse
cómo los servicios de inteligencia determinaron que todas las personas implicadas en el
plan Cóndor tuviesen inmunidad diplomática. Paraguay fue elegido como banco de datos del
Cóndor sin perjuicio de las actividades de cada país, que contaban con sus propios
bancos de datos. Y esos bancos de datos, ¿todavía existen? A la luz de esos
documentos se hace obvio que en la Argentina tiene que haber archivos. En el fondo, si se
analiza bien la estructura del plan Cóndor, se trata de acción directa. Podemos citar el
caso argentino a través de mi compañero de celda, Almircar Santuchon, con quien yo pasé
dos años detenido. El sufrió como yo el mismo tratamiento, ambos fuimos llevados ante un
tribunal militar secreto, en donde se notaba la presencia de agregados militares
argentinos que acudían a los interrogatorios. Inclusive tenemos a la gente de la Armada
argentina que se ocupó especialmente de las víctimas del Cóndor. Pienso que de ahora en
más, con los documentos que aportamos, las investigaciones que está llevando a cabo el
juez van a avanzar mucho más rápido. La Justicia tiene ahora el panorama total: en qué
consistió el Cóndor, cómo se montó, cuáles fueron sus fundamentos. Nunca hay que
olvidar que para Pinochet esto era una guerra. Estoy convencido de que a la luz de lo que
entregamos ahora se podrá pensar seriamente en pedir la extradición del general Videla.
Por eso yo también pedí que se solicite la extradición de Stroessner. Las pruebas
existen para enjuiciar a todos los militares del Cono Sur que fomentaron el terrorismo de
Estado. En lo que atañe directamente a la Argentina, aporté nombres de personas, nombres
de autoridades argentinas y paraguayas implicadas en la persecución y desaparición de
franceses, en la Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay. El hoy exiliado general
Oviedo, ¿tuvo que ver algo con el Cóndor? No tenemos elementos para probarlo.
Presumo que un hermano de él, un tal Oviedo Silva formado en la zona del Canal, está
metido en la cosa. Pero el mismo Oviedo no aparece. Nosotros tenemos la lista de los
militares paraguayos formados en la zona del Canal y preparados para el terrorismo de
Estado. ¿Quiénes eran los más activos dentro del Cóndor? Los agregados
militares de los respectivos países. Estos tenían mucho más poder que los mismos
embajadores. Hemos encontrado, por ejemplo, que Cóndor no era una única y compacta.
También había contradicciones entre sus miembros. Los informes internos de las
autoridades paraguayas decían,por ejemplo, que los argentinos eran flojos en la
cooperación. Paraguay quería a toda costa la cabeza de un médico al que la Argentina no
quería entregar. La Argentina era criticada por su falta de cooperación. En Paraguay se
torturaba a argentinos y se los entregaba. Buenos Aires no hacía lo mismo, se negaba a
entregar a ciertas personas. ¿El juez le adelantó la posibilidad de un juicio a
Videla en París? Pienso que el juez Leloire va a pedir la extradición de Videla a
Francia y también la de los miembros de la junta y sus encubridores. Videla podría ser
juzgado igual que Astiz. La ley francesa prevé la figura del reo prófugo. Por eso no
debemos limitarlo todo a Pinochet. También deben venir enjaulados a Europa Videla, el
uruguayo Gregorio Alvarez, el brasileño Figueiredo y Stroessner. ¿Qué
informaciones suplementarias le entregó al juez Garzón en su última entrevista de esta
semana? Documentos y testimonios sobre Pinochet, Stroessner y Videla. Llevo piezas
del archivo de Asunción que los comprometen a todos. Aún quedan muchísimos documentos
más en el archivo de Asunción. Estimo que apenas hemos escrutado el 10 por ciento.
Pinochet, Videla, Stroessner, Figueiredo y Alvarez están acorralados por sus propios
documentos: son un total de 5 toneladas de piezas. Ellos nos negaron el derecho a la vida,
entonces no se puede hacer como si nada hubiese ocurrido. Lo que estamos haciendo en
Paraguay es colaborar con la Justicia universal para que no haya otro Oviedo, otro
pretendiente, otro Mesías que quiera dar golpes y pretenda salvar a la civilización
occidental y cristiana. Usted le pidió a la Unesco que el archivo de Asunción sea
considerado patrimonio de la humanidad. Así es. Es una forma de proteger esos
documentos. ¿Dónde piensa usted que pueden estar los archivos de la dictadura
argentina? Recuerdo un viaje que hice a Togo, hace algunos años, cuando era
funcionario de la Unesco. Recuerdo que en Lomé, la capital de Togo, alguien me dijo que
había muchos argentinos instalados en ese país de Africa. En el ínterin de la
transición democrática argentina un contingente de militares argentinos se instaló en
Togo donde compraron plantaciones diversas, creo que tienen plantaciones de ananá. Pienso
que a lo mejor en Lomé podemos encontrarnos con sorpresas.
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