Con goles de Palermo, Gustavo Barros Schelotto y Moreno superó a un Central que dio ventajas atrás. Maceratesi descontó para los rosarinos.
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Buena victoria de Boca en Rosario, que le permite llegar temporariamente a compartir la punta con River y San Lorenzo y lo mantiene a la expectativa. Pero sobre todo buena por la producción futbolística, la mejor de los últimos tiempos del equipo de Bianchi, que apareció fuerte, motivado y con variantes. Central y Boca jugaron un primer tiempo muy entretenido. Abierto, con llegadas de los dos lados, buenas actuaciones individuales --acompañadas de errores que posibilitaron oportunidades de gol-- y un claro predominio de Boca en la primera media hora que se convirtió en ida y vuelta sobre el final del período. La ventaja alcanzada por los de Bianchi en ese lapso fue justificada: hacía tiempo que el equipo bicampeón no jugaba con tanta decisión, variantes y contundencia a la hora de atacar. Sólo cierto apresuramiento en los últimos metros --terminar con remates de primera, por ejemplo-- impidió que en esa primera secuencia del período inicial pudiera alargar la ventaja. Sobre el final, en cambio, las oportunidades fueron parejas y cualquiera pudo convertir. Arrancó muy libre y activo Riquelme, que se le iba a Quinteros, mientras a la inversa, el casi debutante Battaglia, reemplazante de Serna, se las arreglaba para controlar al talentoso Ezequiel González. Y Boca inclinó la cancha llegando por todos lados, sobre todo con la proyección de los volantes Cagna y Gustavo, acompañando más que otras veces, más la movilidad de Ruiz, muy decidido. Así se sucedieron las oportunidades hasta que el gol llegó, curiosamente, de un error grosero de Buljubasich, que cortó con el pie, salió muy lejos y la perdió con Palermo, que definió con un notable disparo fuerte y arriba. Iban veinte y Central sólo había llegado con un tímido remate de Maceratesi a los 18, aunque enseguida González se le escapó a Battaglia y casi la pone abajo. Fue el anuncio de los de Bauza. Sin embargo siguió llegando más Boca y casi convierte un gol "mellizo" del primero ante un nuevo error de Buljubasich que Cagna intentó aprovechar y salvó Canals sobre la línea. El final del período encontró a Central también con dos llegadas --aparición de Pizzi y González-- que pudieron ser. El segundo comenzó a un ritmo más sosegado y parejo, aunque antes de los diez Ruiz dispuso, vía Riquelme, de dos oportunidades claras que no pudo concretar. Y después de tanto ir e ir, Boca terminó claudicando en su arco. Se la jugó Maceratesi, le ganó a Bermúdez, superó incluso el penal de Ibarra y cuando éste se pasó convirtió con comodidad. A partir de ahí, durante quince minutos el partido estuvo para cualquiera: centros llovidos para Pizzi y la eventual inseguridad de Córdoba de un lado, arranques de un incansable Riquelme --la figura del partido-- que no se concretaban, del otro. Pegó Pizzi en el palo en el momento de Central para quebrar, pero enseguida, con dos escapadas por izquierda --Cagna para Gustavo y Arruabarrena para Moreno-- Boca liquidó con dos goles impecables un partido por el que sufrió demasiado.
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