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Por Pablo Vignone Faltaban cuatro segundos para terminar la jornada de clasificación de 250 cm3. La Yamaha Nº 12 cruzó la línea blanca, salió de la horquilla y tembló un centenar de metros antes de cruzar la meta. Fue un instante angustioso, la gloria o Devoto. "Aceleré antes de tiempo", explicó más tarde el piloto. La moto se recompuso y al atravesar la sentencia, el reloj le cantó la novedad: cuarto tiempo, primera fila. Sebastián Porto cruzó sin inconvenientes la resbaladiza línea blanca que mandó al piso a otros pilotos más expertos, y promete para hoy un Gran Premio de Argentina de motociclismo con mucho condimento. "¿Cómo está la pista? Igual que ayer (por el viernes), las líneas blancas siguen siendo patinosas --comentó Porto ante la consulta de este diario--. En general está mal, especialmente a la salida de la curva de la Confitería. Hubo muchas caídas, pero por suerte a mí no me tocó..." Primero fue el campeón mundial de 250 cm3, Valentino Rossi, que fue a besar el asfalto tras pisar la línea blanca en la zona que señalaba Porto. Eso no le impidió más tarde al italiano (que se opone a ser sponsorizado por tabacaleras, toda una curiosidad opuesta a Porto), ser el más rápido para largar hoy. "Frené en la línea blanca y salí volando. La pista estaba seca, pero la raya no y..." Luego fue el turno del campeón mundial de 500 cm3, Alex Crivillé, que siguió de largo a la salida de una curva en los mixtos. "Fue una lástima, iba muy rápido y pisé la raya blanca. Caerse a 200 km/h no es muy agradable", se lamentó el monarca. La Honda 500 cm3 se arrastró sola por el piso, despidiendo una fantasmagórica catarata de chispas. "Por suerte no me hice daño --se consoló el catalán, que quiere llegar entero a su pueblo, Seva, el lunes, donde le darán la bienvenida de campeón--, aunque estoy bastante magullado, sobre todo en el pecho y en el codo derecho. A mi muñeca lesionada no le hace bien algo así." Con una moto de repuesto, Crivillé consiguió el tercer puesto, detrás de Kenny Roberts y su coequiper Tadayuki Okada. Como si fuera poco, después le tocó a Carlos Checa, otro de los astros del medio litro. Patinó, se cayó, y al levantarse, se quitó el casco y lo arrojó con furia al piso. "Lo que está sucediendo es inadmisible. Las quejas y la reunión de ayer no sirvieron de nada y hoy hubo muchas caídas por culpa de las líneas blancas. No podemos manejar pendientes de las líneas que delimitan la pista porque ésta no es una carrera de obstáculos --se quejó, furibundo--. Vengo diciendo que no necesitamos línea blanca para delimitar la pista, porque podemos ver dónde termina la pista. Hay que arreglar este problema en serio." Con la caída, Checa quedó séptimo para hoy. Si bien Porto salvó la ropa y evitó las rodadas, no sucedió lo mismo con la legión argentina. Matías Ríos, el chico de Villa Urquiza que corre el Mundial con la moto que en 1998 usaba el rafaelino, se esguinzó el tobillo izquierdo, mientras que un debutante, Roger Buffa, se cayó apenas comenzada la tanda de 250cm3, se lastimó la clavícula y no pudo clasificarse. "No me esperaba largar en primera fila --explicó Porto--. La moto está bien, la mejoramos, pero todavía falta adecuar la suspensión delantera." --¿Cómo se explica --preguntó este diario-- que siendo la suya la moto más lenta entre los 15 primeros, casi 15 km/h más lenta que la de Rossi, la diferencia con la punta sólo haya sido de medio segundo? --Porque voy bien en lo trabado, que en este circuito es un trecho largo --señaló Porto--. A mí me gustan los circuitos rápidos, pero con esta moto en los lentos me defiendo mejor. Además, usé un neumático trasero nuevo, que me benefició. El chasis va bien, pero al motor le falta --aceptó. El argentino espera "largar bien" y completar la carrera en el pelotón de los punteros. "Espero no perderlos de vista, y si es posible, definir posiciones en las últimas vueltas." ¿Soñar con el primer podio en el Mundial es una quimera? No para Porto: "La posibilidad está". Si ayer pasó con éxito la delgada línea blanca que separa a los sólidos de los inestables, ¿por qué no?. El programa es halagüeño para hoy. Temprano, Marco Melandri (2º) y Emilio Alzamora (3º) definen el Mundial de 125 cm3. Luego, Porto parte desde la primera fila y todo puede suceder. Por último, la F-1 de las motos, la 500, siempre es capaz de electrizar al más calmo. Con o sin líneas blancas.
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