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 ¿Qué
tiene guardado Fernando de la Rúa?  ¿Cuáles serán los objetos ocultos que
develará al país cuando al fin dé a conocer a su gabinete? La respuesta a algunos de
esos interrogantes deben pasar por la cabeza del presidente electo al momento de tomar la
instantánea, en su habitación del Hotel Panamericano, adonde retornó anoche luego de un
fin de semana frente al bucólico paisaje de su quinta en Pilar. Se sabe que De la Rúa
–al igual que su compañero de fórmula, Carlos “Chacho” Alvarez–
tiene como rasgo físico característico una generosa nariz. Con ella piensa olfatear los
negocios sucios del menemismo; mientras tanto, lo conveniente es ir despejando el camino
de posibles obstrucciones.Quienes conversaron la semana pasada con el ex ministro Enrique  “Coti”
Nosiglia seguramente lo habrán oído jactarse de haber sido el que operó para que Los
Pumas fueran a saludar a Fernando de la Rúa, en un gesto inusual para quien todavía no
es un presidente en funciones. En rigor, quien en público apareció junto con el plantel
del seleccionado de rugby fue el hermano del Coti, Ricardo Nosiglia, que es secretario de
Deportes de la ciudad de Buenos Aires. Sin aspiraciones propias debido a su pobre imagen
pública, el Coti se conforma con conseguir que su hermano salte a la Secretaría de
Deportes a nivel nacional. Pero su deseo podría complicarse si Graciela Fernández
Meijide termina como ministra del área.Terminó la campaña. Pero Julio César Aráoz,  contradiciendo sus propios
deseos de volver a la actividad privada, sigue trabajando a full en política. A pesar de
que hoy aterrizará en Washington con el traje de embajador de la Organización de Estados
Americanos, ya dejó instrucciones precisas en Buenos Aires para lograr incidir en el
cambio de autoridades de bloque en ambas Cámaras del Congreso. En Diputados, se sabe,
quiere al bonaerense Eduardo Camaño, el favorito de su ex jefe Eduardo Duhalde. Para
Senadores, en cambio, busca posicionar a Ramón Ortega, cuando el número puesto del
gobernador bonaerense es el entrerriano Augusto Alasino.
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