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| Por Fernando Almirón Desde Anillaco, La Rioja  El
senador riojano Jorge Yoma no dudó y aseguró a Página/12 que su banca por la provincia
de La Rioja estaba a disposición de Carlos Menem si la quería, una vez concluida su
gestión presidencial. “Pero, cuando se lo sugerí, el Presidente me dijo que esto se
podría llegar a entender como un intento por buscar impunidad en los fueros legislativos,
y que él no necesitaba impunidad”, narró Yoma quien consideró
“descabellado” que el actual mandatario pueda llegar a ser procesado. De todos
modos dijo que, si algún funcionario “se mandó una cagada, deberá pagar por
ello”. Pero no encontró ningún nombre para dar por ejemplo, ni siquiera el de
Víctor Alderete quien ya acumula 132 denuncias judiciales en su contra. “Las
denuncias por corrupción fueron parte de la estrategia electoral de la Alianza”,
afirmó Yoma, que desafió a Carlos “Chacho” Alvarez a investigar las denuncias
de corrupción que lanzó contra Fernando de la Rúa durante las internas aliancistas.–¿Qué cree que pasará con la Justicia una vez que asuma el nuevo gobierno? –Menem entrega un Poder Judicial mucho mejor que el que recibió. Tenga en cuenta que esta administración creó el Consejo de la Magistratura que establece un mecanismo directo de elección de los magistrados, y uno más eficaz y técnico, y no político, de destitución de los magistrados. Tenga en cuenta el procedimiento oral en materia penal. Y tenga en cuenta algo que se debería tener presente en los análisis de estos días, el hecho más formidable de independencia del Poder Judicial que se vivió en décadas, mucho más aún que el Consejo de la Magistratura, que es la independencia de los fiscales. No hay que olvidar que, durante la gestión radical, los fiscales eran designados e incluso removidos por el Poder Ejecutivo y actuaban en base a sus instrucciones. –Usted menciona este hecho como extraordinario porque la ley que modificó la situación es de su autoría. –No se trata sólo de pasar el aviso, sino de destacar que ahora los fiscales tienen el rango de los magistrados, se seleccionan por concurso, y se deben destituir por un jurado de enjuiciamiento, actúan de manera independiente y no forman parte de ningún poder del Estado y por lo tanto no reciben indicaciones de nadie para su acción penal. –Pero también es cierto los actuales integrantes del Poder Judicial fueron en su mayoría nombrados durante la gestión de Menem. Y estos favores se pagan. Entre ellos la mayoría de los integrantes de la Corte, los que figuraban en la servilleta del ministro Carlos Corach. –Todo esto es parcialmente cierto. Porque no escapa al funcionamiento habitual de un país. En la Argentina, a la Corte siempre la propone el poder político de turno. Cuando se produce una vacante es el Ejecutivo quien propone el juez que ocupará ese lugar. Evidentemente los jueces que surgen de este mecanismo, que es constitucional, siempre tienen una connotación política, eso es indudable. También pasó durante el gobierno de Raúl Alfonsín. También con la Corte de Menem. Con la continuidad democrática la Corte se irá consolidando aún más, con menor injerencia del gobierno. –¿Qué piensa de las medidas propuestas por Carlos “Chacho” Alvarez para combatir e investigar la corrupción? –Yo voy a creer en la sinceridad de Chacho cuando habla de la lucha contra la corrupción cuando cumpla con lo primero que dijo, que era investigar a Fernando de la Rúa debido a la corrupción que había en el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, y lo dijo hace unos meses atrás, nohace diez años. Chacho aseguró que haciendo eje en De la Rúa se había organizado un sistema de corrupción en la jefatura de Gobierno, y también dijo que otro foco que se debería investigar era el que funcionaba en la Universidad de Buenos Aires en torno de Oscar Shuberoff. –¿Menem puede llegar a ir preso? –Eso es una pavada que no tiene el menor sentido. Primero porque el es una persona honesta, segundo porque la mayoría de las denuncias realizadas contra Menem en los últimos diez años tienen un profundo contenido político y electoral. Usted imagínese que, si yo tuviera que creer todo lo que ha dicho la oposición en estos últimos diez años, debería creer que el país estuvo gobernado por una asociación ilícita que contrabandea armas, compuesta por narcotraficantes, que mata periodistas, que pone bombas en embajadas y sedes judías y que para colmo tiene alguna responsabilidad en la muerte del hijo del Presidente, tal como se atrevió a sugerirlo un senador radical. –¿Usted cree entonces que Menem no podría llegar a ser procesado? –A no ser que se pretenda hacer una persecución política a través de un juez o fiscal que consigan. Pero el proceso se le va a caer a pedazos y lo que van a lograr es hacerlo más grande a Menem. –Hace un momento dijo que la Justicia era independiente. –No, dije que hemos creado los mecanismos para que así lo sea con el tiempo, ya que de ahora en más el Senado ya no es el encargado de dar el acuerdo de los jueces, para eso está el Concejo de la Magistratura. –¿Hay un pacto entre el PJ y el radicalismo para olvidar el pasado a cambio de hacer la vista gorda en el futuro inmediato? –Eso se podría haber dado en la época de Alfonsín cuando los fiscales dependían de ellos, como lo hizo Alconada Aramburú, que echó a siete fiscales que no le gustaban. Pero ahora no se pueden hacer pactos que tengan que ver con la Justicia. Por otra parte a nosotros no nos interesa un pacto de este tipo porque no tenemos nada de qué preocuparnos. –¿Una gestión cristalina como el agua de las montañas riojanas? –Sería absurdo pensar en algo así, el que se haya mandado una cagada la va a tener que pagar. Pero no se puede enjuiciar a toda una administración por unos pocos pícaros. –Llama la atención el interés de muchos ex funcionarios por entrar en el Parlamento: Carlos Corach, Miguel Angel Toma, gobernadores como Jorge Escobar, Jorge Busti... –Pero, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? ¿Acaso ellos no tienen derecho de buscar su propio espacio político en el Congreso a través de los votos? Yo no creo que de ninguna manera esto implique la búsqueda de impunidad. Ninguno de los que usted me mencionó tienen causas abiertas en la Justicia. No se puede echar un manto de sospecha a todos aquellos que buscan ocupar una banca legislativa, eso no me parece bien. –¿Cree que la Alianza puede presionar sobre la Corte para forzar la renuncia de Julio Nazareno y Adolfo Vázquez? –No ¿por qué deberían renunciar? Pero por más vacantes que se produzcan el juez que venga para suplirlo ya no va a tener un coro político, porque va a tener que pasar por un concurso de antecedentes. –Pareciera que para usted no hay causas judiciales graves en las que esté involucrado el Gobierno... Y, por ejemplo ¿la del contrabando de armas a Croacia y Ecuador? –En una causa que está en proceso y en la que todavía no hay condenas. Habrá que ver si las hay. Anticiparse a esto es un disparate. –¿También son un disparate las 1323 denuncias que pesan sobre Víctor Alderete? –Habrá que desmalezar, habrá que ver qué denuncias tienen sustento y cuáles forman parte de la estrategia política y electoral de la Alianza. Así como otras especulaciones, entre las que mencionan un pacto entre Dela Rúa y Menem en la que este último brindará apoyo parlamentario a cambio de impunidad. Estas cosas forman parte de la histeria de muchos analistas políticos que, cuando se sientan frente a una máquina de escribir, construyen un realidad que ellos necesitan vender, pero que no tiene el más mínimo sentido.
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