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Lito Cruz no quiere alejarse totalmente del Instituto
“Podría asesorar al futuro director”

Por H.C.


t.gif (862 bytes)  La muestra cordobesa permitió calibrar el rol que cumple el Instituto Nacional de Teatro, que cuenta con fondos propios obtenidos del Comfer y de Lotería Nacional. Respecto de la deuda del Comfer a la institución (unos siete millones), el director Lito Cruz puntualizó ante Página/12 que aún no está dicha la última palabra. “Reconocieron la deuda, pero no la totalidad de lo que reclamamos. En cuanto lleguemos a un acuerdo, vamos a combinar la manera de que la vayan saldando. Esto va a ser en el 2000.”
–¿Cuál es su situación respecto del INT?
–El 10 de diciembre presentaré mi renuncia. En los últimos días surgió la posibilidad de que la persona que me suceda sea alguien que ya está en el Consejo. Estuvimos pensando en el director Rubens Correa, porque es un hombre con prestigio, que además conoce al detalle la situación de cada teatro del país.
–¿Algún funcionario del gobierno entrante le pidió opinión?
–No, pero vamos a darla. El Instituto tiene sólo un año y medio de vida, y sería bueno que la gente que ha estado en la etapa de fundación pudiera continuar lo empezado. El nuevo gobierno sabrá qué hacer, pero no por eso vamos a dejar de opinar. Pensamos en Rubens, que tiene su puesto en el Instituto ganado en concurso por antecedentes y oposición. Hay otros, pero él me parece el más adecuado.
–¿No hubo entonces ningún acercamiento?
–Ninguno, aunque seguramente en pocos días se sepa cuál va a ser mi reemplazante. Lo único que podemos hacer nosotros en esta transición es sugerir, hacer pública nuestra idea de cómo creemos que debería ser la continuidad del Instituto.
–¿Cómo imagina su futura relación con el Instituto?
–Ayudaría a la persona que esté a cargo, colaboraría en todo lo que esté a mi alcance. Me interesa que el Instituto se consolide y mejore. Creo que podría asesorar al futuro director para que no cometa errores parecidos a los míos.
–¿Cuáles, por ejemplo?
–Darle prioridad a algo que quizá podía esperar... Cuando hay que sacar tantas cosas adelante, uno no sabe bien cuál es la mejor opción, si darle prioridad a los grupos o a las salas, al proyecto de las ciudades que cuentan su historia o a las fiestas nacionales, a la edición de libros o de videos... Soy ante todo un actor y una persona desordenada. No me parezco a los funcionarios, pero siempre me preocupé de que nadie robase un peso ni hiciese alguna cosa extraña dentro del Instituto. Creo que eso sí funcionó bien.
–¿En qué quedó la deuda del Instituto con los grupos y las salas independientes?
–Seguimos dependiendo del ingreso de recursos. Si logramos que nos eximan del aporte de 1,3 millón al Tesoro nacional, podremos cumplir nuestro objetivo del ‘99: pagar el 50 por ciento de los gastos que ya realizaron los grupos y las salas subsidiadas. Esto es aparte de la deuda que tiene el Comfer con el Instituto. Ellos dicen que es de 4 millones. Pero nosotros insistimos y seguimos trabajando... Lo que más me importa de todo esto es que la situación del Instituto quede clara para la gestión que viene. Acabamos de dar a conocer las bases del concurso para elegir nuevos representantes provinciales (25 en total). Ellos van a ser los encargados de elegir a los integrantes del Consejo de Dirección que permanecen en el cargo hasta el recambio, en febrero del 2000.

 

 

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