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Fernando de la Rúa marcará el número del teléfono rojo y acordará directamente con el presidente Carlos Menem cuándo y dónde harán la meneada reunión cumbre de la transición. Esperan así evitar o limitar "operaciones de prensa" y trascendidos. De este modo lo acordó ayer el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, con los coordinadores de los equipos de la Alianza, Alberto Flamarique y Jorge de la Rúa. La versión sobre el diálogo partió de fuentes oficiales, porque en la coalición prefirieron decir que en el encuentro no se había tratado el tema. Los hombres de la coalición salieron felices de su debut en la Casa Rosada. Aseguraron haber encontrado buena predisposición tanto de Kohan como del ministro Carlos Corach para explicarles todo lo que necesiten y develar los siempre misteriosos manejos de sus áreas. Es más, Corach los esperaba con algunos informes listos, básicamente sobre las crisis que presenta la economía de algunas provincias, una herencia que podría complicar los primeros meses de la gestión delarruista. Ahora, con los números oficiales en mano, los técnicos de la coalición compararán con el seguimiento que vienen realizando ellos. "La primera evaluación es que estamos en un proceso de transición muy ordenado, de mucha colaboración por parte del gobierno saliente", se entusiasmó Flamarique. El encuentro prometía debido a que se verían frente a frente los dos principales funcionarios del menemismo con el hermano del futuro presidente y el más dilecto operador de Carlos "Chacho" Alvarez. Había más de un tema reservado y muchos públicos para tratar. Pero los hombres de la Alianza prefirieron caminar con pies de plomo debido a su particular misión de encargados de pilotear la transición pero no necesariamente futuros jefes de cada área. Por ejemplo, cuando fue nombrado coordinador de Interior, todo parecía indicar que Flamarique sería el sucesor de Corach, pero ahora es el casi seguro futuro ministro de Trabajo. Por eso, el frepasista se encargó de aclarar que no se había tocado la posibilidad de una futura intervención federal a Corrientes y le dio un carácter exclusivamente técnico --y no político-- a su paso por los despachos más encumbrados de la Rosada. "No se habló del pliego de senador de Corach ni de la reunión Menem-De la Rúa", explicaron sus voceros. Luego, desde Gobierno, lo desmentirían, al menos en parte. Luego de la sorpresiva aparición del presidente electo con Eduardo Duhalde, en la Rosada incrementaron los movimientos tendientes a armar una cumbre de De la Rúa con Menem. Es que entre Menem y Duhalde está en disputa la jefatura de la oposición en el próximo gobierno y ambos quieren adjudicarse el rol de interlocutores válidos para De la Rúa. Por los gestos realizados hasta ahora, el presidente electo parece privilegiar el canal de diálogo con Duhalde, quien ya anticipó su predisposición a apoyar todas las leyes que la Alianza considere necesarias para arrancar su gestión. Otro tema de ayer fue el de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Durante la campaña, los candidatos de la Alianza denunciaron repetidas veces el manejo discrecional que Interior hacía de los ATN, una masa de recursos que representa el 1 por ciento de los fondos coparticipables. Durante la gestión de Menem, su provincia natal, La Rioja, fue por lejos la más beneficiada con los aportes. Sin embargo, ayer los visitantes de la Rosada anticiparon sus pocas posibilidades de cambiar esta situación, que criticaron en tantas oportunidades. Jorge de la Rúa explicó que la administración entrante "no podrá por sí sola eliminar ni modificar" el régimen de reparto de ATN, debido a que "son una institución del régimen de coparticipación, son fondos provinciales que asigna al gobierno". La reunión con Kohan incluyó una miniexcursión por las oficinas que comprende la Secretaría General y les prometió un tour similar por la quinta de Olivos, en donde también tiene una oficina. El despacho de Kohan es contiguo al de Menem pero --según se informó-- el Presidente no pasó a saludara los enviados aliancistas.
ALBERTO FLAMARIQUE, AL ENCUENTRO DEL MTA
Por Diego Schurman Flamarique tenía pensado cenar ayer en el gremio de camioneros. El dueño de casa, Hugo Moyano, le había preparado un suculento asado. Alrededor de las 9 de la noche una veintena de dirigentes sindicales, entre ellos el colectivero Juan Manuel Palacios, comenzaron a sentarse a la mesa. Pero Flamarique --quien mantuvo varias reuniones con los sindicalistas como jefe de campaña de Fernando de la Rúa-- llamó para excusarse. Tenía una cita con el presidente electo y su vice, Carlos "Chacho" Alvarez, en el hotel Panamericano. Si finalmente no lograba arrimarse durante la madrugada, deberá reprogramar el encuentro, aunque difícilmente se concrete en estos días ya que la cúpula del MTA viajará a Inglaterra para participar de una cumbre internacional. El MTA es un conglomerado de gremios del transporte. Se trata de un sector sindical clave para garantizar el éxito de cualquier medida de protesta. Enrique "Coti" Nosiglia, quien también tuvo ayer un aparte con Palacios y Moyano, es uno de los principales promotores de un acuerdo con esta corriente para asegurarle a De la Rúa un tiempo considerable de "paz social", al menos desde el frente gremial. Flamarique --quien reemplazó a Jorge Sappia como aspirante a la cartera laboral-- ya había testeado a sindicalistas de otros sectores. Como botón de muestra, el viernes por la mañana mantuvo un encuentro con Rubén Pereyra, el dirigente de Obras Sanitarias que se candidateó en más de una oportunidad para la titularidad de la CGT. Pereyra siempre contó como sostén a un puñado de gremios del menemismo más rancio. La Alianza también mantiene encuentros informales con los "pesos pesado" de la central obrera, como el mercantil Armando Cavalieri, el jefe de sanidad Carlos West Ocampo y el jefe cegetista, Rodolfo Daer. El contacto es Nosiglia, quien también mantiene un buen diálogo con el gastronómico Luis Barrionuevo. Flamarique prometió abrir los oídos a las sugerencias. Desde el sindicalismo se alimentó ayer la danza de nombres. Dicen que la azafata Alicia Castro, integrante del MTA y actual diputada por el Frepaso, tiene muy buenas chances para ocupar la Secretaría de Transporte. Se trata, de todos modos, de un área que no está bajo la órbita del Ministerio de Trabajo sino del de Obras Públicas. Por eso también deberá tener la venia de Nicolás Gallo, el radical que suena para ocupar esa cartera. La lista de asesores técnicos para el Ministerio de Trabajo es larga. Entre los candidatos figuran abogados ligados al MTA --Carlos Custer entre tantos otros-- y también de la CGT. En las conversaciones, al menos en las formales, por ahora quedó afuera la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la organización autónoma que conduce el estatal Víctor De Gennaro. No obstante, nadie descarta que en lo inmediato se fije una reunión. La orden de De la Rúa hacia los equipos que integran la transición es clara en ese sentido. Y se resume en una palabra: consenso.
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