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LOS CANDIDATOS QUE RICO CONSIDERA PARA PONER AL FRENTE DE LA BONAERENSE
Todos muy dispuestos a “meter bala”

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Rico tiene en carpeta a varios candidatos para la designación de jefe de la Maldita Policía. Todos tienen algo en común: son “duros entre los duros”. Dos son hombres de confianza de Luis Patti. Otro es Víctor Fogelman, el que condujo la investigación del asesinato de Cabezas, sin tomar en cuenta “la pista policial”. Hasta hay alguno considerado más prolijo que la media de los uniformados de la provincia. Mientras tanto, peronistas y aliancistas siguen polemizando sobre la designación del ex militar.


Por Laura Vales
t.gif (862 bytes)  Uno es impulsado por el subcomisario Luis Patti. Otro es el investigador que en el caso Cabezas nunca aceptó orientar la pesquisa hacia la pista policial. El tercero es el mismo uniformado que encontró la cámara del fotógrafo con el peculiar método de la rabdomancia. En el listado de los candidatos a convertirse en el próximo jefe de la Policía Bonaerense hay para todos los gustos, desde poderosos comisarios vinculados a los jerarcas de la Maldita Policía a menos conocidos --y más prolijos-- jefes en actividad. Pero todos comparten una característica: son considerados hombres "duros entre los duros".

Después de la conmoción que provocó el virtual nombramiento de Aldo Rico como ministro de Seguridad bonaerense, dentro de la fuerza ya comenzó la carrera para quedarse con el lugar del cacique. Se sabe, porque Carlos Ruckauf se encargó de dejarlo en claro durante la campaña electoral, que el nuevo jefe será un policía. Y nadie oculta cuál será el perfil del elegido: "La idea es poner debajo de (Aldo) Rico a un comisario con suficiente respaldo interno y autoridad para neutralizar el rechazo" que genera entre los azules el desembarco del intendente carapintada como mandamás de Seguridad, dicen en La Plata.

Los nombres en danza incluyen tanto a comisarios en actividad como a jefes retirados. El comisario general Ramón Orestes Verón es uno ellos. Está impulsado por el subcomisario e intendente de Escobar Luis Patti, y dentro de la fuerza es claramente identificado como sostenedor del principio de la mano dura. Verón fue el primer investigador designado por la Bonaerense en el caso Amia, donde es recordado por un desempeño correcto aunque fugaz: un sospechoso ascenso lo quitó de la pesquisa antes de que pudiera avanzar sobre los hombres de la propia fuerza involucrados en el atentado contra la mutual judía. Sus defensores lo definen como un investigador nato que resolvió más de 30 casos de secuestros extorsivos. Sus detractores señalan que pertenece a la línea del Coco Rossi, el poderoso comisario que cayó por sus vinculaciones con el escándalo de los narcopolicías. Y agregan que aunque no figure en los listados de la Conadep, Verón estuvo destinado durante la dictadura en el centro clandestino de detención Coti Martínez. Se retiró de la fuerza en 1997; hoy es gerente de Seguridad del privatizado Banco Hipotecario.

"Verón es visto como una garantía de orden interno, tiene respaldo dentro de las filas porque es un tipo de carácter fuerte que no tiene contemplaciones cuando se trata de disparar a un delincuente. Y tiene a su favor que, aunque se lo vincula a los comisarios poderosos y enriquecidos de la Maldita, nunca hizo ostentación de riqueza", definió a este diario un comisario retirado. Pero la mano de Patti no está sólo tras el nombre de Verón; el intendente de Escobar también tiene entre sus pollos a Norberto Andrés, un comisario general retirado que integró sus listas como candidato a senador en las elecciones del pasado 24 de octubre.

La idea de poner a un retirado como jefe de la policía implica el enorme riesgo de recrear la historia de la fabulosa corrupción y el gatillo fácil que existió en la Bonaerense durante años. En rigor, todos los comisarios que tuvieron su época de oro durante la gestión de Pedro Klodczyk están cuestionados, porque fueron parte de la conducción de una fuerza que dominaba casi todos los delitos, del tráfico de drogas a los arreglos con delincuentes y la venta de sumarios en comisarías. Por eso hay quienes, en La Plata, se inclinan abiertamente por la posibilidad de buscar "al hombre con el perfil indicado" entre los que están en actividad.

Entre estos jefes policiales se menciona a Víctor Fogelman, el investigador del asesinato del periodista José Luis Cabezas. Fogelman es el comisario más antiguo en actividad, lo que provocaría pocos retiros si es nombrado como el nuevo jefe; pero tiene el problema de que el juicio oral del caso Cabezas recordará lo más flaco de una pesquisa que nunca profundizó sobre la pista policial. El proceso oral puede convertirse en una verdadera caja de Pandora y erosionar su figura en tiempo record.

En la misma línea está el menos conocido comisario Daniel Nievas, quien se ganó fama de investigador "ordenado y respetuoso de la legalidad" en su paso por la Departamental de Investigaciones de Lomas de Zamora. Los comisarios Eduardo Martínez, responsable del área de Inteligencia de la Bonaerense, y el director de Seguridad Luis Parravicini también figuran entre los postulantes a comandar la fuerza junto al actual director de Seguridad Vial Mármol, un hombre de confianza del gobernador Eduardo Duhalde que llegó a estar a cargo de su custodia. Finalmente, también se menciona a Oscar Viglianco, el comisario que encabezó el sospechoso allanamiento a las viviendas de "los Pepitos" en Mar del Plata, y se llevó la supuesta arma del crimen en el cinto, sin tomar la más mínima medida para preservar las huellas que pudieron quedar en ella. Como se recordará, la Cámara de Apelaciones calificó la imputación a los Pepitos como "una siniestra maniobra propia de las épocas de la dictadura militar".

 

Un jefe con mucho poder

El futuro jefe de la Policía Bonaerense tendrá muchísimo más poder en la realidad que en los papeles. Desde diciembre del ‘97, cuando Luis Lugones comenzó a implementar el plan de reforma de León Arslanian, la Bonaerense fue disuelta y en su lugar se crearon 18 Policías Departamentales. La legislación actual impide nombrar a un jefe de policía como tal; por eso se planea que el virtual jefe figure como coordinador de esas Departamentales, es decir ocupando un cargo que ya existe pero al que se dotará de mayor jerarquía. Desde el Ejecutivo, Carlos Ruckauf apuntará a la gestión en Seguridad con el impulso de una reforma al Código Procesal. El futuro gobernador ya encomendó al diputado Osvaldo Mércuri la tarea de impulsar la reforma en un Congreso donde tiene mayoría la Alianza. “Lo fundamental es que los delincuentes no entren por una puerta y salgan por la otra”, dijo ayer Mércuri al anunciar su nuevo rol. Y respaldó la designación de Aldo Rico como ministro de Seguridad tras calificar al carapintada como un hombre con “capacidad de mando y organización”.

Una polémica en la quetodos se pintan la cara

t.gif (862 bytes) La casi segura designación del ex líder carapintada Aldo Rico al frente del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires sigue generando polémica. "No me parece mal", opinó ayer el ministro del Interior, Carlos Corach. Otro partidario de "darle una oportunidad" al actual intendente de San Miguel es el senador justicialista Antonio Cafiero: "A un hombre que se purifica en el ejercicio de la democracia no se le debería privar de la oportunidad de ejercer este acto", dijo. En la Alianza están lejos de avalar el nombramiento. El diputado Federico Storani advirtió que "debería tenerse cuidado" con Rico "por lo que puede expresar como ejemplo", mientras que el senador Leopoldo Moreau señaló que su designación "tiene que ver con la fantasía más que con la realidad. El imaginario popular cree que por haber portado uniforme o armas puede solucionar las cosas".

* El primero en opinar ayer, temprano a la mañana, fue Corach. El ministro del Interior dijo que no le parece mal que "el señor Rico" sea ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires "si el señor gobernador electo, Carlos Ruckauf, así lo dispone".

* Cafiero, por su parte, aseguró que el ex líder carapintada está recuperado de su pasado golpista y que, por ende, merece una oportunidad. "Ciertamente, fue un hombre vinculado al golpismo, todos recordamos su trayectoria realmente poco gratificante como golpista", recordó, pero enseguida aclaró que "esos antecedentes no lo inhabilitan para ocupar ese cargo: lo hemos visto convertido a la democracia, buscando el voto de la gente, administrando eficientemente al parecer un distrito muy importante en la provincia de Buenos Aires, recolectando la adhesión de sus vecinos en la última elección".

* Storani consideró que la designación de Rico es un mal ejemplo para la democracia. "No es un hombre justamente teñido de formas democráticas, y por supuesto que el hecho de que se haya levantado en armas en contra el gobierno constitucional es un pésimo antecedente", dijo.

* Moreau atribuyó la oferta de Ruckauf a Rico "al famoso tema de 'éste lo va a arreglar'", pero advirtió que la cuestión de la seguridad "no es un problema de marketing, sino que es mucho más serio y más complejo".

* El intendente de Escobar, Luis Patti, manifestó sus dudas sobre el eventual nombramiento de Rico y aclaró que no piensa participar de un cogobierno con Ruckauf, aunque sí colaborar si el mandatario electo se lo pide. "Rico podría ser eficiente, pero la seguridad la tendría que manejar él en forma personal", opinó.

* El aliancista Horacio Jaunarena, ex ministro de Defensa durante la presidencia de Raúl Alfonsín, consideró que el pasado militar de Rico "no significa de ninguna manera que esté capacitado "para encargarse de la seguridad de la provincia de Buenos Aires". A su entender, el actual intendente de San Miguel "no tiene ningún antecedente en la materia, salvo la imagen de un Rambo".

* El vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Osvaldo Mércuri, sumó su adhesión a la designación de Rico: "El intendente de San Miguel ha demostrado una gestión limpia y transparente, tiene capacidad y experiencia para hacerse cargo del área de Seguridad, donde se necesita responsabilidad, capacidad de mando y organización". Por eso, Mércuri se comprometió a "impulsar las reformas necesarias del Código Procesal para que los delincuentes no entren por una puerta y se vayan por otra".


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