Una privatización que estalla como una bomba

Reutemann promueve la privatización de la empresa santafesina de Energía. Hubo un atentado contra el jefe de su bloque de senadores.

Desde ayer, Gutiérrez tiene custodia policial frente a su domicilio, en calle 4 de Enero al 1400, que debió ser protegido hace un mes por pelotón policial --cuando se trató la ley de emergencia económica-- para evitar desmanes de quienes manifestaban contra el ajuste. El jueves, el Senado había repudiado las agresiones y amenazas que sufrió otro senador del PJ, Daniel Depetris, a quien dos dirigentes de Luz y Fuerza desprestigiaron por medio de volantes en varios pueblos de su departamento --San Martín-- para ser detenidos luego por la policía en la localidad de Casas. Los gremialistas se movilizaban a bordo de un Renault 21 y fueron identificados como Norberto Vittone y Edgardo Linares, este último con licencia por enfermedad y con pedido de jubilación por incapacidad en trámite.

El presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Giorgetti, también fue blanco de la misma volanteada que Depetris, pero a diferencia de su colega, no radicó la denuncia ante la policía. Giorgetti expresó su "enérgico repudio" por el atentado en la casa del senador Gutiérrez. Se trata --dijo-- de "manifestaciones propias de épocas que felizmente fueron superadas en nuestro país y que significaron la unánime declaración del "Nunca Más" que produjera todo el pueblo argentino".

Giorgetti dijo que "todos los ciudadanos debemos ser fieles custodios del sistema democrático para impedir que, mediante la intimidación y el temor, algún sector pueda pretender imponer sus ideas. Lejos de soslayar estos actos, todos debemos establecer una cruzada que permita erradicar la agresión anónima, garantizando así el estado de derecho que supimos alcanzar". El legislador adelantó además que impulsará el jueves próximo una declaración para que la cámara exprese su repudio al ataque.

La campaña contra Depetris, Giorgetti y ahora Gutiérrez fue vinculada inmediatamente con la decisión de Reutemann de privatizar la EPE, ni bien se instale en la Casa Gris, el 10 de diciembre próximo. Esta asociación obligó entonces a uno de los principales dirigentes de Luz y Fuerza, Aldo Ferrarini, a deslindar responsabilidades y negar cualquier participación del gremio en el ataque a Gutiérrez.

Sin embargo, lo que ocurrió en la casa del senador reutemista ubicó en un contexto distinto de lo que ocurrió el 26 de octubre, cuando la policía detuvo a Vittone y Linares, los dos dirigentes lucifuercistas que arrojaban volantes contra Depetris en el departamento San Martín en un Renualt 21, modelo 95, patente AGZ-355. Vittone es delegado zonal del sindicato.

Cuando declararon en la comisaría de Casas, dijeron que "esta práctica" (de arrojar volantes anónimos) era una "etapa del plan de lucha encarado y que tenían preparadas "muchas cosas más". En la misma madrugada del 26, el domicilio en Santa Fe que el senador Depetris comparte con su familia también fue agredido y cubierto con los mismos panfletos.

Depetris dijo en esa oportunidad que "la privatización de la EPE es parte de una política" que encarna su jefe, Carlos Reutemann, que fue "avalada ampliamente en las elecciones provinciales del 8 de agosto". "El camino para oponerse, utilizando el anonimato, la agresión y la calumnia es una práctica que ya nuestra sociedad no soporta ni merece. Hemos madurado en el ejercicio de la democracia, aprendiendo el camino del diálogo y el respeto", agregó.

El informe que el jefe de la Unidad Regional XVIII (San Martín), Domingo Chantiri, elevó el mismo 26 de octubre el jefe de la Policía de la provincia, Rubén Bordón, incluye un párrafo significativo. Señala que Vittone y Linares, "al ser interrogados" sobre la volanteada contra Depetris, reconocieron que "fueron ellos quienes arrojaron los panfletos en las distintas localidades y ciudades del departamento, respondiendo a directivas emanadas de la superioridad gremial de la ciudad de Santa Fe".

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