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Por Adrián H. Mouján "El nueve por ciento que sacamos el 24 fue bochornoso, una catástrofe. Es tiempo de renunciamientos, es necesario que tengamos vocación de unidad y coraje". Con esta frase, Carlos Menem inició la reunión en la que recibió a la dirigencia del peronismo porteño. Pero no sólo sirvió para darle apertura al encuentro sino que también le abrió el grifo a una nueva y feroz interna en el PJ Capital. El riesgo es que la puja se convierta en una diáspora que envíe al partido a una nueva derrota en las elecciones previstas para fines de mayo del 2000. Un resultado difícil de revertir. En un salón de la Residencia de Olivos, Carlos Menem recibió a los dos sectores del menemismo que están duramente enfrentados. Por un lado, estuvieron el ex candidato a jefe de gobierno Raúl Granillo Ocampo junto a Miguel Angel Toma, Cristian Ritondo, Carlos Sandá y Hernán Corach. Por el otro lado, se sentaron a la mesa Daniel Scioli, Mario "Pacho" O'Donnell, el reaparecido ex ministro Antonio Erman González, Ana Kessler, Javier Mouriño, Alicia Pierini. Como invitado, y para que vaya conociendo a la dirigencia del distrito, Menem invitó al jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, quien anunció que abandonará La Pampa para pelear en la ciudad. Cuando Menem habló de "renunciamientos", a Granillo se le cortó la respiración mientras que sus rivales comenzaron a refregarse las manos. Pero el riojano, fiel a su estilo, repartió para ambos sectores. "Muchachos, júntense, hagan una lista de unidad y después busquen alianzas porque si no van a desaparecer", esta frase significó un duro golpe para Pacho y Scioli, quienes pensaban pedirle a Menem que hiciera desistir a Granillo y a Toma de sus negociaciones con Domingo Cavallo con la idea de arrebatarle la ciudad a la Alianza. A partir de esa frase es en donde se bifurcan las versiones. Por un lado, los granillistas aseguran que Menem no le pidió la renuncia al ministro de Justicia, mientras que, por el lado de Scioli, aseguraron que "Granillo como candidato tiene pocos días". También Menem les cuestionó a ambos sectores que el tenor de las disputas impidieran la presencia de Claudia Bello y los referentes del duhaldismo, quienes fueron invitados a una reunión partidaria que se realizará mañana. Menem terminó de hablar y les cedió la palabra a los dirigentes de la oposición que desde Scioli hasta Pierini pidieron la renuncia de Granillo a la candidatura a jefe de Gobierno y la declinación de todas las postulaciones a legisladores porteños para un rearmado de la lista bajo amenaza de no continuar con las negociaciones sino se aceptaba su pedido. Tanto Pacho como el motonauta aspiran a encabezar una lista para enfrentar a Aníbal Ibarra, Gustavo Beliz y Domingo Cavallo. "Tenemos que recomponer la imagen. Granillo y Toma quieren negociar desde una posición de extrema debilidad y nosotros tenemos que dar una demostración de fuerza para que en la segunda vuelta sean Beliz o Cavallo quienes nos apoyen", aseguraron en las cercanías de Pacho. "Lo están inflando a Cavallo. Ya les ganamos a él y a Beliz juntos en el '97", desafían. Mientras que en los despachos de la Secretaría de Seguridad Interior responden: "Cavallo es la tercera fuerza nacional, ¿a un dirigente que no salió segundo en Capital por pocos puntos lo cuestionan diciendo que no tiene consenso? Después de De la Rúa y Chacho Alvarez, es uno de los tipos con mejor imagen en el distrito". Es que Toma y Granillo son quienes apuntan a lograr un acuerdo antes de la primera vuelta.
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