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Por Raúl Dellatorre  La
transición política no paralizó a las empresas petroleras. En los últimos 15 días,
las compañías que dominan el mercado de combustibles han vuelto a ajustar los precios,
pese a que el valor del petróleo crudo en el mercado internacional no aumentó sino que
retrocedió algunos escalones en ese período. Con las autoridades actuales de Energía
prácticamente paralizadas, y sin un mecanismo regulatorio ni de control en el rubro, los
incrementos en la nafta súper alcanzaron hasta el 5 por ciento en el caso de dos de las
tres empresas líderes, que acumulan, desde junio a la fecha, un incremento superior al 10
por ciento en ese combustible y un ajuste similar en el gasoil. Los autotransportistas de
pasajeros ya aprovecharon la ocasión para reclamar un aumento del boleto.Las tres empresas líderes, que controlan el 90 por ciento del mercado, han superado airosas todas las denuncias sobre conductas monopólicas o cartelización de precios. También han resistido la aplicación de regulaciones sobre el sector. Pero como pocas veces antes en el pasado reciente, en las últimas semanas sus precios no sólo se han alineado significativamente, sino que han formado un colchón que les amortiguaría cualquier embate de las futuras autoridades contra los aumentos indiscriminados. De acuerdo con el relevamiento que realiza la Secretaría de Industria, YPF, EG3 (ambas en manos de Repsol), Esso y Rhasa han fijado un precio promedio en sus estaciones de servicio para la nafta súper entre 0,998 y un peso por litro. Shell se viene caracterizando por fijar precios por encima de la competencia, pero ahora su valor promedio para la súper está menos de un centavo por encima del de las otras líderes (1,008 pesos por litro). Para llegar a esta virtual paridad, YPF, que hasta hace un mes tenía los valores más bajos del mercado, incrementó los precios por encima del resto (5,5 por ciento en los últimos quince días). EG3, en cambio, que tenía precios en surtidor superiores a los de YPF y Esso, atenuó los ajustes y puso los valores en línea con el resto. Difícilmente estos comportamientos en los precios puedan atribuirse a razones de competencia en el mercado. "El precio internacional de la nafta en puerta de destilería es de 18 centavos por litro, mientras que en la Argentina ya alcanza a 30", aseguró a Página/12 Manuel García, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes. "El Gobierno se equivocó cuando aplicó la flexibilización para la importación de naftas, porque no garantizó que los expendedores pudieran ofrecer el producto libremente", puntualizó. "Así, les permitió a las petroleras líderes seguir acumulando una renta extraordinaria, que medida por la diferencia de precios en puerta de destilería representa un ingreso extra de 700 millones de dólares al año, una de las más fabulosas transferencias de ingreso que se pueden encontrar en la economía argentina", agregó. En tanto, ni en las empresas petroleras ni en la Secretaría de Energía respondieron ayer las consultas de este diario. Un comportamiento empresario similar se observa respecto del gasoil, con aumentos en el último cuatrimestre que superan, en algunos casos, el 10 por ciento. El autotransporte de pasajeros manifestó su inquietud acerca de este ajuste, alertados además sobre un eventual incremento en el impuesto sobre el combustible que formaría parte de los proyectos de la Alianza. Hoy reclamarán, en conferencia de prensa, una compensación "por la vía de la tarifa (boleto) o de subsidios, dada la alta incidencia que el gasoil tiene en la prestación del servicio", indicaron voceros del sector.
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