El
hecho de que la televisión hable sobre la televisión o que los medios hablen sobre los
medios puede responder a diversas razones. Uno de los fenómenos que aparece en nuestro
tiempo es el interés de los públicos por conocer el backstage, la cocina de la
información que está recibiendo. Esto puede referirse a una noticia o a un espectáculo, pero lo cierto es que
los medios en la medida en que crecen no sólo en su presencia en la vida cotidiana sino
como masa económica se ven obligados a hablar de sí mismos. Es claro que no es lo mismo
una parodia o una cargada en TV de otro programa de TV, que las secciones sobre los medios
en el Wall Street Journal o en el Financial Times. Pero en el fondo ambos señalan la
necesidad de conocer el trasfondo de los mensajes que recibimos. No sólo la noticia o el
espectáculo sino las formas en que se construye la noticia o el espectáculo. Algo que el
cine ya viene haciendo desde los tiempos de la famosa película Primera Plana (Front
Page). Por otro lado no es aleatorio el éxito de películas como Ricardo III. Creo que
estamos todavía en pañales en las formas de llevar este tipo de información y de
reflexión sobre la cocina de los medios porque es claro, a muchos no les gusta mostrar la
parte de atrás de la casa. Pero lo cierto es que la socio-cultura de nuestro tiempo a
pesar de lo maltratada y mal informada que está, sobre todo en aquellos nudos centrales
de la constitución o deconstitución de lo social, lo está exigiendo. "¿A quién
se le ocurre que esto para mí es una noticia?", me preguntó una vez un entrevistado
en una investigación.
* Autor del libro La marca de la
bestia, un análisis de la sociocultura contemporánea. |