Por Cledis Candelaresi Fernando de la Rúa utilizará
la tribuna del coloquio anual de IDEA (Instituto del Desarrollo Empresarial Argentino),
que se abre hoy en Mar del Plata, para anunciar su futura estructura ministerial. Los
borradores del nuevo organigrama ya están listos, pero aún resta la decisión política
acerca de Educación y Justicia, áreas que podrían permanecer divididas o subsumirse en
una única dependencia. Lo que no suscita ninguna duda es el criterio de minimizar las
funciones de la Jefatura de Gabinete.La primera división resuelta fue la que separaría
de Economía el área de transporte, obras públicas, vialidad y parte de energía, que
quedarán a cargo de Infraestructura, nuevo ministerio que permitirá encumbrar a Nicolás
Gallo, hombre de confianza del presidente electo.La posibilidad de unificar Justicia con
Educación dio lugar a más controversia, y no por una cuestión de presupuesto, ya que
mantener la separación actual o reagruparlos no demandaría más recursos. Lo que debate
la dirigencia de la Alianza es qué mensaje político prefiere darle a la sociedad antes
de asumir. Unificar Educación y Justicia en un solo ministerio apuntaría a enviar un
mensaje de subordinarse a un criterio de austeridad, en medio de una crítica situación
fiscal: no aumenta la estructura estatal, por lo tanto, no crece la cantidad de cargos
públicos. Pero crear dos nuevos ministerios implica jerarquizar en los hechos dos áreas
que la coalición triunfante prometió priorizar durante toda la campaña electoral.De la
Rúa deberá dar el visto bueno sobre la estructura de la administración central y
después definir los nombres de quiénes ocuparán los cargos. Sin embargo, esto no
excluye el desvelo por buscar la persona para la Jefatura de Gabinete, cuyo poder estará
bastante más acotado que el que hoy ostenta Jorge Rodríguez. Según aseguró a este
diario uno de los técnicos aliancistas abocados al tema, esa dependencia se limitará a
manejar la relación con el Parlamento y a coordinar la tarea de los ministros, pero sin
potestades ejecutivas sobre sus respectivas áreas. En función de esto, la batería de
secretarías que hoy dependen de Jefatura, al igual que las que están en la órbita de
Presidencia, serán restituidas al ministerio que corresponda: Equidad Fiscal y Pymes,
entre otras.Eliminar la superposición de funciones no sólo persigue el propósito de
economizar recursos, consecuencia inevitable de esa racionalización administrativa. Con
ella, De la Rúa también intentará evitar los conflictos que suelen proliferar en el
seno del gobierno cuando funcionarios distintos tienen competencia sobre las mismas
áreas.Rodolfo Terragno, aspirante a la Jefatura cuando comenzó a estudiarse el nuevo
organigrama, habría abandonado esta apuesta: el futuro acompañante de De la Rúa a
Brasil parece consolidarse como hombre de Cancillería. Mientras que Fernando de
Santibañes, quien tiene a su cargo el área en la transición, no desperdicia ocasión
para aclarar que sólo estará en este rincón del organigrama durante este interregno.Al
presidente electo le urge resolver el esquema administrativo. De él depende la futura
relación interna de poderes, la cantidad de funcionarios que debe designar y hasta las
medidas que cada uno de ellos adoptará o ejecutará en el área de su competencia. Pero
la Ley de Ministerio en ciernes también puede condicionar el Presupuesto que la Alianza
se apresta a reelaborar, y que debería estar aprobado antes de fin de año.
Habrá buenacohabitación Ricardo López Murphy, asesor económico del presidente electo Fernando de la
Rúa, manifestó su confianza en la cohabitación de las fuerzas políticas durante la
futura administración. Para el economista liberal el país superará el desafío y
mostrará su capacidad para administrar la economía cuando nadie tiene la suma del
poder. Consultado por su opinión sobre el muy probable ministro de Economía, José
Luis Machinea, le adjudicó el máximo de los calificativos que el establishment reserva a
los economistas: ser muy serio y profesional. En el nuevo esquema no habrá
lugar para ese estilo tan llamativo que tuvo el presidente (Carlos) Menem.
Sobre De la Rúa ponderó el haber mantenido la mesura y la parquedad que las
circunstancias demandan.
Optimismo empresario
El titular de Comercial del Plata, Santiago Soldati, declaró
que el empresariado dará su apoyo a la gestión de Fernando de la Rúa para que la
Argentina pueda recuperarse luego de más de un año de recesión, porque
se continuará con el actual plan económico. Agregó que alrededor del nuevo
presidente se está armando un equipo muy bueno, que tienen claro lo que
van a proponer al empresariado, o más bien al Congreso, a partir del 10 de
diciembre. Por su parte, el director de la Asociación de Bancos de la Argentina
(ABA), Norberto Peruzzotti, sostuvo que la transición se ve con gran optimismo.
Estimamos que las fuerzas políticas van a facilitar al presidente electo un gobierno y un
espacio de gobernabilidad muy amplio. |
JORGE KOGAN, CANDIDATO A SECRETARIO DE
TRANSPORTE
Retorno del privatizador de los trenes
Por C.C.
Si se
formaliza la designación de Nicolás Gallo como ministro de Infraestructura, la Alianza
ubicaría en la conflictiva Secretaría de Transporte a Jorge Kogan, designación que
promete desatar controversias en el seno de la coalición. Se trata nada menos que del
funcionario de Domingo Cavallo que privatizó los trenes urbanos, cuyos contratos ahora
están en plena revisión. Aunque no manifiesta adhesión partidaria, su nombre remite
inmediatamente a la política de desguace estatal ejecutada por el presidente Carlos
Menem. Antes del domingo 24 Kogan comenzó su diálogo con Gallo, a quien asegura no
conocer de antes, a pesar de que el potencial ministro de De la Rúa se desempeñó en el
rubro del transporte público, cuando comandó la estatal Subterráneos de Buenos Aires
durante la presidencia de Raúl Alfonsín.El ex funcionario cavallista es reconocido en el
medio tanto por sus profusos conocimientos en la materia como por sus sólidos vínculos
con el Banco Mundial para el que trabajó como consultor. Es más: la entidad lo acaba de
distinguir en Washington con un premio en reconocimiento a su aporte intelectual a las
privatizaciones argentinas.Hasta hace sólo días, trabajó para Mercer, consultora
internacional especializada en privatizaciones de energía, salud y transporte. Pero
ahora, optó por tener las manos libres, quizás pensando en su posible retorno a la
función pública, esta vez, para manejar toda el área, incluida la privatización de los
aeropuertos. Soy un ingeniero y economista, planificador del transporte. El aéreo
es sólo un rubro, comentó a Página/12 el candidato a secretario. Cauto, asegura
que aún no tiene posición tomada sobre las renegociaciones de trenes urbanos. Sin
embargo, no le asusta la idea de barajar y dar de nuevo: siempre sostuvo que las
privatizaciones que él mismo diseñó correspondían sólo a una etapa de transición.
Pero todo indica que reabriría un nuevo debate con los adjudicatarios, en lugar de
convalidar lo que ya hizo el actual secretario de Transporte, Armando Canosa.Gallo está
desvelado por Transporte, área caliente por la multiplicidad de conflictos abiertos y que
pueden estallar en cualquier momento. A las revisiones de contratos ferroviarios se suma
la rediscusión constante de las reglas que fundan la adjudicación de los aeropuertos a
Eurnekian. Sobre estos y otros varios pleitos en danza, Gallo debatió ayer cara a cara
con Canosa, protagonizando otro de los tantos contactos entre la administración venidera
y la saliente.
|