Por Fernando Almirón Los senadores justicialistas
creen que el viaje al exterior del suspendido juez federal de Dolores, Hernán Bernasconi,
se parece más a una oportuna fuga que a un tour de placer. Y quieren reducir el costo
político de la repentina ausencia. Después de dos años de sostener al magistrado pese a
que dos tribunales comprobaron las graves irregularidades cometidas en su juzgado, ahora
decidieron bajarle el pulgar. El presidente de la Comisión de Juicio Político de la
Cámara alta, el radical Raúl Galván, aprovechará la situación para pedir que hoy
en sesión secreta se evalúen los cargos presentados contra el juez. Y
mañana someter a votación su destitución, lo que en el Senado ya consideran un hecho.
Ayer al mediodía, la comisión decidió pedir una sesión secreta para hoy en la que se
determinará si están comprobados los cargos presentados contra Bernasconi por el juez
federal Gabriel Cavallo. Cavallo fue quien solicitó el proceso de juicio político contra
Bernasconi hace ya dos años. Lo acusó de prevaricato, privación ilegítima de la
libertad, encubrimiento de hurto agravado, falsedad ideológica y, claro está, mal
desempeño de sus funciones. Cuando el expediente llegó al Senado, el bloque
justicialista estiró los tiempos para evitar una sentencia definitiva. Incluso se negó a
suspenderlo. Así fue como mientras el secretario del juez, Roberto Schlagel, y el grupo
de policías que trabajaban para él fueron a parar a la cárcel, Bernasconi permaneció
impunemente al frente de su juzgado. Recién fue suspendido el 22 de setiembre. Poco antes
de que los tribunales que llevaron los juicios de Guillermo Coppola y Alberto Tarantini
condenaran el 17 de octubre a los colaboradores directos de Bernasconi.Bernasconi, que
pese a la suspensión sigue cobrando su sueldo, aprovechó las obligadas vacaciones y el
26 de octubre partió rumbo a San Pablo, Brasil. Esto fue lo que enfureció a los
senadores justicialistas, quienes ahora estarían dispuestos a votar por la destitución
del magistrado.La convocatoria a una sesión secreta tiene por objeto avanzar en la
destitución del magistrado, señaló Galván. El senador aliancista intentará que
el cuerpo evalúe hoy las pruebas y mañana mismo, ya en sesión pública, someter la
destitución de Bernasconi a votación. Los legisladores deberán pronunciarse de a uno y
fundamentar su voto, ya sea a favor o en contra del acusado. En el bloque radical no creen
que los oficialistas se atrevan a defender una vez más al juez que tomó distancia de la
Justicia cuando las cámaras los encuadren en primer plano. Galván también buscará
impulsar la suspensión de otro polémico magistrado: Norberto Oyarbide. Oyarbide,
envuelto en un escándalo en el que se mezcla su vida privada con la protección a
prostíbulos masculinos, renovó en estos días la licencia médica de la que goza desde
que el Congreso le inició juicio político, hace más de un año. El bloque
justicialista, al igual que con Bernasconi, se ocupó de demorar y proteger al cuestionado
juez federal que cobra unos siete mil pesos por mes sin trabajar. El destino de ambos
magistrados fue uno de los temas que entre empanada y empanada se cruzaron ayer debajo del
quincho de Antonio Cafiero, en San Isidro. El senador propuso trasladar la habitual
reunión del bloque a su casa para limar asperezas entre duhaldistas y menemistas y
conservar la unidad del bloque ahora que el Congreso se convertirá en el nuevo escenario
de la interna del PJ. El encuentro también tuvo por objeto unificar criterios en torno de
la presidencia provisional del Senado que ocupa Eduardo Menem. El hermano del Presidente
había ofrecido resignar el cargo a favor de un hombre aliancista, dado que ocupa el
tercer lugar en la línea de sucesión y tradicionalmente la ejerce un oficialista. Pero
encontró resistencia en su bloque que argumentó que en Córdoba y la provincia de Buenos
Aires, que apartir del 10 de diciembre será gobernada por un justicialista, la
presidencia provisoria la ejercen radicales. Según un hombre de máxima confianza de
Fernando de la Rúa asignado a seguir el tema, se estaría negociando que en ambas
provincias la Alianza se baje a cambio de un renunciamiento similar por parte de Menem en
el Senado nacional.
DIPUTADOS DEL PJ CON CAMAÑO
Pierri perdió su sillón
Por F.A.
Alberto
Pierri volvería al llano. Después de diez años como presidente de la Cámara de
Diputados, comprobada la derrota electoral del PJ, el dirigente de La Matanza se proponía
conservar su poder parlamentario desde la vicepresidencia segunda del cuerpo. Pero el
difícil equilibrio entre menemistas y duhaldistas que en los últimos días amenazó con
dividir el bloque habría tenido un desenlace inesperado: Carlos Menem estaría dispuesto
a apoyar a Eduardo Camaño para el cargo. Camaño es el operador de Eduardo Duhalde en el
Congreso; Pierri, un devenido menemista. El miércoles pasado Duhalde llegó a la antesala
de la presidencia de la Cámara de Diputados. Vengo a ver a Pierri, le dijo a
la asombrada secretaria. Pierri se encontraba reunido con el presidente del bloque del PJ,
Humberto Roggero, y el diputado Miguel Angel Pichetto. Después de los abrazos, el
encuentro se prolongó durante una hora y media. Duhalde dijo que el manejo de la cámara
no debería quedar atado a la estrategia reeleccionista de Menem con vistas al 2003, que
debería responder a los intereses del partido, concretamente a la conducción política
del Congreso Nacional Justicialista, que él preside. Lo mismo les dijo a los integrantes
del bloque que un días después, el jueves, compartieron con el gobernador un almuerzo en
el comedor de la Casa de la Provincia de Buenos Aires, a dos cuadras de la sede del
Palacio legislativo. Pero fue más grave. Duhalde no se anduvo con vueltas y aseguró que
estaba dispuesto a auspiciar la ruptura de la bancada del PJ. No será la primera
vez, esto ya sucedió después de la derrota electoral de Italo Luder, y benefició al
justicialismo con la aparición de la renovación peronista, dijo con tranquilidad
mientras algunos legisladores apuraban las copas de agua para pasar el trago. Si hay
que romper, rompemos, insistió al señalar que no quería a un menemista al frente
de los cargos estratégicos del cuerpo. El mensaje llegó a Menem y sobre todo a los
gobernadores justicialistas que deberán negociar con el gobierno de la Alianza los
recursos que necesitan para paliar la crítica situación económica de sus provincias.
Un bloque dividido no hace fuerza a la hora de las presiones, aclaran los
diputados del interior. Todo el gabinete nacional comenzó a tejer negociaciones, que
habrían culminado ayer cuando Pichetto fue invitado a Olivos para escuchar de boca de
Menem el apoyo a Camaño, que deja fuera de carrera a Pierri. Pero Menem no entrega piezas
a cambio de nada, y ayer mismo formalizó un encuentro que el jueves por la noche lo
reunirá en la quinta presidencial con todos los integrantes del bloque del PJ a los que
se sumarán los legisladores electos. Será el marco para iniciar el reparto de los cargos
que todavía faltaba resolver.
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