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 En el
Colegio Nacional de Buenos Aires nunca una vuelta olímpica tuvo tantas consecuencias.
Ahora, al enfrentamiento entre colegio y alumnos se sumó un nuevo actor: la mediación de
Poder Ciudadano. Su misión: acercar a las partes y lograr que se levantara la sanción
contra los chicos –por la cual quedaron libres– a cambio de una
“probation” pedagógica de trabajos comunitarios dentro y fuera del colegio. Sin
embargo, después de dos meses de diálogo y cuando los chicos creían que se estaba
llegando a una resolución del conflicto, Horacio Sanguinetti, el rector del colegio,
rechazó la propuesta y negó haber aceptado mediación alguna. Los chicos ya empezaron a
estudiar para rendir 26 exámenes en dos meses.Como la tradición lo indica, fue una
vuelta breve pero contundente. El 13 de julio, 85 alumnos de quinto año del Colegio
Nacional de Buenos Aires despidieron el colegio. A eso le siguió una sanción que, de
hecho, había sido anticipada por el rector: Sanguinetti los dejó libres, los alumnos
debían rendir todas las materias a fin de año. Entonces, los padres buscaron el
asesoramiento legal de Luis Moreno Ocampo, de Poder Ciudadano, quien ofreció plantear un
proceso de mediación del que participaron también Daniel Filmus, director de Flacso, y
la licenciada en Psicología Amelia Pugliesse. Con el consentimiento de Sanguinetti, a
fines de agosto, empezaron las reuniones.El objetivo de los chicos era conmutar la
sanción actual por una que los deje en carácter de regulares, a cambio de una
“probation” de trabajo intelectual o comunitario y una nueva propuesta de
festejo consensuada con los alumnos de cuarto año. En estos meses se realizaron
reiteradas reuniones entre alumnos, padres, director y mediadores. Y el 8 de setiembre los
alumnos presentaron su propuesta. “La idea era arreglar el colegio, hacer un video de
su historia, dar clases de apoyo tanto dentro como fuera del colegio, ayudar a escuelas
carenciadas”, explicó Federico, uno de los que dio la vuelta. “Planteamos
–agregó– un reglamento de festejo alternativo a la vuelta olímpica para el
año próximo: que se suspendan las clases un día, se ponga música y se organice un
baile sin agua, sin témperas, sin petardos.”Sanguinetti aceptó quitarles las tres
inasistencias que habían sumado por la vuelta, pero rechazó la propuesta. El 18 de
octubre, los mediadores le enviaron un fax para que “nos informe si considera útil
que el proceso de mediación continúe”, porque los padres estaban
“angustiados” por el rechazo. Dos días más tarde, Sanguinetti respondió que
había aceptado dialogar porque respetaba el “derecho de peticionar” de padres y
alumnos. Y dejó bien claro que “no acepté un proceso de mediación”. Para
Moreno Ocampo, en cambio, no hay dudas de que la mediación estaba en marcha. “No sé
cómo lo quiere llamar él, no hubo nada firmado pero estuvimos dialogando”, dijo a
Página/12. Aunque aclaró que “cualquiera se puede retirar de una mediación”.
Desde el punto de vista pedagógico, Filmus opinó que el rechazo de Sanguinetti
“frustra a los chicos porque, si el camino de la violencia no era el indicado,
queríamos generar en ellos el reconocimiento de que el camino del diálogo era el
conveniente”. Los padres siguen furiosos: “Los chicos son los Carrasco de la
vuelta olímpica, están pagando por 30 años de tradición”, señaló Jorge
Moldavsky. Sanguinetti insiste en calificar su propuesta de “ingenua” y asegura
que sólo quieren “zafar”. “La probation de ellos es ponerse a estudiar
más”, señaló. Y aclaró que no habrá un “ensañamiento pedagógico”,
como temen los padres.
PROHIBICION DE FUMAR EN EZEIZA
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